La brecha cambiaria está al rojo vivo y ayer sufrió un nuevo máximo, especialmente por la suba del “contado con liquidación” por encima de los $ 151. De esta forma, la distancia del tipo de cambio oficial se acercó al 95%, un nivel récord para esta etapa y que nunca se había producido durante el cepo cambiario del segundo gobierno de Cristina Kirchner (entre 2012 y 2015). El dólar informal cerró casi sin cambios, pero a un alto valor de $ 150.
La licitación de un bono atado al dólar que realizará hoy el Tesoro es un paso importante para empezar a bajar esa brecha. El objetivo es seducir a distintos inversores para que apuesten por este título y dejen de buscar opciones en dólares. El título “dollar linked” se suscribe en pesos y el inversor recibe también pesos al final el plazo, en diciembre de 2021. Pero el ajuste será según la evolución del tipo de cambio oficial. El monto de la emisión será por el equivalente a USD 500 millones.
Este nuevo título es una “zanahoria” que el Gobierno le ofrece a las cerealeras para convencerlas de liquidar dólares de las exportaciones. Además de haberles bajado seis puntos porcentuales las retenciones en el corto plazo (del 33% al 27%), tendrán la posibilidad de invertir en un bono que ajustará si aumenta el tipo de cambio oficial. De esta manera, la idea es que no especulen con no vender por si se produce una devaluación del tipo de cambio oficial. Con este instrumento, podría capturar toda la ganancia de una suba del tipo de cambio si es que se produce.
Pero además del agro, también se supone que ANSES saldrá a vender bonos dolarizados que recibió en el canje para pasarse a los nuevos títulos. Esta operación que llevaría adelante el organismo previsional tendría que ser determinante para gatillar una baja de los dólares financieros.
Por último, podrían aparecer inversores que en vez de dolarizarse vía la compra de bonos en moneda dura prefieran adquirir el nuevo título ajustado por el tipo de cambio oficial.
Estos papeles fueron muy demandados en las colocaciones de deuda de las empresas en los últimos meses y muchos se pregunta por qué demoró tanto el Gobierno en decidirse por una colocación de estas características.
Las cerealeras, ANSES y también inversores que buscan opciones para sus pesos serían los principales interesados en el nuevo bono atado al dólar oficial que ofrecerá hoy el Tesoro. Será un interesante test para empezar a reducir la brecha cambiaria
Si el escenario futuro es que la brecha cambiaria ya llegó a un pico y, por lo tanto, irá bajando en los próximos meses, entonces es preferible posicionarse en bonos atados al tipo de cambio oficial. Por el contrario, si la percepción es que el dólar financiero se seguirá disparando, entonces conviene buscar alternativas 100% dolarizadoras para resguardarse. El peligro es comprar a un tipo de cambio real muy alto en relación a lo vivido en los últimos años.
La demanda que tenga el nuevo bono ajustado al dólar marcará si la estrategia planteada por el equipo económico se anota un éxito, que tendría dos resultados favorables: un nuevo instrumento para conseguir financiamiento y una menor presión sobre el mercado cambiario.
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