El dólar libre o “blue” atrajo un acompañante: el desabastecimiento. Los proveedores dejaron de entregar productos y los bienes con componentes importados o totalmente importados, están desapareciendo de los estantes de los comercios. No hay financiamiento ni descuentos. Si queda alguno en existencia piden precios exorbitantes al contado. La tarjeta de crédito está dejando de ser bienvenida.
Es que cuando el dólar empieza a escalar a la velocidad de la semana pasada, todos se cubren. Algunos con divisas y otros con insumos o productos importados o bienes exportables, como el agro que cerró sus silobolsas.
El problema nació en el mercado mayorista de cambios y en una resolución del Banco Central de aumentar la exigencia para los importadores y limitar, a los que autoriza, un cupo máximo de USD 50 mil al precio oficial. La menor posibilidad de importar, hizo que los que tengan insumos o mercaderías importadas, los tengan bajo llave y no los vendan salvo que paguen precios tentadores que les permitan renovar lo que venden. En otras palabras, le cotizan la mercadería al valor del dólar contado con liquidación o al del dólar
Bolsa, porque son los más accesibles. Los corralones de materiales, no entregan porque a pesar del leve resurgimiento de la construcción por la baja en dólares del metro cuadrado, no saben a cuanto van a reponer lo que venden.
Los productos electrónicos, han encontrado un canal ilegal de abastecimiento vía Paraguay y el contrabando es la fase que siempre sigue al desabastecimiento. La economía se complica no solo por la pérdida de confianza sino porque el peso. En otras palabras, no es el dólar el que sube, sino el peso el que baja. Por eso, las distintas consultoras están reformulando sus pronósticos de inflación de octubre y del resto del año.
La semana
Hoy la semana empieza con la atención puesta sobre la divisa que el viernes en el mercado libre o “blue” subió $ 7 de $ 178 pero, a diferencia de las ruedas anteriores, cuando al post cierre marcó valores más elevados, en esta oportunidad el precio se mantuvo sin cambios y, aunque persiste la tendencia compradora, hay esperanza de que abra en $ 178. El tema es como seguirá el resto de la rueda.
Que alivien las transacciones del dólar contado con liquidación y de dólar MEP, es un reconocimiento tácito de que ese mercado es formador de precios porque los importadores buscan allí las divisas que no les da el Banco Central.
Cuanto más elevado sea el precio de los dólares alternativos, más alto será el costo de vida y más escasa la oferta de bienes.
Ante esta situación, el viernes el Central no eludió la intervención en el mercado de títulos públicos para bajar el precio de los dólares alternativos y en la última hora de la rueda salió a colocar bonos a precios más bajos. Así logró que el dólar Bolsa con negocios por USD 30 millones cediera $ 2,92 a $ 152,07. El contado con liquidación operó nada menos que USD 76 millones y cayó $ 3,29 a $ 165,31. De no ser por estas intervenciones, ambos dólares terminaban la rueda en alza. Los inversores conocen el margen de acción del Central y esperan. Saben que en el mercado de bonos pueden hacer todo lo que no pueden en el “spot” donde las reservas que se necesitan para regular el precio contado son inexistentes.
Bonos y riesgo-país
La intervención tuvo un precio, los bonos que se emitieron después del default siguieron en baja y rinden 16%. La paradoja es que esa tasa es la de un país que está por caer en default. El riesgo país, de todas maneras, no fue afectado y siguió alrededor de los 1.400 puntos básicos.
En la plaza mayorista, donde se operaron USD 227 millones, el Central salió hecho porque el balance entre las compras y ventas fue neutral. Los importadores que acudieron a comprar fueron tan escasos, como los exportadores que vendieron sus divisas. Hubo un cambio de mano de dólares de exportadores a importadores que permitió que no se sacrifiquen reservas. De hecho, subieron USD 8 millones a 40.786 millones.
La Bolsa será la más favorecida con estas medidas de liberar el movimiento de las operaciones de contado con liquidación, porque los inversores elegirán comprar acciones que también coticen en Wall Street antes que los bonos, que bajan todos los días, para triangular.
Por eso el viernes, el S&P Merval cerró con un alza de 1,63% con negocios por $ 1.408 millones que representan un crecimiento de 20% del volumen operado. Cabe aclarar, que el indicador de las acciones líderes, cerró en el nivel más alto del día. Edenor (+6,67%) y BBVA (+6,54%) fueron los papeles más buscados.
Valores bursátiles
En tanto, los ADR’s argentinos -certificados de tenencia de acciones que cotizan en Wall Street- que están directamente relacionados con la Bolsa local, tuvieron una excelente rueda. Los más destacados fueron BBVA (+8,27%), Banco Supervielle (+5%) y Edenor (+3,07%).
El dólar está haciendo su trabajo de sometimiento del mercado. La Bolsa está viva gracias a la suba del dólar y a las operaciones para fugar divisas al exterior. Los bonos dependen de que se flexibilice su parking en las operaciones de venta para hacerse de dólares, de lo contrario seguirán en baja. Los precios de la canasta familiar están alcanzados por el valor de la divisa, de la misma manera que el resto de los bienes de la economía. El salario real es la primera víctima, siempre.
El problema es que el Gobierno con el congelamiento tarifario, el de alquileres y la regulación de precios pensaba alcanzar la otra orilla a fin de año sin problemas para comenzar a ordenar la economía. Pero con una inflación creciente y desabastecimiento, el alza tarifaria va a generar problemas difíciles de dimensionar tanto si siguen congeladas como si se actualizan. Lo mismo ocurrirá con el resto de los bienes. En este momento es imposible mantener la regulación de precios, porque la respuesta será la escasez. No se entiende como con tanta experiencia en la Argentina sobre controles y regulaciones, no ponen como variable de riesgo al dólar. El ministro de Economía, Martín Guzmán, por caso apuesta a la fe y la confianza y toma medidas tibias que no hacen mella al dólar y complican a las reservas.
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