Tras varias semanas de intercambio con el sector privado, desde el Banco Central se prepara una normativa que puede disparar una verdadera explosión de pagos con código QR. que en la entidad aseguran que estará lista “durante octubre”. Si bien todavía faltan definir varios aspectos de la letra chica, de concretarse el plan oficial se aguarda un escenario muy diferente para pagar en la Argentina, el país del “solo efectivo”, en el que podría haber menos billetes y más teléfonos celulares.
El nuevo impulso a los pagos digitales aspira a unificar todos los pagos con un único código QR, que servirá para pagar con todas las opciones, tanto de bancos como de fintech. El comerciante tendrá un solo QR en su mostrador y recibir pagos con él le representará dos grandes diferencias en relación a las tarjetas: las comisiones serán más bajas, entre el 0,6 y el 0,8%, y el dinero de la compra se acreditará de forma inmediata, reduciendo el costo financiero.
A estas ventajas, se podría sumar una tercera y crucial: el BCRA dialoga con la AFIP y con los organismos tributarios provinciales para reducir las retenciones de impuestos como una vía para promover el sistema. Los costos tributarios para el comerciante son mucho más altos que las comisiones financieras.
El proyecto Transferencias 3.0 fue presentado por el Banco Central a las empresas del sector financiero en julio, tal como oportunamente comentó Infobae. Desde entonces, la idea original ha recibido muchas modificaciones en virtud de la interacción de la que participaron las asociaciones de bancos, la Cámara Argentina de Fintech, adquirentes como Prisma, First Data o Mercado Pago, prestadores tecnológicos como Red Link, Coelsa o Interbanking y las administradoras de tarjetas. Con todos ellos se realizaron más de 20 reuniones vía Zoom con las autoridades del BCRA, encabezadas por el director Carlos Hourbeigt y técnicos del área de Medios de Pago.
Uno de las principales modificaciones del proyecto original fue la del “tramo gratuito”. En el primera versión del plan, se establecía que los comercios con facturación mensual menor a 7.500 UVAs (alrededor de $450.000) iban a tener este servicio sin pagar comisiones. Desde el Central admitieron que eso no era sostenible, ya que la gratuidad iba a quitar el esfuerzo comercial de las empresas en darle servicio a pequeños comerciantes sin retribución alguna. Mercado Pago, cuya red de 1,3 millones de pequeños comercios y autónomos recibe pagos con QR gracias a sus servicios, iba a ser uno de los principales afectados. La empresa fundada por Marcos Galperín, de permanentes vaivenes con el gobierno, tuvo activa participación en las reuniones con el BCRA, al igual que los bancos y que otras fintech.
El “tramo gratuito” fue quitado del proyecto, aunque a modo de incentivo los pequeños comerciantes podrían recibir los primeros 3 meses sin pagar comisiones. La contrapartida de este cambio, pasa por la acreditación inmediata del importe de la transacción, uno de las principales quejas de los comerciantes que reciben pagos con tarjeta de débito o crédito e, incluso, con el QR actual. El plazo de acreditación en la cuenta del comerciante puede extenderse a varios días, generando un costo financiero elevado. En el proyecto que se apresta a aprobar el Central, ese plazo desaparece.
Otro punto reclamado por los comerciantes que desaparece es la “reversibilidad” de las operaciones, por la cual la tarjeta admite una operación que luego cancela.
En las primeras presentaciones se habló de una comisión de 0,6%, dividida en un 0,4% para el adquirente contratado por el comercio (Prisma, First Data, Mercado Pago y otros) y el 0,2% para la billetera digital o el banco del cliente. Hoy se habla de una comisión del 0,8%. En el BCRA esperan que el nuevo esquema tenga tanta competencia que esas comisiones puedan ser aún menores. Basan esa presunción en que el sistema contempla a todos los protagonistas del escenario financiero actual, que incluyen a Mercado Pago y la ola de billeteras digitales que llega de ambos mundos, los bancos y las fintech. En pocas semanas se espera la aparición de Modo, la billetera común a todos los grandes bancos del sistema, públicos y privados.
En la Cámara Argentina de Fintech apoyan con firmeza el proyecto, ya que siempre defendieron la idea de pagos con QR con interoperabilidad, y destacan que es productivo para todos los actores. Un sistema de estas características permite aprovechar la interconexión y luego, sobre esa infraestructura común, podrán competir tanto bancos como fintech, con cuentas bancarias (con CBU) y virtuales (con CVU). También explican el aporte que el crecimiento de las billeteras tiene en términos de inclusión y desarrollo de servicios financieros; las fintech ya reunieron en el último año más de 3 millones de cuentas para operar en fondos comunes de inversión, mucho más que el sistema bancario en décadas.
Por último, el proyecto Transferencias 3.0 podría tomar partido en la batalla central en el mundo de los medios de pago, que pone a las transferencias de un lado y a las tarjetas del otro, dando prioridad a las primeras sobre el dinero plástico. Una efectiva interacción entre las cuentas bancarias y las billeteras, con costos reducidos para los comerciantes y gratuidad para los usuarios, podría ser el punto de partida para generar un nuevo paradigma y agilizar la adopción de pagos digitales.
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