La número uno del Fondo Monetario puso el dedo en la llaga. Al hablar sobre los “dramáticos desafíos” que enfrenta la Argentina, Kristalina Georgieva hizo referencia en forma explícita a las dificultades que plantea el fuerte aumento de la brecha cambiaria. Sin embargo, el Gobierno sigue subestimando el efecto del aumento a niveles récord del dólar Bolsa y del “blue”. Y ayer el Presidente fue más allá al asegurar que “no piensa” en devaluar.
Los inversores, sin embargo, ven cada vez más difícil que se mantenga una brecha superior al 100% sin mayores consecuencias. Alberto Fernández había minimizado la suba del “blue” a $ 167, indicando que la ausencia de turismo impactaba en la menor oferta de dólares en ese mercado. Pero ayer también el contado con liquidación voló hasta un nuevo récord y tocó los $ 165. Esto significa que muchos inversores buscaron dolarizar sus tenencias a precios que hasta hace pocos días eran considerados impensables.
Pero lo más fuerte fue la declaración del Presidente asegurando durante el Coloquio de IDEA que no piensa en devaluar, como tampoco meterse con los depósitos en dólares. Si bien lo segundo luce mucho más factible, ya que los bancos tienen la mayor parte de esas colocaciones “encajada” en el Central, parece mucho más complejo sostener el ritmo de aumento del dólar oficial, que viene subiendo prácticamente al mismo ritmo que la inflación a lo largo del año.
La titular del FMI citó expresamente su preocupación por el aumento de la brecha cambiaria, algo que el Gobierno intenta minimizar. Le resultará cada vez más difícil al Presidente continuar con la suba gradual del dólar oficial, mientras los restantes tipos de cambio vuelan
El problema es que la brecha genera todo tipo de distorsiones. La principal es que los importadores buscan comprarle todos los dólares posibles al BCRA, mientras que los exportadores se resisten a liquidar. A la larga, se trata de una ecuación ruinosa para la entidad. Ayer mismo tuvo que volver a vender alrededor de USD 50 millones ya que el mercado cambiario sigue desbalanceado.
“Lo mejor sería que el Gobierno encare una adecuación ordenada del tipo de cambio, porque si no el mercado va a forzar que sea en forma desordenada y eso no le conviene a nadie”, explicaba ayer uno de los principales operadores financieros del mercado local a Infobae.
El Gobierno viene insistiendo con parches y tratando de ganar tiempo, pero las últimas medidas no han dado resultado. El propio Presidente reconoció en las últimas horas que la baja de retenciones no consiguió acelerar la liquidación de divisas.
Ahora la expectativa está puesta en la reunión de directorio del Central y se esperan nuevas medidas para estabilizar el mercado cambiario, al menos que no siga aumentando la brecha. Pero nadie espera al menos por ahora alguna medida que vaya a cambiar sustancialmente el panorama o que de la noche a la mañana regenere la confianza.
Además de decisiones puntuales relacionadas con el funcionamiento del mercado de cambios, también crecen las especulaciones vinculadas con la tasa de interés. Se considera muy probable que en breve el Central dé señales concretas que promuevan un aumento de la tasa de interés en pesos para tratar de seducir a los inversores. También sería el Tesoro quien podría impulsar un incremento de los rendimientos en pesos, lo que podría ocurrir en las próximas licitaciones de bonos.
Si bien la baja de inflación interanual a poco más de 36% podría aconsejar cautela a la hora de aumentar la tasa, por otra parte la inflación también viene aumentando y tocó el 2,8% en septiembre, mientras que se espera un salto al 3% en octubre. Pero del otro lado, también se considera que mayores rendimientos en pesos sin un sinceramiento cambiario sólo generaría más incertidumbre y ansiedad.
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