Las fraccionadoras de gas agrupadas en la Cámara de Empresas Argentinas de Gas Licuado (CEGLA) advirtieron al secretario de Energía de la Nación, Darío Martínez, que están al límite de agotar el cupo anual asignado en GLP butano, lo que llevaría al corte de la cadena de envasado de gas en garrafas.
“La situación es muy compleja para todas las empresas, tuvimos que adelantar los volúmenes correspondientes a los meses de octubre, noviembre y diciembre de este año. Solicitamos la asignación de cupos adicionales a los destinados al mercado interno, contemplando la mayor demanda y al precio máximo de referencia establecido en la Ley 26.020”, dijo Pedro Cascales, director de CEGLA.
Además, la Cámara señaló el riesgo de un “inminente colapso” de la cadena de gas envasado, por falta de actualización de precios.
“El atraso es tan grave que mientras la realidad de los costos obliga a un precio mayorista de 360 pesos por cada garrafa de 10 kilos en planta de fraccionamiento de zona central, y de 410 pesos en el norte del país, el precio de venta determinado por la Autoridad de Aplicación, dependiente de la Secretaría de Energía de la Nación, es de apenas 185 pesos de manera uniforme para todo el territorio nacional. Es decir, los precios actuales no alcanzan al 50% necesario para operar con normalidad”, dice un pasaje del comunicado.
En los últimos días, a esa situación se sumó la posibilidad inmediata de un corte en el fraccionamiento, por falta de GLP butano para las garrafas. Esto se debe que ante el aumento de la demanda de gas licuado butano para el “Programa Hogar” las fraccionadoras adelantaron los volúmenes asignados por la Secretaría de Energía para los últimos tres meses del año y están cerca de quedarse sin cupo.
“Hay un esfuerzo muy grande de nuestra industria en recursos humanos para cumplir con esta mayor demanda, con adquisición de camiones y acoplados, y, especialmente, de envases para el fraccionado de este mayor volumen”, dijo Cascales.
El “Programa Hogar”
A través del “Programa Hogar” la Anses subsidia la compra de garrafas en viviendas no conectadas a la red de gas natural e incluye también a comedores, merenderos, clubes de barrio, centros de atención infantil y centros comunitarios de todo el país sin servicio de gas natural y que utilizan gas licuado envasado.
Para las familias, el programa alcanza a aquellas cuyo integrante de mayor ingreso no supere 2 salarios mínimos, vitales y móviles, o hasta 3 salarios en hogares en los que reside alguna persona con discapacidad. El límite sube hasta 2,8 ó 4,2 salarios mínimos, respectivamente para las provincias patagónicas, más La Pampa y la localidad bonaerense Carmen de Patagones. El monto del subsidio es fijado por la secretaría de Energía, en función del grupo familiar o entidad, su localización y el período del año.
Desabastecimiento y precios
Según CEGLA, el desabastecimiento de GLP butano que enfrentan las fraccionadoras, más la falta de revisión del precio de referencia del gas envasado podría llevar “una crisis muy importante para el sector”. Por eso, dice el comunicado, solicitaron a la secretaría de Energía la asignación de volúmenes adicionales de GLP a los ya consignados al mercado interno, en función de la mayor demanda registrada en el marco de la pandemia.
Además, y para eludir situaciones de quebranto, piden que el volumen les sea entregado al precio máximo de referencia establecido de $ 9.895 más impuestos la tonelada establecido por la ley 26.020. La Cámara se refiere así al “Régimen de la industria y comercialización de Gas Licuado de Petróleo” sancionada en marzo de 2005.
El comunicado dice que las fraccionadoras abastecen a un mercado de 18 millones de consumidores y dan empleo directa e indirectamente a más de 9.000 personas. “Todas las empresas deben tener asegurado el acceso al abastecimiento a precios que cumplan con las reglamentaciones vigentes”, dijo Cascales, el presidente de CEGLA.
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