En los últimos años, los aumentos que recibieron los jubilados y pensionados perdieron contra la inflación. ¿La situación se puede repetir en 2020? El resultado dependerá del porcentaje del último aumento del año, que se otorga en diciembre y que podría volver a determinarse por decreto, como sucedió en los meses anteriores. Y también de los números finales de la inflación anual que, por ahora, se estima en 36,9%, según el consenso de las consultoras privadas.
Sin embargo, se puede calcular cuánto perdieron en lo que va del año como consecuencia de la suspensión de la fórmula de movilidad. Si se aplicaban los aumentos previstos por la Ley 27.426, sancionada en 2017, las jubilaciones hubiesen tenido un incremento acumulado de todo 2020 del 42 por ciento.
Las subas otorgadas hasta ahora por decreto fueron de entre 3,75% y 12,96% en marzo, dependiendo del nivel de ingresos; de 6,12% en junio y de 7,5% en septiembre
El cálculo surge de considerar las subas que habrían resultado en marzo (11,56%), junio (10,89%), septiembre (9,88%) y diciembre (4,48%), según estimó para el último tramo del año la abogada previsionalista Andrea Falcone. Ese número final agregado, 42%, se ubica, hasta el momento, por encima de la inflación del 36,9% esperada por los economistas, de acuerdo al promedio del Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) del Banco Central.
En tanto, las subas otorgadas hasta ahora por decreto fueron de entre 3,75% y 12,96% en marzo, dependiendo del nivel de ingresos; de 6,12% en junio y de 7,5% en septiembre. El resultado acumulado fue inferior al que habría resultado de la aplicación de la Ley de Movilidad para el mismo período, explicó Falcone.
Para el caso de los que cobran ingresos más bajos -el haber mínimo- hubo bonos extraordinarios otorgados entre fines de 2019 y principios de este año, lo que permitió compensar lo que les hubiese correspondido. Sin embargo, a medida que suben en los los tramos de ingreso, aparecen las pérdidas, ya que a comienzos de año los aumentos fueron menores que en el extremo inferior.
La fórmula de movilidad aprobada durante el Gobierno de Mauricio Macri fue suspendida desde diciembre del año pasado por el Gobierno de Alberto Fernández. Esa movilidad se basaba en 70% de la inflación y 30% del promedio de los salarios y se debía aplicar trimestralmente (en marzo, junio, septiembre y diciembre), aunque con un rezago de seis meses en los índices de referencia.
La comisión bicameral de Movilidad Previsional del Congreso presentará una propuesta de una nueva fórmula de ajuste de las jubilaciones y pensiones para aplicar en 2021
De acuerdo con los cálculos del abogado previsionalista Adrián Troccoli, a septiembre de este año, las jubilaciones mínimas acumularon un incremento de 28,8%, mientras que los haberes máximos tuvieron una suba de 18,4%. En tanto, si se hubiese aplicado durante ese período la suba por la movilidad suspendida hubiese alcanzado 35,1 por ciento.
Las jubilaciones perdieron entonces entre 6,1% (en el caso de la mínima) y 13,7% (para los haberes más altos) con respecto a la fórmula anterior, estimó el especialista.
Actualmente, el haber mínimo es de $18.129 y el máximo de $121.990, excepto los casos especiales, como sistema judicial y funcionarios.
Según la medición de la dirección de la Tercera Edad de la Defensoría del Pueblo porteña, la canasta básica de los adultos mayores es de $49.614, acusó un incremento de 31,2% en relación al valor de fines de septiembre del año pasado. “La medición contempla los costos de vida para jubilados que viven en grandes ciudades, como gastos de vivienda, alimentos, productos de higiene y limpieza, medicación y artículos de farmacia, impuestos y servicios, transporte, vestimenta y gastos de recreación”, explicó a Infobae Eugenio Semino
Se espera que en las próximas semanas la comisión bicameral de Movilidad Previsional del Congreso, que durante septiembre realizó rondas de consultas con especialistas sobre el tema, presente la propuesta de una nueva fórmula de ajuste de las jubilaciones y pensiones para aplicar en 2021. Aunque aun no está definida, la idea más firme es que contemple una combinación entre los índices de evolución salarial, inflación y con tope en la variación de la recaudación de impuestos
La Ley de movilidad de Macri se hizo para que los jubilados no vuelvan a perder contra la inflación. Y perdieron. Desde 2016, las jubilaciones acumulan un atraso contra la inflación importante (Adrián Troccoli)
“Se están definiendo los criterios finales. Se analizan todas las variantes posibles. Para el año que viene, el presupuesto da un 29% de inflación y el aumento para la partida para jubilaciones es de 32%”, contó el diputado Marcelo Casaretto, que preside la comisión bicameral.
Tampoco está decidido si los futuros aumentos serán trimestrales, como se venía haciendo hasta ahora. Desde la oposición, argumentan que las definiciones se tomarán una vez que estén más avanzadas las conversaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
“La Ley de movilidad de Macri se hizo para que los jubilados no vuelvan a perder contra la inflación. Y perdieron. Desde 2016, las jubilaciones acumulan un atraso contra la inflación importante”, dijo Adrián Troccoli, abogado previsionalista. Según detalló, el acumulado de inflación desde 2016 a junio fue 368%. Mientras que las jubilaciones en ese período tuvieron una movilidad de 291% para el haber mínimo y 260% para el máximo.
“Si no corrigen esta diferencia están ajustando a con los que sí aportaron. La diferencia que tiene que subir es de 14,64% para el haber mínimo y 24,78% para el haber máximo. Con eso, se vuelve al valor de 2015”, estimó Troccoli.
La diferencia que tiene que subir es de 14,64% para el haber mínimo y 24,78% para el haber máximo. Con eso, se vuelve al valor de 2015
La pérdida en 2020 y el impacto en 2021 dependerá del tipo de fórmula de movilidad que se adopte. Hasta 2017 las jubilaciones se actualizaban dos veces por año (en marzo y en septiembre) por una fórmula que combinaba las variaciones de los recursos que recibe la Anses y los salarios de los trabajadores registrados, entre otras variables.
“Hay que ver cómo juega la nueva fórmula. Los salarios acompañan de cerca a la inflación, pero en procesos inflacionarios nunca la equiparan. Después hay que ver como juega el tope de la recaudación, que va a ser muy mala por un par de años. Los jubilados están arrancando muy abajo en su haber mensual”, señaló Falcone.
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