El Gobierno Nacional subió el precio del bioetanol y del biodiesel y le agregó presión al valor de las naftas. Así, al término de esta semana habría una nueva actualización del impuesto a los combustibles, que podría impactar en el precio del surtidor.
A través de dos resoluciones que fueron publicadas este miércoles en el Boletín Oficial, la Secretaría de Energía fijó nuevos precios al bioetanol y al biodiesel.
En efecto, la Resolución 4/2020 fijó en 32,789 pesos por litro el precio de adquisición del bioetanol elaborado a base de caña de azúcar y del bioetanol elaborado a base de maíz, ambos para su mezcla obligatoria con nafta.
En tanto, en la Resolución 5/2020, también publicada este miércoles, la Secretaría de Energía estableció en 48.533 pesos por tonelada el precio de adquisición del biodiesel para su mezcla obligatoria con gasoil, “el cual regirá para las ventas realizadas a partir de la entrada en vigencia de la presente medida y hasta la publicación de un nuevo precio que lo reemplace”.
En los considerandos de ambas resoluciones la Secretaría de Energía, que depende del Ministerio de Economía, se reconoció que la actualización de los precios “traerían como consecuencia aumentos en el precio de las naftas en el surtidor que agravarían aún más la situación” económica en la que se encuentra la población, pero cabe mencionar que estos precios se encontraban congelados desde diciembre, por lo que también es complicado el contexto del sector. “De modo que resulta necesario fraccionar las citadas actualizaciones a fin de morigerar su impacto en el contexto macroeconómico actual y en pos de preservar los derechos que asisten a consumidores y usuarios de bienes y servicios”, se explicó.
“En tal sentido, corresponde también incorporar alternativas que permitan contemplar el potencial impacto que pudiera generar la variación del tipo de cambio y/o la volatilidad de los precios de algunos insumos que componen la estructura de costos de elaboración del bioetanol y del biodiesel, en los plazos de pago de dicho producto por parte de las empresas encargadas de llevar a cabo las mezclas con las naftas de uso automotor”, se añadió. Asimismo, en el artículo 3 de ambas resoluciones se aclaró que el plazo de pago del bioetanol y del biodiesel "no podrá exceder, en ningún caso, los 30 días corridos a contar desde la fecha de la factura correspondiente”.
“Es muy importante para las economías regionales que la actividad de los biocombustibles se pueda poner en marcha, para reactivar la producción y el trabajo del motor económico de varias regiones del país. Esta actualización, que será del 10%, es el punto de partida del trabajo conjunto que encaramos junto al presidente Alberto Fernández y el ministro Martín Guzmán con los representantes de los productores de biocombustibles para generar políticas que le den señales a un sector que viene muy castigado”, expresó el secretario de Energía, Darío Martínez.
En este contexto crece la presión para un posible aumento del precio de las naftas, ya que por otra parte esta semana se cumple la prorroga que dispuso el Gobierno a la actualización del impuesto a los combustibles: debió haber sido en el inicio de octubre, pero el Poder Ejecutivo la pospuso por 15 días.
De esta manera, el próximo viernes 16 podría haber un aumento de los impuestos sobre los Combustibles Líquidos y el Dióxido de Carbono, correspondientes al primer trimestre de 2020, que impactaría en los precios que pagan los consumidores por la nafta y el gasoil.
Sin embargo, en el sector estiman que para evitar un nuevo salto en los precios –que ya se ajustaron en agosto y septiembre pasado– el Gobierno podría volver a postergar la actualización del impuesto (lo que hasta ahora parece menos probable) o pedir a las empresas petroleras que lo absorban y no lo trasladen a los precios que pagan los consumidores.
Desde las empresas refinadoras, aseguran que, como vienen haciendo con los últimos aumentos, seguirán los pasos que tome YPF, que es la líder del sector, con una participación del 55% del mercado de venta de combustible. Las compañías estiman que los precios tienen un atraso de entre 7% y 8 por ciento.
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