Los pronósticos más pesimistas y optimistas de los analistas sobre el dólar y la inflación para fin de este año y 2021

Un informe resume las proyecciones sobre el tipo de cambio oficial, la suba de los precios, la actividad económica y otros indicadores clave, en un contexto de alta incertidumbre

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El ministro Martín Guzmán
El ministro Martín Guzmán

Los bancos y consultoras pronosticaron que este año la inflación puede llegar hasta el 46% y a 58% el próximo, mientras que el tipo de cambio oficial podría tocar $ 100 y $ 140, respectivamente.

En cuanto a la actividad económica, el promedio de las expectativas de los participantes del último relevamiento de FocusEconomics creen que la recesión podría trepar hasta el 14% este año y la recuperación hasta el 8,5% el próximo.

En cuanto al dólar, el promedio de los economistas afirmó que, sin el impuesto PAIS ni la retención del 30% de Ganancias, terminaría en $ 86,22 en diciembre próximo, frente a $ 81,4 estimado en el presupuesto que ya fue superado por la realidad, pero los bancos Citi y HSBC se estiraron hasta los $ 100, seguidos por Goldman Sachs con $ 95, el estudio Ferreres con $ 92, Capital Economics con $ 90 y Ecosignal con $ 88,8, frente a los $ 82,5 de la cotización del Banco Nación. Un número parecido al actual esperan Seido y Oxford Economics con $ 82 y Societe Generale con $ 81.

Para diciembre de 2021, el promedio esperado es de $ 122,1 ($ 102,4 en el presupuesto), pero el Citi y el HSBC también picaron en punta con $ 140, seguidos por Ferreres con $ 137,5, 132,5 de FIEL y 132 de Econviews. Del otro lado, Analytica prevé $ 99, el Scotiabank $ 106, Moody’s $ 111 y UBS $ 113.

Respecto de la inflación, frente al 32% previsto por el Gobierno en el presupuesto para este año, UBS se estiró hasta 46,6%, BNP Paribas y Euromonitor a 44%, Duckerfrontier a 43,6%, Empiria 43,4%, Oxford Economics 43,3%, Fundación Capital 41,9%, EIU 41,7% y HSBC 41,2 por ciento.

En cuanto a 2021, que para el Gobierno terminará con una suba de precios del 29%, los privados en promedio creen que será del 46,1%, pero el Citi se estira al 58,7%, Empiria al 57,9%, Econométrica al 56,7%, Ferreres al 53% y UBS al 51,3 por ciento. Del otro lado, Julius Baer prevé 34,5%, Capital Economics el 38%, Analytica el 39,9% y S&P el 40 por ciento.

Acerca del PBI, que para el Gobierno caerá 12,1% este año, los analistas por ahora observan una caída del 11,6% en promedio, pero el banco BBVA y Analytica se estiraron al -14% e Invecq y Goldman Sachs a -13%, seguidos por Euromonitor y Quantum con -12,5% y UBS con -9,2 por ciento.

Para el año próximo, el Gobierno proyecta un rebote del 5,5%, similar al consenso de los analistas, del 5 por ciento, aunque en este caso BNP Paribas se estira al 8,5%, seguido por Supervielle con 8,3%, Torino Economics con 8,2% y Econviews con 6,5 por ciento. En cambio, Analytica prevé 1,9%, Fitch 2,9%, Banco Galicia 3,6% y Credit Suisse el 3,9 por ciento.

Respecto del resto de las variables, los analistas estimaron que el desempleo será del 13,3% a fin de este año y del 12,7% en 2021; el consumo privado caerá 13% y crecerá 5,7%, respectivamente; la inversión fija -2,7% y 6,6%, la industria -12,1% y 6,4% y el déficit fiscal alcanzará al 9,4% y el 6,2 por ciento.

La directora gerente del FMI,
La directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, subió el tono esta semana sobre la situación argentina

De todos modos, tanto los analistas privados como los técnicos de los organismos multilaterales saben que es muy difícil hacer cálculos en un contexto de alta incertidumbre macroeconómica, cambiaria y financiera, tal como lo expresó esta semana la titular del Fondo Monetario, Kristalina Georgieva, y la misión que pasó por Buenos Aires los días previos. El FMI prevé que haya una recesión del 11,8% este año y un rebote del 4,9% el próximo.

En este sentido, los analistas creen que la política del super cepo que está aplicando el Gobierno solo puede llevar a una mayor caída en el nivel de actividad, sin detener la caída de reservas del Banco Central ni las expectativas de una devaluación en el tipo de cambio oficial, por lo que, más allá de algunas medidas puntuales, esperan un cambio de nombres y una orientación económica definida.

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