Además de rendirle homenaje a Quino y su más famosa creación, Mafalda, la más reciente edición de The Economist da cuenta en su sección de indicadores económicos y financieros del pobrísimo desempeño de la economía argentina, incluso contra el fondo de por sí negativo de la crisis mundial derivada de la pandemia de coronavirus.
Sobre 42 países listados y para los cuales la revista británica compila una serie de indicadores, la Argentina es el quinto cuyo PBI más cayó en los últimos doce meses: 19,1% de contracción, tasa de caída sólo superada por Perú (30,2%), la India (23,9) y España y Gran Bretaña, ambas con retrocesos del 21,5% en su nivel de actividad económica.
Otra medida es la tasa de variación anualizada del PBI en el último trimestre informado respecto del anterior. Ahí también la Argentina se anota en el pelotón de las economías más deterioradas: con una caída del 50,7%, detrás de Perú (72,1%), la India (68,4), Gran Bretaña (58,7), México (52,7) y Sudáfrica (51%). La extensión de la recesión es amplísima: solo 2 de los 42 países exhiben datos positivos: China, con un exuberante 54,6%, y Singapur, 35,4 por ciento.
Siempre en relación al nivel de actividad económica, donde más rezagada queda la Argentina es en las proyecciones anuales: según The Economist, que se basa en informes de su unidad de inteligencia (Economist Intelligence Unit) y Haver Analytics, el PBI argentino será el tercero que más se contraerá en 2020: 11%; detrás de Perú (13%) y España (12,6).
Donde el país es, en ausencia de Venezuela, líder indiscutido, es en tasa de inflación; encabeza el acumulado de los últimos 12 meses, con 36,6%, y la proyección 2020, que The Economist calcula en 41,7%. Para dar una idea de la excepcionalidad de estas tasas cabe consignar que el único de los demás 41 países que muestra inflación de dos dígitos es Turquía: 11,7% en los últimos 12 meses y una proyección de 13,4% anual. El tercer país de más alta inflación es Pakistán: 9% en los últimos doce meses, pero en baja, con una proyección de 5,8% al cierre del año.
En ausencia de Venezuela, la Argentina encabeza por amplio margen el ranking de inflación, con 36,6% en los últimos 12 meses y un 41% que The Economist proyecta para 2020. El país que más de cerca le sigue es Turquía, con 11,7% y 13,4%, respectivamente. Todos los demás muestran tasas de un solo dígito
En cuanto al tipo de cambio, la Argentina aparece como el segundo que más devaluó su moneda (25%), después de Brasil (25,7%). Eso se debe a que la revista toma la cotización oficial. Si se tomaran las “alternativas”, el peso argentino sería por amplio margen la moneda que más se devaluó. Es un contraste con la tendencia general, ya que la mayoría de los países del listado revaluaron su moneda respecto del dólar. La corona sueca fue la que más se apreció: 11,3%, seguida por el franco suizo (9,9%), el euro (7,1%), el dólar australiano (6,5) y el yuan chino (4,9). El caso argentino sí encaja en la tendencia regional: los 6 países latinoamericanos incluidos (Argentina, Brasil, Chile, Colombia, México y Perú) devaluaron su moneda en lo que va del año.
Otro indicador es la tasa de desempleo. Allí la Argentina aparece como el octavo país de más alta desocupación (13,1%), detrás de Sudáfrica (23,3), Perú (18,2), Colombia 16,8, Brasil (13,3), Grecia (16,8), España (16,2) y Turquía (13,4). De vuelta, cabe aclarar que el último dato dado por el Indec (que consigna The Economist) está atenuado porque casi 4 millones de personas dejaron de buscar trabajo (y que por no buscar no se consideran “desocupados”); de lo contrario, estimaron algunos laboralistas, el desempleo se estiraría hasta el 28,9%. Vale decir, también, que la brecha entre tasas técnicas y más realistas de desempleo puede darse en otras economías, debido a las restricciones que suponen la pandemia y, allí donde están vigentes, las medidas de cuarentena.
Otra peculiaridad, resultado de la respuesta que casi todos los gobiernos del mundo dieron a la pandemia de coronavirus es que los 42 países listados por The Economist registran déficits fiscales, desde el pavoroso 18,2% de Gran Bretaña, el 15,7% de Brasil y el 15,3% de EEUU (los tres que se suben al podio), hasta los muy modestos déficits de Noruega y Taiwán, sobre un fondo de rojos presupuestarios en el que el 10% de la Argentina aparece normal.
La influyente revista da cuenta también de la evolución bursátil, con predominio de las bajas sobre las alzas. Entre estas últimas sobresalen la bolsa de Shenzhen (China), con una suba de 32,9% en lo que va del año y el Nasdaq de EEUU (31,2%), por mezcla de repunte económico y esteroides monetarios y fiscales. Curiosamente, aquí también la Argentina aparece en terreno “positivo”, con una “suba” del 13,5% del Merval. Claro que se trata del índice en pesos, contra una inflación cercana al 30% y disparada cambiaria.
El mejor dato relativo de la economía argentina, paradójicamente, se da en el sector externo, pues el fuerte superávit comercial (básicamente por derrumbe de las importaciones, que caen al doble del ritmo que las exportaciones) resulta en un superávit en cuenta corriente de 2,2% del PBI. De 42 países listados por The Economist, 27 registran superávit y 15 déficit externo. Los más superavitarios en relación a su PBI son Singapur (18,5%), Taiwán (12,3) y Alemania (5,4) y los más deficitarios Arabia (4,7%) y Turquía (4,1), aunque el que absorbe el grueso de los superávits con su déficit es EEUU (1,8%), más allá de las baladronadas de Donald Trump.
Salud y Economía
También la Luohan Academy, en su “Pandemic Economic Tracker” (algo así como un “rastreador económico de la pandemia”) lista a 61 países entre los que incluye a la Argentina, que aparece como la sexta economía más afectada por el coronavirus, por caída del PBI: 11,8%, sólo superada por Venezuela (11,9), Chile (12,6), Filipinas (13,4), Perú (14,1) e Israel (19,1).
La Luohan Academy es un centro especializado en el desarrollo de la “economía digital” y cuenta con 7 premios Nobel de Economía: Alvin Roth (2012); Bengt Hölstrom (2016); Christopher Pissarides (2010), Michael Spence (2001), Thomas Sargent 2011, Lars peter Hansen, 2013 y Erik Maskin (2007), además de Erik Brynjolfsson, director del Laboratorio de Economía Digital de la Universidad de Stanford, una de las luminarias mundiales en temas de tecnología y empleo.
Entre otras cosas, este centro diseñó un sistema gráfico de observación de los aspectos sanitario y económico de la pandemia: en el eje vertical mide el grado de retracción del PBI y en el horizontal la cantidad de días que demora un país en duplicar el número de contagios. El gráfico de arriba, para cinco países latinoamericanos seleccionados, muestra que la Argentina aparece cerca de las economías chilena y peruana en términos de caída del PBI, es a su vez la que a la fecha más rápidamente duplica el número de contagios de coronavirus y la única a la que hasta ahora la Academia no detectó un punto de inicio de “recuperación”. Un pésimo resultado, en dos dimensiones.
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