La discusión por los dólares está tomando vuelo. La escasez de divisas se está notando cada vez más al punto que la Cámara de Importadores de la República Argentina (CIRA) emitió un comunicado en donde señala que los billetes son necesarios para la industria.
"En una situación como la actual, sostener la venta de divisas a familias argentinas a un tipo de cambio mayor que el que reciben los exportadores –y menor en casi un 50% respecto del tipo de cambio “financiero”– no resultaba sostenible. Esos dólares efectivamente son necesarios para las empresas que necesitan importar”.
A partir de esto, desde CIARA reclamaron que se podría haber diseñado “instrumentos en pesos –con ajuste según inflación o tipo de cambio– que compitieran con la evolución del tipo de cambio (cuando se pensó el plazo fijo en pesos ajustable por evolución del tipo de cambio fue tarde, y los bancos nunca mostraron interés en fondearse sobre la base a productos de estas características por la dificultad de trasladar esa variabilidad en el costo de fondeo a sus productos activos)”. En cuando al resto de las medidas, “probablemente lograrán el efecto contrario al deseado, en el marco de una devaluación sin beneficios económicos, pero con costos políticos y económicos”.
Para los importadores, el escenario es que “cada vez serán menos las empresas argentinas que puedan acceder a financiamiento internacional en condiciones competitivas, tanto para financiar proyectos de capital –como son los del sector energético– así como para pagar importaciones de insumos o equipos, que son necesarios para producir y exportar”. Y agregan que sólo como referencia “un pozo de petróleo no convencional en Vaca Muerta tiene como mínimo un 70% de componentes importados”.
Los importadores agrupados en CIRA plantean que frente a la complejidad que tiene hoy el mercado cambiario y financiero las empresas argentinas que busquen financiamiento internacional lo harán a una tasa más alta porque los bancos corren un riesgo mayor por incobrabilidad con empresas que no saben si podrán acceder al mercado de cambios para cancelar sus deudas, y a las que el propio BCRA las obliga a ingresar en una restructuración compulsiva de sus pasivos financieros.
A partir de esto, el comunicado sentencia que el problema de Argentina “no son las importaciones, sino la sostenibilidad financiera de su balanza de pagos”.
Los importadores tomaron el resultado cambiario del mes para el período de 55 meses comprendidos entre enero de 2016 a julio de 2020 y señalan que de repetirse la historia en los próximos cinco años, “existe una probabilidad del 82% de que el resultado cambiario de un mes tomado al azar sea deficitario". A partir de esto, explican que “un adecuado análisis de las causas nos permitiría actuar sobre las causas reales del problema cambiario”.
“En el período bajo análisis, la Argentina acumuló un resultado cambiario deficitario por US$ 58.807 millones, a razón de USD1069 millones promedio por mes”, frente a esto se pregunta: “¿Cómo es posible que el país haya perdido dólares en esa magnitud si la balanza comercial de bienes fue superavitaria en USD 50.680 millones durante el mismo período?”.
La respuesta que ofrecen es que sólo en tres de los 55 meses analizados, la balanza de bienes fue deficitaria, sumando en esos cuatro meses un déficit de sólo USD 887 millones. “No hay un problema de exceso de importaciones de bienes; por el contrario, la Argentina exporta más de lo que importa. Si se toma la serie estadística desde 2003 a 2020, en 211 meses, la relación de exportaciones / importaciones arrojó un promedio de 1,4”.
Es decir, según los empresarios que tienen como negocio traer componentes al país, señalan que en el largo plazo, la Argentina importa USD 1 por cada USD 1,4 que exporta. “Por lo tanto, las causas raíz del déficit cambiario argentino no se originan en las importaciones, lo que hace menester analizar el resto de los componentes que conforman el resultado cambiario”.
Dólares y turismo
Como para sostener aún más su postura de que no son los importadores los causantes del déficit de divisas, CIRA hizo un análisis del pago de intereses, dividendos, gasto del turismo y de la formación de activos externos.
En caso de los intereses, señala que los USD 18.477 millones pagados entre 2016 y 2020 “tienen sentido en un país con un nivel de deuda como el nuestro. En efecto, el pago de intereses ascendió a USD 12.406 millones (a razón de USD 226 millones por mes en promedio) mientras que el giro de dividendos y utilidades fue de USD 6.790 millones. Si bien la cuenta de intereses no es baja, no resulta un despropósito en términos de relación intereses sobre deuda (lo es si se compara el costo de endeudamiento de países de la región).”
Por otro lado, señala que de los USD 34.441 millones deficitarios en la balanza de servicios originados entre 2016 y 2020, “se destacan US$ 27.248 millones derivados del sector turismo. Es decir, un 46% del déficit cambiario de USD 58.807 millones entre 2016 y 2020 corresponde a viajes al exterior”.
No hay mayores explicaciones a la falta de inversión o ahorro de agentes económicos en el mercado de capitales local que no giren en torno a la falta de reglas de juego claras, dicen en CIRA
Pero quizás uno de los puntos más resonantes del comunicado es el que se refiere al turismo. Para los importadores, la caída de reservas de los últimos años, “descontando el aumento ficticio originado en los desembolsos del préstamo del FMI”, se puede concluir que “los argentinos vacacionan en el exterior a un altísimo costo en términos de reservas internacionales, es decir, por encima de nuestras posibilidades, o de manera no sostenible, ya que no generamos los dólares suficientes para financiar el turismo al exterior”.
Según los números de CIRA, de los USD 71.666 millones deficitarios en la Cuenta Financiera entre 2016 y 2020, USD 66.167 millones fueron destinados a la formación de activos externos, es decir, ahorros que las empresas y familias argentinas deciden trasladar al exterior. A partir de esto, señala que hay un promedio anual de USD 14.436 millones que, “pudiéndose ahorrar internamente o destinar a la inversión, se envían al exterior pagando una factura anual promedio de intereses por USD 2706 millones”.
“No hay mayores explicaciones a la falta de inversión o ahorro de agentes económicos en el mercado de capitales local que no giren en torno a la falta de reglas de juego claras. El gasto en turismo al exterior y la falta de confianza por parte de empresas y familias con ahorros privan al país de las divisas necesarias para pagar las importaciones que el país necesita”, sentencia el comunicado.
“Más turismo internacional y mayor desconfianza por parte de ahorristas, generan menos disponibilidad de divisas para importar los bienes de capital y los insumos necesarios para producir bienes y servicios exportables o que aumentan oferta local contribuyendo a un mejor control de los precios pagados por consumidores argentinos”, agregó la CIRA.
“En definitiva, algo tarde, el BCRA decidió actuar sobre el ahorro y el consumo en dólares de las familias argentinas. Pero en el proceso, además, podría haber dado una grave señal tanto a empresas que importan y se financian en el exterior, así como a empresas que estaban o bien considerando irse del país o realizar inversiones de largo plazo en el mismo”, concluyó la CIRA.
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