Dólar: 6 claves para entender las medidas del BCRA ante la tensión cambiaria y cuál es el efecto que pueden tener

Ayer la autoridad monetaria lanzó otro pequeño paquete de medidas en medio de la disparada del dólar libre y la caída de reservas. Mejora levemente la tasa de plazos fijos, colocaciones a tasa de corto plazo y traba importaciones

Foto de archivo - Fachada del banco central de Argentina (BCRA), en el distrito financiero de Buenos Aires. Sep 24, 2020. REUTERS/Agustin Marcarian

El directorio del Banco Central (BCRA) publicó ayer una serie de medidas orientadas a intentar calmar el frente cambiario. En un día en el que el dólar libre alcanzó por primera vez los $171 y la brecha cambiaria llegó al 120%, la entidad conducida por Miguel Pesce vivió ayer en el mercado cambiario formal otra rueda de pérdida de reservas al tener que vender USD 50 millones para conducir el avance del dólar mayorista. Hoy, la primera reacción del mercado no fue positiva. La cotización libre siguió subiendo y llegó a un nuevo récord de $178.

La brecha, la pérdida de reservas y las previsiones negativas para el futuro del peso argentino hicieron que el mercado aguardara con expectativa el resultado de la reunión de directorio que cada jueves tiene lugar en la autoridad monetaria. Lo que salió fue una serie de modificaciones pequeñas de tasas, condiciones para la colocación de la liquidez de los bancos y una normativa más estricta para el pago de importaciones.

La sensación de que se trata de más retoques insuficientes reina entre operadores y analistas, que no son decisiones que puedan cambiar las expectativas, frenar la disparada de los dólares paralelos y detener la pérdida de reservas del BCRA. En un repaso punto por punto se puede analizar cuál es el sentido de cada medida, qué objetivo busca y qué resultados puede obtener a los ojos del mercado.

1. Sube un punto la tasa de plazos fijos

Una de las decisiones centrales del Directorio del BCRA, al menos desde el punto de vista del ahorrista minorista, fue continuar con el proceso de “armonización” de las tasas que fija la entidad. Entre esos puntos, se destaca la suba de un punto para la tasa mínima de plazos fijos de 30 días.

Miguel Pesce, presidente del Banco Central

Lo que determinó el Central fue que los plazos fijos tradicionales a un mes de plazo pasarán a pagar 34% de tasa nominal anual, un avance de un punto desde el 33% piso que se fijaba hasta ayer. Afecta exclusivamente a depósitos hechos por personas humanas -no empresas- y de menos de $1 millón.

El cambio es poco menos que marginal. En términos mensuales, la tasa del 33% suponía una tasa efectiva mensual -el rendimiento sobre el capital que se consigue en 30 días- del 2,71%. Con la nueva tasa anual, el rendimiento en un mes sube así al 2,8%.

De esta manera, lo que paga el plazo fijo pasa a adaptarse al último registro de inflación, el de septiembre. Hasta ahora, con la tasa anual del 33% alcanzaba para empatar la marcha del nivel general de precios que mide el Indec. El dato de septiembre superó ese rendimiento, y con esto el BCRA lo ajusta.

Para empresas y depósitos de más de $1 millón a 30 días, la tasa pasa en cambio a ser del 32%, por debajo incluso del último registro mensual de inflación.

A pesar de la tensión cambiaria reinante los plazos fijos gozan de un boom. Los depósitos de este tipo crecían a septiembre 80% interanual y 30% en términos reales, es decir, si se tiene en cuenta el efecto de la inflación. Se explica. más que nada, por empresas y en menor medida ahorristas minoristas sin acceso a otras formas de inversión o que están forzadas a colocar en pesos y encuentran en la tasa del plazo fijo uno de los mejores rendimientos del mercado. Y, a falta de opciones mejores, prefieren un mal rendimiento a ninguno.

Efecto: la suba de tasa beneficia a esas empresas y ahorristas que se quedaron en pesos, pero un rendimiento del 2,8% mensual tiene muy pocas chances de cambiar las decisiones de aquellos que optan por dólares que en sus cotizaciones alternativas acumulan un alza del 15% en el último mes, 115% en el año.

2. Aumenta tasas de corto plazo

Otra parte de la armonización de tasas anunciada por la autoridad monetaria se concentró sobre los rendimientos de los pases pasivos. Los pases, como las Leliq y en otra época las Lebac, son instrumentos que usa el Banco Central para regular la cantidad de dinero y los rendimientos en pesos de todo el sistema financiero. Al permitir a los bancos colocar pesos de depósitos que no logran dirigir a préstamos u otras inversiones en pases, la entidad se evita que ese dinero circule por la economía.

A diferencia de las Leliq, los pases son de más corto plazo: de 1 a 7 días. La relevancia de estos instrumentos es que afectan con sus rendimientos a las tasas de todos los instrumentos de corto plazo. Ayer el Central decidió subir esas tasas.

“El BCRA decidió elevar la tasa de pases pasivos a un día a 30% nominal anual, lo cual implica una suba de tres puntos respecto de la vigente, y ofrecer pases pasivos a 7 días, con una tasa de 33% nominal anual”, detalló un comunicado.

Hay varias tasas cortas que se ven afectadas directa o indirectamente por la tasa de pases. Por ejemplo se puede mencionar a la caución bursátil, un préstamo en pesos de corto plazo que se utiliza en el mercado para invertir. Es decir, se toman prestados pesos para colocar en bonos, acciones y otros vehículos.

La tasa de caución le dio bastantes dolores de cabeza al BCRA en los últimos meses. Llegó a caer hasta a un digito en abril cuando el BCRA empezó con la emisión monetaria masiva y se mantuvo por debajo del 25% anual, lo que en un momento significó que para los inversores más arriesgados tenía sentido tomar plata prestada a ese costo tan bajo para invertir en dólar MEP o contado con liquidación, con expectativas de ganancias mucho mayores. Es decir, eran préstamos baratos que financiaban la corrida contra el peso. Una caución más cara puede terminar con esto.

La suba de tasas de corto plazo va a elevar los rendimientos en otros vehículos. Por ejemplo, las cuentas remuneradas que los bancos ofrecen a empresas para colocar sus cajas. También, por esa vía, el rendimiento de los fondos comunes de inversión que invierten en esas cuentas y en plazos fijos, y que tienen el mismo uso: colocar pesos a tasa en plazos menores a un mes. En el margen, un mejor rendimiento de estas colocaciones cortas debería ayudar a incentivar quedarse en pesos. Pero el cambio es tan pequeño que el efecto puede ser marginal.

Efecto: con esto el BCRA reduce el financiamiento barato para comprar dólares que existía en el mercado, al tiempo aumenta el premio de invertir en pesos en el cortísimo plazo, pero las variaciones de las tasas son tan pequeñas que no promete ser un cambio en el juego.

3. Baja de la tasa de Leliq

La contracara de la suba en los rendimientos de los pases pasivos es un nuevo recorte a la tasa de Leliq, el principal instrumento de regulación de la cantidad de dinero en circulación con el que cuenta el BCRA. El 9 de octubre la había bajado del 38% al 37% y, desde hoy, pasa a fijarla en el 36% nominal anual.

Según explicó la propia autoridad monetaria en un comunicado, la suba de tasa de pases se compensa con la baja de la tasa de Leliq para “reducir en forma gradual el costo cuasifiscal (N. de la R: el costo que paga el BCRA por sus tasas) de la esterilización a la vez que aumenta su efectividad para influir en las tasas de corto plazo de la economía”.

Es decir, el BCRA tiene en mente mantener a raya los costos que paga por mantener pesos fuera de circulación con pases y Leliq. De esa manera, al tiempo que sube la tasa corta, baja otra algo más larga de manera tal de reducir el costo total en el que incurre. En el neto, la decisión de subir tasas de pases queda diluida por la baja de tasas de Leliq.

“Más o menos la tasa promedio ponderada, la que reciben los bancos de los pasivos remunerados del BCRA, va a subir entre 0,5% y 1,6% de acuerdo a como se componga el stock de pases, una vez que incorporamos en la tasa de Leliq”, dijo Juan Ignacio Paolicchi de EcoGo.

“No va a frenar la dinámica del dólar porque no es la señal contundente que está esperando hoy por hoy, que es una suba de tasa en la que el Central no tenga miedo de dar una señal disruptiva que frene la brecha y frene la demanda de dólares en todos los mercados”, dijo Paolicchi.

Efecto: con la baja de tasa de Leliq el BCRA se ahorra parte del costo de subir las tasas cortas y, además, reduce la efectividad de la suba de tasas

4. Endurecen el cepo para importadores

Una de las medidas más resonantes entre empresas está contenida en la Comunicación “A” 7138 de ayer. Allí el Central anunció nuevas restricciones para que importadores accedan al mercado cambiario mayorista. En algunos casos se exigirá aprobación previa de Aduana y quienes hayan hecho hace 1 año pagos por importaciones de bienes que aún no ingresaron al país deberán regularizar su situación para poder volver a hacer pagos anticipados. Además, el régimen informativo de “Anticipo de operaciones cambiarias” para operaciones de más de USD 500.000 será a partir de ahora para todas las operaciones de USD 50.000 o más.

De acuerdo al informe oficial del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) de Argentina, el volumen del intercambio comercial (exportaciones más importaciones) disminuyó un 15,3 % interanual y alcanzó un valor de 8.440 millones de dólares. EFE/Kimimasa Mayama/Archivo

En la práctica, esto busca reducir la demanda de dólares en el mercado oficial. Frenar o reducir, si se quiere, las ventas diarias de reservas que se ve forzado a hacer Pesce para conducir el precio de la divisa.

Con una brecha cambiaria encima del 120% y las expectativas de devaluación que alienta, los importadores adelantan cada pago al exterior que pueden, por temor a llegar tarde. Por ejemplo, según el último informe del mercado de cambios del BCRA en agosto todos los pagos por el concepto bienes -pagos de importaciones- sumaron USD 3.709 millones. En el mismo mes de 2019 habían sido USD 2.909 millones, un 21% menos. Y esto a pesar de que las Licencias No Automáticas ya son una traba importante.

Efecto: los nuevos requisitos para pago de importaciones prometen hacer menos fluida a la entrada de bienes y la salida de divisas que genera, una reducción de la demanda de dólares que puede disminuir las ventas de reservas del BCRA pero con costos en materia de actividad económica.

5. Beneficios para el pago de deuda de empresas

Por último, el BCRA suavizó los límites que impuso a las empresas para el pago de sus deudas en dólares. Ahora, podrán disponer de las divisas generadas por exportaciones para pagar deudas reestructuradas.

“Significa que aquellas compañías que reestructuren según los parámetros dispuestos por el BCRA podrán usar los dólares de exportaciones para aplicar a las nuevas deudas. Sigue siendo una incógnita qué pasará con las empresas que no puedan reestructurar sus pasivos: ¿BCRA dará 40% de los dólares para pagar? ¿Permitirá uso de dólares propios?”, analizó un informe que circulaba esta mañana entre bancos.

Efecto: la iniciativa del 15 de septiembre pasado, que fuerza a las empresas a reestructurar el 60% de sus deudas en moneda extranjera para poder acceder al mercado cambiario a adquirir los dólares necesarios para el restante 40% se suaviza, aunque no resuelve el problema que hizo caer a la deuda empresaria en el mercado.

6. Reducen el universo de empresas beneficiadas con tasas subsidiadas

Por último, el Directorio de la entidad modificó el esquema de créditos a tasa subsidiada para pymes diseñado por el parate económico que generó la pandemia. Los créditos a tasa del 24%, a partir de ahora, serán exclusivos para empresas que accedieron al programa de Asistencia al Trabajo y la Producción (ATP).

Una segunda Línea pyme para Inversión de Capital estará disponible para empresas que adquieran bienes de capital y las del rubro de construcción, con una tasa de interés de 30%. Una tercera línea destinada a financiar el capital de trabajo de empresas pyme estará disponible con tasa de 35%.

El Banco Central busca mantener así financiamiento barato para asistir a empresas en el contexto de la pandemia. Pero se muestra consciente a su vez de que la disponibilidad de crédito barato, muy por debajo de la tasa de inflación y devaluación, se genera un incentivo a adelantar importaciones que tiene un rol clave en el proceso productivo de las empresas. Y también a apostar por dólares alternativos.

Efecto: al reducir el universo de empresas que pueden acceder a crédito barato, Pesce busca reducir la demanda de importaciones y la fuga hacia el dólar en el mercado informal.

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