El Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio provocó una notable disminución de la actividad económica y afectó el empleo de más de 4 millones de personas, así como la inactividad de miles de empresas. En el caso de la construcción los datos correspondientes a agosto del Ieric (Instituto de Estadística y Registro de la Industria de la Construcción) dieron cuenta de que desde marzo quedaron inactivas 5.884, pasaron de 23.275 en febrero a 17.391 el último mes.
La buena noticia fue que en ese mes se reincorporaron a ritmo parcial, por los protocolos aprobados por el Gobierno nacional, 615 empleadores, la mitad de los casos correspondió a emprendimientos personales, repuntó 5,4%, aunque es la franja más afectada en el primer semestre en cuarentena habida cuenta de que cayó 35,7%, más de 10 puntos porcentuales que el promedio general, y persisten 3.296 inactivos, informó el Ieric.
Si bien en todos los casos, por tipo de sociedad: unipersonal, de personas, de responsabilidad limitada, anónima, en comandita por acciones, e incluso de hecho, la estadística detectó niveles levemente mayores a los de julio, tanto en términos relativos (porcentuales) como absolutos, no pudo ocultar una extremadamente lenta salida de la crisis por la concurrencia de varios factores:
1. La extensión hasta mediados de octubre de las medidas de aislamiento preventivo, más intenso en las provincias y municipios donde se intensificó el contagio de COVID-19;
2. Las medidas de desaliento a la inversión que tomó el Gobierno con la extensión de los controles de precios y congelamiento de tarifas, junto con el refuerzo del cepo cambiario que impide constituir un fondo de cobertura; y
3. El debilitamiento del poder de compra de los salarios derivado de una coyuntura severamente contractiva con brutales aumentos de los índices de desempleo y pobreza.
De ahí que pese al modesto repunte de agosto, en comparación con el último mes pleno, aunque estacionalmente de bajas obras como es febrero, en el promedio nacional se mantenían paralizadas 1 de cada 4 empresas y empleadores de la construcción, mientras que el resto lo hacía muy por debajo de su potencial.
En el promedio nacional se mantenían paralizadas 1 de cada 4 empresas y empleadores de la construcción, mientras que el resto lo hacía muy por debajo de su potencial
Los datos de Ieric muestran que las más perjudicadas fueron las empresas unipersonales y las sociedades de personas, con caídas de 35,7% y 27,5%, respectivamente por no contar con espalda financiera para sostenerse tanto tiempo inactivas. Esas dos franjas que sumaban más de 9.600 emprendimientos se redujeron a poco más de 6.200, y achicaron su participación nominal de 41,4% a 35,8% del total; mucho más en términos de facturación.
Mientras que entre las constituidas como sociedades anónimas y sociedades de responsabilidad limitada dejaron de operar prácticamente 1 de cada 5, acusaron sendas disminuciones de 17,1% y 18,2%, respectivamente.
Así se llegó al cierre de agosto con apenas 17.391 firmas con forma jurídica en actividad, “el menor nivel en 15 años”, precisó el Informe de Coyuntura del Ieric.
Se llegó al cierre de agosto con apenas 17.391 firmas con forma jurídica en actividad, el menor nivel en 15 años (Ieric)
Por distribución geográfica la reducción del número de empleadores fue más pronunciada entre las Grandes jurisdicciones, 18,7%, aunque la brecha respecto a las Restantes jurisdicciones del país fue más moderada que la que se observa en otras variables, promedió 17,2 por ciento.
“Ninguna jurisdicción logra escapar a la tendencia contractiva, pero en agosto ascendió a 5 (3 en Julio) el número de provincias en donde la tasa de descenso fue de un dígito, se agregaron San Juan y Santa Fe al listado que hasta el mes anterior integraban Formosa, La Pampa y Misiones”, observa el informe de marras.
Mientras que, en comparación con la cantidad de empresas activas en febrero, previo a decretarse el ASPO desde el 20 de marzo, las disminuciones más marcadas en términos relativos se registraron en Tierra del Fuego 37%; Chaco, Mendoza y Río Negro entre 30% y 33%. En tanto, en el extremo opuesto, las menores caídas se observaron en Formosa, Misiones, Santa Fe y La Pampa, puesto que la inactividad afectó a un rango de 12% a 16% de las firmas registradas.
“Como se viene apuntando en los últimos Informes, estas mayores dificultades para recuperar empleadores, en el marco de restricciones operativas diferenciadas (producto de las actividades autorizadas en el marco de la política sanitaria para combatir la pandemia del COVID-19), en el Área Metropolitana de Buenos Aires y, en particular, la Provincia de Buenos Aires, se está profundizado la brecha en términos de dinámica de comportamiento con el resto del país que ha mostrado en los últimos 5 años”.
“La evolución del empleo en esta actividad presenta la inestabilidad propia de un escenario que no termina de definirse ni en lo que hace a las medidas vinculadas a la contención de la pandemia, ni en las orientadas a la reactivación de la actividad”, resaltan los técnicos del Instituto de Estadística y Registro de la Industria de la Construcción.
La evolución del empleo en esta actividad presenta la inestabilidad propia de un escenario que no termina de definirse ni en lo que hace a las medidas vinculadas a la contención de la pandemia, ni en las orientadas a la reactivación de la actividad (Ieric)
El comportamiento de julio mostró un nuevo retroceso que contrastó con la dinámica positiva verificada en el mes precedente. La estimación provisoria asciende a 268.181 puestos de trabajo registrados durante el séptimo mes del año, marcando una caída del 1,5% mensual, y casi 20% acumulada desde el pico de febrero último.
Y dado el carácter multiplicador que caracteriza a la industria de la construcción en todas las etapas de las obras, desde los insumos que participan desde el inicio hasta la terminación, como los derivados de los múltiples oficios que participan y el efecto sobre el consumo básico en las zonas de influencia, se estima un impacto notablemente amplificado sobre la economía en su conjunto, y varios meses más en la senda contractiva, según las expectativas que hizo el Indec para el tercer trimestre.
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