El empresario argentino Martín Varsavsky destacó que Alemania y Suecia demostraron, por diferentes caminos, un importante éxito en materia de combate a la pandemia del coronavirus y consideró que la Argentina debe dejar atrás la cuarentena generalizada para enfocarse en proteger a los grupos de riesgo.
En diálogo con Infobae desde Berlín, donde reside desde hace unos meses, el exitoso ejecutivo sostuvo que en la Argentina “es muy difícil hacer una cuarentena estricta porque la economía ya no aguanta” y advirtió sobre los riesgos de la estrategia del presidente Donald Trump frente a esta enfermedad.
—¿Por qué destacó en las redes sociales el éxito de los modelos de Alemania y Suecia?
—Con respecto a los modelos alemanes y suecos, son dos maneras muy diferentes de tratar el Covid. Uno es suprimirlo; cada vez que surge, se rastrean todos los contactos y se paran los contagios. El otro, el de Suecia, es tratarlo como una infección viral como los catarros, los resfríos o las gripes y buscar la inmunidad de rebaño, pero en el caso del Covid, como hay una dicotomía tan grande en cuanto a quién se muere, como el 92% de los muertos tiene más de 65 años y casi todos tienen condiciones preexistentes y que casi no hay muertos que no tengan estas condiciones o sean menores de 60 o 65, la estrategia es proteger a los mayores y a los que tienen estas condiciones, mientas que el resto se contagie lentamente, para que el Estado y el sistema sanitario tenga recursos.
—¿Y qué ocurrió en España?
—La gente se contagió muy rápido porque la mentalidad española es la de verse en grupos más grandes y no cuidarse en familia. En España todo el mundo va con mascarilla por la calle y en los lugares públicos y posiblemente haya poquísimos contagios en los lugares públicos. Los contagios son cuando la gente se saca la mascarilla, en sus casas, entre familiares y amigos muy cercanos. Y el hecho de que en España la gente vive muchos años, es una de las poblaciones más longevas del mundo con Italia y Japón, también hace que haya habido un gran porcentaje de población vulnerable. Y por eso hubo tantos muertos, ya que la edad promedio de los muertos es de 80 años. Entonces, España tiene que aprender a practicar el distanciamiento social y a que la gente se vea en grupos más chicos, pero es muy difícil para la mentalidad del español; pero ahora hay tantos casos de Covid, especialmente en la comunidad de Madrid, que es muy difícil rastrear, es matemáticamente imposible teniendo 14 mil casos por día en toda España o unos 4000 diarios en Madrid solamente, es difícil seguir a 50 contactos de cada uno de estos 4000. Es imposible que haga gente que haga ese trabajo. Italia lo pudo hacer, porque, cuando consiguió suprimir el Covid, lo mantuvo muy bajo, apenas había un caso rastreaban a los contactos, pero España se descuidó.
España tiene que aprender a practicar el distanciamiento social y a que la gente se vea en grupos más chicos, pero es muy difícil para la mentalidad española
—¿Y cómo observa la evolución del panorama económico y sanitario en la Argentina?
—Como dije en abril en Infobae, sigo sosteniendo que la Argentina debe proteger a los mayores y el resto de la gente, distanciamiento social y mascarillas, pero con una vida más o menos normal, porque la Argentina no tiene los recursos para hacer los rastreos y testeo masivo y, además, el Covid está igual de disparado en Buenos Aires que en Madrid. Así que solo se puede apelar a la responsabilidad individual de la gente, pero es muy difícil seguir con una cuarentena estricta porque la economía ya no aguanta; ahora, dado que son los jubilados los que están más en riesgo, es bueno porque son los que más se pueden proteger sin perder ingresos. Pero también habría que dispensar del trabajo presencial a la gente de menos de 65 años que sean diabéticos, obesos o hipertensos; habría que ver con la mentalidad argentina de hacer trampa si así no se cuela un montón de gente, pero es así: los obesos, hipertensos y diabéticos son los que más fallecen, porque esos problemas equivalen a tener 10 años más.
La Argentina debe proteger a los mayores y el resto de la gente, distanciamiento social y mascarillas, pero con una vida más o menos normal, porque no hay recursos para hacer los rastros y testeos masivos
—¿Qué pasa con los casos del Reino Unido, donde volvió a haber también un foco muy importante de casos, y Estados Unidos, donde la estrategia de la administración Trump resultó muy controvertida?
—Países como Reino Unido tienen menos conciencia cívica que los países de Europa continental y aprecian mucho la libertad, lo cual es algo bueno, pero no para combatir el Covid. Y la población no quiere que le digan cómo debe hacer las cosas. Entonces, se rebela, no usan mascarillas. Estados Unidos tiene una situación parecida, con muchos contagios por rebeldía y por una actitud negacionista en muchos casos, porque el presidente Trump tiene esa actitud. Lo que pasó con Trump es una desgracia, porque como dice que se siente mejor que en los últimos 20 años, está casi como incitando a la gente a que abandone el distanciamiento social y el uso de mascarillas. Así que la enfermedad de Trump va a empeorar la situación de la enfermedad en Estados Unidos. Y en los dos países está todo disparado para hacer un buen rastreo, así que también tendrán esa dificultad. Hasta que no haya una vacuna será muy difícil para los países que tienen disparada la pandemia poder controlarla. Así que en esos casos es mejor proteger a la población vulnerable y que el resto se inmunice, siempre que haya capacidad sanitaria.
—¿Cómo ha sido su vida familiar y laboral desde que dejó España meses atrás?
—Nos vinimos a Alemania porque mi esposa tiene PCD, que es una enfermedad pulmonar y la pone en un grupo de riesgo. Para dar un ejemplo, mientras Madrid tiene unos 12 mil muertos, Nueva York 21 mil y Berlín 227. Se ha manejado muy bien la pandemia acá. La vida en Berlín es casi normal, la gente no usa mascarillas por la calle, solo la utilizan en los negocios o en la oficina cuando uno va, pero las reuniones son sin mascarillas. Y en los restaurantes la gente hace una vida bastante normal. Después de tanto tiempo de no ver gente, uno acá ve a la gente en persona. Tengo acá mi empresa Goggo Network de coches autónomos y Axel Springer de la que soy director; de hecho, venia antes cada 2 semanas. Así que tengo trabajo acá y la cadena de clínicas de fertilidad en Estados Unidos, así que es lo mismo que esté en España o aquí. Y en España tengo la empresa de automatización de los laboratorios de embriología y hacemos todo por video, así que puedo hacer mi trabajo, los chicos van al colegio y no tienen que ir con mascarilla. Extrañamos España porque queremos mucho a nuestros amigos ahí; también extrañamos que no vamos a poder ir a la Argentina este año, ni a Uruguay, pero Alemania es el mejor país para estar ahora y aquí estaremos hasta que se acabe la pandemia.
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