En el segundo trimestre del año se perdieron 3.757.000 puestos de trabajo o un 18%, al alcanzar los 17,1 millones, como consecuencia de la recesión y del impacto de la crisis sanitaria. Así lo ratificó este jueves el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) luego de que se conociera previamente la Encuesta Permanente de Hogares (EPH).
La contracción en el empleo, que en el segundo trimestre golpeó a pleno al mercado de trabajo, fue aún mayor en el sector de los puestos asalariados no registrados o en negro de la economía informal, con una baja del 34% interanual.
El Indec confirmó que si bien todas las modalidades de trabajo fueron afectadas, la cuarentena golpeó con mayor fuerza a los asalariados “en negro” y cuentapropistas
También fue alta la disminución en el empleo de los trabajadores no asalariados, sector que agrupa a trabajadores por cuenta propia, independientes y monotributistas donde la baja alcanzó al 28,6%, en la comparación con el segundo trimestre del año anterior.
El menor impacto se registró en el sector de la economía en blanco, donde los trabajadores asalariados tuvieron una baja del 3,3%.
A marzo último había 20.879.000 puestos y se pasó a 17.122.000 a fines de junio último, lo que representa una fuerte caída del 18%.
La tasa de desocupación subió del 10,4% al 13,1%, un nivel que no se alcanzaba desde el tercer trimestre de 2004
El Indec confirmó que si bien todas las modalidades de trabajo fueron afectadas, la cuarentena golpeó con mayor fuerza a los asalariados “en negro” y cuentapropistas. De acuerdo con el informe, 3,75 millones de trabajadores perdieron su trabajo o no pudieron realizarlo en el segundo trimestre de este año, durante el período de mayores restricciones a la actividad.
La tasa de desocupación subió del 10,4% al 13,1%, un nivel que no se alcanzaba desde el tercer trimestre de 2004.
Con relación a un año atrás, el organismo que conduce Marco Lavagna afirmó que “en el segundo trimestre de 2020 los puestos de trabajo totales dan cuenta de un descenso de 16,8% respecto del mismo trimestre del año anterior, debido a una variación de los puestos de trabajo asalariados de -12,9%, y una reducción de los puestos de trabajo no asalariados de 28,6%”.
Por las suspensiones y reducción de las jornadas de trabajo, “la caída en horas trabajadas (-34,6%) fue superior a la registrada en los puestos de trabajo, por lo que las horas por puesto de trabajo mostraron una retracción de 21,4% frente al segundo trimestre de 2019”.
De los 3.757.000 puestos laborales perdidos, 289.000 correspondieron a asalariados registrados, 1.695.000 a asalariados informales y 1.774.000 a trabajadores por cuenta propia.
El personal doméstico sufrió una pérdida de casi 600.000 puestos, la construcción de casi 400.000 y hoteles y restaurantes 304.000.
La caída en horas trabajadas (-34,6%) fue superior a la registrada en los puestos de trabajo, por lo que las horas por puesto de trabajo mostraron una retracción de 21,4% frente al segundo trimestre de 2019
Los mayores puestos asalariados no registrados se concentran entre el personal doméstico (598.000), el comercio (562.000), construcción (364.000), agricultura y ganadería (510.000), industria manufacturera (327.000), servicios sociales y salud privados (177.000), transporte y comunicaciones (165.000), y hoteles y restaurantes (83.000).
El menor impacto se registró en el sector de la economía en blanco, donde los trabajadores asalariados tuvieron una baja del 3,3%.
Las horas efectivamente trabajadas anualizadas, durante el segundo trimestre, alcanzaron las 20.303 millones, con una caída del 34,6% y de ese total 15.588 corresponden a asalariados, con una reducción del 33,6%, y 4.715 a no asalariados o trabajadores independientes, con una baja del 37,8%.
En el caso de los trabajadores registrados, el descenso de las horas trabajadas es de 31,5%, mientras que en los no registrados descendieron 39,4%.
En el segundo trimestre, el sector de la pesca fue el de mayor cantidad de horas trabajadas por puesto, con 3.222 horas trimestrales anualizadas, seguidos por los servicios sociales y de salud públicos, con 1.700 horas.
Los sectores con menores horas trabajadas fueron los más afectados por la emergencia sanitaria, como el servicio doméstico, que alcanzó las 587 horas, y hoteles y restaurantes, con 600 horas.
La pandemia y la decisión de instaurar el aislamiento social preventivo y obligatorio (ASPO) desde fines de marzo generaron un fuerte impacto en la actividad económica y en los indicadores laborales.
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