Mientras el gobierno analiza medidas para recuperar la de por sí escasa confianza que tenía entre los agentes económicos y que perdió a un ritmo más intenso desde el 15 de septiembre, cuando el Banco Central instrumentó el “supercepo” cambiario, los empresarios siguen rumiando con preocupación las declaraciones de personajes importantes del esquema de poder oficial.
Este fin de semana, en particular, pesaron las palabras del jefe del bloque del Frente de Todos en la Cámara de Diputados, Máximo Kirchner, quien señaló que “Los mercados tienen que entender que la economía la maneja el Gobierno”. A eso se refirió en declaraciones televisivas Cristiano Rattazzi, presidente de FCA (Fiat Chrysler Argentina). “En cierto momento tienen que entender –dijo, en evidente alusión al oficialismo y las palabras de Máximo Kirchner- que no es el Estado sino el sector privados y los inversores los que pueden sacar a la Argentina de este problema”.
Rattazzi apuntó también contra el ministro de Economía, Martín Guzmán. “No entiendo cómo un ministro responsable diga que el déficit fiscal va a seguir por años. Eso es negar la organización de los números”.
Guzmán, que presentó un presupuesto 2021 que prevé un déficit de 4,5% del PBI, del cual el 60 % se prevé financiar con emisión monetaria, había señalado días atrás que no pensaba en reducir el gasto público y que la prioridad era la reactivación de la economía. Rattazzi fue también crítico de esa visión. “No pueden seguir diciendo que van a esperar que la Argentina se reactive; hace 90 años que esperan eso”. No se puede seguir década tras década gastando de más, es “imposible” seguir así, señaló el locuaz dirigente empresarial, que a principios de 2020, había calificado de “brillante” el primer mes de la gestión presidencial de Alberto Fernández. “Hay que ir a un superávit fiscal con un enorme vuelvo a la exportación”, dijo el empresario, hijo de Susana Agnelli, de la familia fundadora y durante décadas principales accionistas de Fiat.
Rattazzi se mostró relativamente optimista sobre las exportaciones automotrices a Brasil, a favor de la reactivación que está mostrando la economía brasileña, aunque, aleccionado por el entrevistador, marcó la diferencia entre el peso impositivo que el precio de los autos tiene en la Argentina, cercano al 50%, contra casi nada en EEUU y sólo el peso importante del IVA en Italia.
La ronda de contactos del presidente Alberto Fernández con empresarios, su participación en el reciente Coloquio (virtual) de IDEA y la decisión presidencial de dar plena autoridad y voz en materia económica al ministro Guzmán abonaron durante el fin de semana expectativas de medidas de Economía para insuflar confianza.
No hay seguridad de que se trate de un “paquete”, pero se espera, por ejemplo, el aflojamiento de ciertos obstáculos que limitaban las operaciones del dólar “contado con liquidación”, de modo de restarle ímpetu al “dólar blue” y disipar temores de mayores intervenciones, como el “supercepo” anunciado el 15 de septiembre, con el que el Banco Central intentó frenar la caída de reservas internacionales pero logró exactamente el efecto contrario, al punto que en los siguientes 30 días el BCRA perdió USD 1.800 millones. Luego, Guzmán, el 1 de octubre, probó con la idea de incentivar la oferta de dólares de la exportación con una baja temporal de retenciones, que no tuvo efectos dañinos, pero sí muy limitados.
De hecho, se espera que Economía reduzca fuertemente o incluso elimine el período de “parking” de quienes operan en el mercado de venta de títulos para hacerse de dólares, para así transparentar el mercado, hacerlo más cierto y menos especulativo y bajar la presión sobre el dólar blue, que opera en un mercado ilegal pero alimenta expectativas cada vez más negativas.
El sábado, en declaraciones radiales, el economista Carlos Melconian había dicho que medidas de ese tipo para “fluidizar” el mercado de dólares alternativos, pero legales, “es como ir a un curandero”.
Siempre en relación al dólar, el viernes 16 el BCRA emitió la Comunicación “A” 7138, que dispuso topes a los pagos automáticos y elevó los requisitos para acceder al mercado de cambios a efectos de saldar importaciones de bienes con registro de ingreso aduanero pendiente. En reacción, el titular de la Cámara de Importadores, Rubén García, reiteró que la secretaría de Comercio “no está entregando las licencias no automáticas”, lo que complicará cumplir con la nueva medida del BCRA.
Todas cuestiones derivadas de la “falta de confianza”, la presión sobre el dólar y la caída de reservas, que están derivando en dificultades de importación y faltas de bienes e insumos en diversos sectores, desde electrodomésticos a ciertos materiales de construcción.
Las menguantes reservas del BCRA (se calcula que las reservas líquidas de libre disponibilidad están ya por debajo de los USD 1.000 millones, lo que no incluye la venta de oro o el uso del "canje de monedas con China.
Seguí leyendo: