Alerta de los inversores internacionales tras recibir respuestas poco convincentes del ministro Martín Guzmán

El funcionario ha mantenido conversaciones regulares con grandes fondos de inversión, que manifiestan su desconcierto por la falta de rumbo del Gobierno en materia económica; temor del JP Morgan por la aceleración inflacionaria

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El ministro de Economía, Martín Guzmán, intenta mejorar el humor de los mercados a través de una serie de contactos con los inversores financieros internacionales, en un contexto de muy baja credibilidad tanto hacia el equipo como hacia el rumbo del Gobierno.

Fuentes oficiales indicaron a Infobae que el ministro mantiene contactos permanentes con inversores del exterior y con empresarios en el país. De hecho, mañana recibirá al Consejo Agroindustrial y el jueves acompañará al presidente Alberto Fernández para el lanzamiento del Plan Gas 4 en la zona de vaca Muerta, Neuquén.

En tanto, dos inversores internacionales que participaron en videoconferencias con Guzmán en las últimas semanas indicaron en forma anónima a Infobae que el ánimo externo oscila entre el desinterés y el desánimo.

En las conversaciones participaron representantes de los fondos más relevantes -incluyendo a BlackRock- que se sumaron al canje de la deuda que, luego de muchas batallas, terminó con una aceptación superior al 99 por ciento.

Preocupados por el precio de los bonos, los ejecutivos querían escuchar de boca de Guzmán si habrá medidas adicionales a las restricciones que adoptó el Banco Central y que, hasta ahora, no lograron bajar la brecha cambiaria.

Al parecer, la falta de respuestas concretas por parte del funcionario causó decepción, aunque ratificó la idea del mercado de que el Gobierno no tiene un plan ni una estrategia para dejar atrás la crisis financiera y cambiaria y recuperarse después de que pase el efecto de la pandemia.

Hubo dos señales levemente positivas: una que presuntamente dijo que se está pensando en cómo controlar la emisión monetaria a través de metas cuantitativas y la otra que, más con gestos que con palabras, dio a entender que las mencionadas restricciones del BCRA, rechazadas en Wall Street, no son de su agrado.

De todos modos, Guzmán habría dado a entender que la intención del Gobierno es llegar con este set hasta que comience, en el segundo trimestre del 2021, la liquidación de divisas más importante del año por parte del agro. En el medio, descartó medidas más agresivas como una baja mayor de las retenciones por cuestiones fiscales, se indicó.

Ante este panorama, los inversores creen que el Gobierno no podrá detener las expectativas de una devaluación fuerte y, por lo tanto, de una aceleración inflacionaria.

En este sentido un informe del JP Morgan señaló que “se espera que las presiones inflacionarias subyacentes continúen aumentando, a medida que la economía se reabre, la velocidad del dinero crece y en medio del financiamiento monetario en curso del BCRA al Tesoro”.

El banco JP Morgan señaló que prevé que sigan aumentando las presiones inflacionarias a medida que se reabra la economía, crezca la velocidad del dinero y continúe la emisión monetaria al Tesoro para financiar el déficit

“Si bien hemos estado revisando a la baja nuestro pronóstico para fin de año 2020 dado el bloqueo prolongado, mantenemos nuestra opinión de que la inflación se acelerará en los próximos trimestres a un promedio mensual de 4,3% para el primer trimestre del 2021”, indicaron los analistas del Morgan.

Sin embargo, advirtieron, “los riesgos parecen estar sesgados al alza dado el espacio limitado que enfrenta el gobierno con la disminución de las reservas brutas y líquidas, las reservas netas negativas y la disminución de los depósitos bancarios en moneda fuerte en medio de la falta de anclajes fiscales intertemporales”.

En este contexto, lo que más desconcierta a los inversores es que el rumbo económico les resulta indefinido: ni se parece al pragmatismo inicial de Néstor Kirchner, ni al dogmatismo de los últimos años de Cristina Kirchner como presidenta.

En este sentido, creen que, para rever esta sensación, el Gobierno necesitaría un cambio de nombres, pero sobre todo definiciones de corto y mediano plazo que, como señaló el lunes el Fondo Monetario Internacional (FMI), restablezcan la confianza.

Inversores que han tratado de hablar directamente con el presidente Alberto Fernández sin pasar por la puerta de Guzmán no están más conformes. Afirman que el jefe del Estado no les brinda más precisiones y que sigue confiando en su ministro para lograr una recuperación.

La vicepresidenta Cristina Kirchner no les resulta una noticia preocupante en el terreno económico, porque creen que está muy abocada a su propia agenda personal y judicial, aunque sí en el plano institucional.

¿Esto explica el mal recorrido de los bonos argentinos de los bonos argentinos tras el canje?: en realidad, la mayoría de los fondos que participaron esperaban que los bonos subieran de precio tras la reestructuración para poder “salir” de la Argentina, pero en algunos casos quedaron “atrapados” por recomendaciones optimistas de algunos bancos de inversión. Los que pudieron, salieron a vender, pero depende de qué tipo de fondo representan, si son de cobertura o de “real money".

Al respecto, el dueño de un fondo en Nueva York dijo a Infobae que “mucha gente compró esperando el canje y el cambio de tendencia, algo que me parece ridículo sin un plan: si no lo tenía antes del canje, difícilmente lo desarrollaría después”.

“Macri emitió mucha deuda, así que había muchísimo más riesgo argentino que apetito por tenerlo. El quick trade pasó. Me gustaría ver de qué se disfrazan los que decían que el problema de argentina era de liquidez, no de solvencia. Que tengan suerte ahora”, lanzó el ejecutivo desde Manhattan. Para este ejecutivo, no hay ni intención de cambiar los nombres ni un plan concreto y “cada vez es más difícil la salida”.

Otra fuente del sistema financiero que tiene a muchos clientes en el exterior dijo que, para muchos inversores, “hablar con el ministro es una pérdida de tiempo”. Mientras las tasas en pesos "sean negativas en términos reales, y permanezcan por debajo de la devaluación esperada, no veo por qué no tomar deuda en pesos para comprar dólares” expresó. “El tipo de cambio paralelo está muy alto; podría bajar si hubiera un mínimo plan que lleve a que alguien no se lleve la plata”, agregó.

Otro consultor dijo que “los que no están no quieren entrar y los que tienen dinero hundido acá en proyectos de la economía real tienen miedo de no poder sacar los dólares”. ¿Qué nombres podrían mejorar el humor de los inversores, al menos para abrirle un crédito al Gobierno?: Carlos Melconian, Martín Redrado -de mejor diálogo con el justicialismo, pero vetado por la vicepresidenta- y, luego, el titular de YPF y ex secretario de Finanzas, Guillermo Nielsen, ex secretario de Finanzas y exembajador ante Alemania.

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