El viernes pasado, mediante la Resolución 41/20 publicada el Boletín Oficial, la Argentina aprobó el trigo transgénico tolerante a sequía, denominado HB4. El mismo fue desarrollado por la empresa Indear, conformada de manera mixta por el Conicet y Bioceres. La normativa oficial establece como condición esencial para poder ser comercializado que también sea aprobado en Brasil, ya que se trata del principal importador de trigo local.
En ese sentido, hoy la Asociación Brasileña de Trigo (Abitrigo), integrada por los molinos que importan una gran parte de la producción nacional del cereal, se pronunció en contra de la aprobación del HB4. “Vamos a expresar nuestra negativa a la comercialización tanto de harina como del trigo transgénico, en el transcurso de la audiencia pública convocada por la Comisión Nacional de Biotecnología de Brasil, a solicitud de la empresa argentina productora del trigo transgénico”, señalaron en un comunicado.
Y agregaron: "Desde hace unos 30 años, este tema ha sido objeto de análisis por parte de la comunidad científica internacional, de gobiernos y consumidores en países que tienen una fuente esencial como Canadá, Estados Unidos, Australia y la Comunidad Europea, donde el consumo per cápita supera al consumo brasileño dos veces. Estos análisis determinaron, hasta el momento, la no aprobación del uso de trigo genéticamente modificado”.
Además, se citó un informe de la FAO en el cuál se sostiene que hay registro de dos variedades de trigo transgénico aprobadas en el mundo, una en Estados Unidos en 2004 y la otra en Argentina. En el primer caso, el trigo modificado genéticamente “generó grandes repercusiones negativas a nivel mundial y la interrupción de su producción y comercialización”.
A su vez, una investigación de Abitrigo determinó que "el 85% de los molinos de Brasil no es favorable al uso de trigo transgénico y el 90% informó estar dispuesto a interrumpir sus compras de trigo argentino si se inicia la producción comercial en ese país. Por otro lado, no hemos identificado ningún movimiento de demanda de los consumidores brasileños por soluciones transgénicas. Por el contrario, hay manifestaciones de asociaciones de consumidores con restricciones sobre el uso de estos productos transgénicos”, comentaron desde Abitrigo.
Ante la consulta realizada por este medio, fuentes de la empresa Bioceres recordaron que la nota de Abitrigo surge a pedido de las entidades argentinas. Además, adelantaron que tienen pautada una serie de reuniones en los próximos días con los directivos de la Asociación para atender sus dudas e inquietudes.
Hay que recordar que Bioceres desde hace años viene trabajando intensamente para que las autoridades gubernamentales aprueben el trigo transgénico. De acuerdo a los primeros ensayos realizados, el HB4 presenta una mejora de un 20% en los rendimientos en el caso de un escenario de sequía frente a los trigos convencionales.
A su vez, aquellos productores que se muestran a favor de la nueva variedad, señalaron que todo esto permitiría la siembra en aquellas zonas donde no hay un elevado desarrollo de precipitaciones durante el año, contribuyendo a una mejor rotación de los cultivos y a la sustentabilidad de los planteos agrícolas.
En cuanto a la aprobación de Brasil, el CEO de Bioceres, Federico Trucco, señaló días atrás en una entrevista con Infobae: “Cuando nos aprobaron la soja, en 2015, nos pidieron algo similar respecto de China. Es una consideración para cuidar a los mercados de exportación. Como compañía también tenemos otras exigencias, nos ponemos la vara más alta de acuerdo a la realidad del negocio.”
El rechazo en Argentina
Al rechazo expresado por Abitrigo en esta jornada, se sumó la semana pasada el de casi toda la cadena comercial de la Argentina, desde donde advirtieron que nuestro país, uno de los principales exportadores mundiales de trigo, podría perder mercados ante el rechazo de los consumidores de los países importadores al trigo modificado genéticamente.
“No solo se ponen en riesgo las exportaciones de trigo y harina, sino también de pellets, almidón, gluten, panificados, fideos y todos los productos del segundo procesamiento donde existen miles de pymes que actúan en esta cadena. El Ministerio de Agricultura debe asumir las responsabilidades de las consecuencias directas que pueden generar costos económicos y comerciales para todos los productores de trigo, así como para todos los eslabones de comercialización y transformación interna y de exportación”, manifestaron en un comunicado un grupo de entidades de la cadena comercial del trigo.
El pronunciamiento estuvo a cargo de: Bolsa de Cereales de Buenos Aires, Bolsa de Cereales de Bahía Blanca, Bolsa de Cereales de Córdoba, Bolsa de Comercio de Chaco, Bolsa de Cereales de Entre Ríos, Bolsa de Comercio de Santa Fe, Bolsa de Comercio de Rosario, Cámara de industriales Molineros, Centro de Exportadores de Cereales, Centro de Corredores, Confederaciones Rurales Argentinas, Coninagro, Federación Argentina de la Industria Molinera, Federación Agraria Argentina y la Federación de Acopiadores.
“Reiteramos que los representantes de la cadena del trigo en Argentina apoyamos la ciencia nacional, la innovación tecnológica y los servicios que se siguen realizando en nuestro país, con vocación de aportar al desarrollo económico y social, y protegiendo el ambiente”, expresaron las entidades.
Y a todo esto, agregaron: “No tenemos dudas que el trigo HB4 no tiene riesgos ambientales ni de salud pública, y que el Senasa y la Conabia han realizado sendos estudios técnicos que así lo confirman. Ahora, llama la atención que el Gobierno decida de forma unilateral, sin consultar a los representantes de la cadena del trigo, la aprobación comercial. Más aún, cuando se han remitido notas con aportes y opiniones al Ministro de Agricultura y no se recibió respuesta alguna”.
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