Los devastadores incendios forestales en 14 provincias argentinas, con 49 focos activos, no dan tregua y afecta el desarrollo de la actividad agropecuaria, en medio de una profunda sequía que supera en algunas zonas, como Formosa, los ocho meses sin precipitaciones y con una alta afectación en la producción ganadera. A todo eso se suman las elevadas temperaturas y los fuertes vientos.
Pablo Mercuri, director del Centro de Investigaciones de Recursos Naturales del INTA Castelar, comentó en diálogo con Infobae: "Lo que ocurre con los incendios es sorprendente y lo vemos en una magnitud grande. En Córdoba, Chaco, Formosa y San Luis se multiplicaron los focos de calor detectados por satélite. Es un desastre ambiental que se extiende a todo el Gran Chaco, incluso en Paraguay. Hay sequía en dichas áreas desde hace un año”.
Y agregó: "Existe una gran amplitud térmica entre el sur, con frío, y el norte del país, con calor y sequía. Las muy altas temperaturas, en algunos casos superiores a los 40 grados, se transformaron en un cóctel perfecto para el desastre por el que se está atravesando”. A todo esto, el especialista en clima sostuvo que los actuales incendios ya superan a los registrados en 2018 y 2019. Y además, ya se equiparan a los de 2008.
En relación al clima y su impacto en la actividad agropecuaria, el especialista dijo que "no se vislumbran eventos significativos de lluvias de cobertura regional para el desarrollo de la cosecha gruesa”, aunque destacó las precipitaciones que se registraron días atrás en La Pampa, el sur de Córdoba, Santa Fe y Buenos Aires, que permitieron compensar en parte las elevadas pérdidas de rendimientos en los cultivos de trigo, que se preparan para la próxima cosecha.
Formosa
La sequía y los incendios siguen profundizando la crisis productiva en la provincia de Formosa, con un importante porcentaje de su territorio afectado por la falta de agua. Asimismo, la ausencia de pasturas y los focos de incendios ya provocaron la mortandad de cerca del 20% del stock vacuno provincial y se espera que haya una merma de terneros para el año que viene.
“El panorama es muy crítico, porque las precipitaciones han desaparecido y el actual frente frío complica todo. La sequía se ha profundizado. Hace más de 8 meses que no se registran lluvias y lamentablemente no hay pronósticos de las mismas hasta fin de año. Por todo esto, los incendios son moneda corriente, acompañado de un viento norte que traslada las llamas kilómetros y kilómetros de extensión”, señaló Roberto Consolani, vocal de la Mesa Ejecutiva de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) e integrante de la Confederación de Asociaciones Rurales de Chaco y Formosa (CHAFOR).
Además subrayó: “A nivel nacional el 42% de los incendios se los está llevando Formosa. No hay forma de atajar el fuego, en medio de un gran esfuerzo que están realizando los bomberos en toda la región afectada. Esto es un desastre climático para la producción, ya que los incendios se llevan por delante instalaciones, casas, herramientas, rollos de fardo, maquinaria, etc”.
“La producción ganadera va a estar en dificultades. Tenemos un piso cercano al 20% de mortandad de animales de un total de stock vacuno de 2 millones de cabezas. Nos está afectando el estado deficiente de desnutrición de los animales por la falta de una alimentación adecuada, y con una ausencia de pasto por la extrema sequía de casi un año. Atravesamos la etapa de vientres que se encuentra en pleno proceso de lactancia y que no alcanza para el ternero y menos para la madre", advirtió el productor y directivo de CRA.
El productor formoseño también cuestionó los escasos fondos que contempla la Ley de Emergencia Agropecuaria a nivel nacional. “En la provincia ya está declarada la emergencia para las producciones afectadas, pero son magros los montos y hay que trabajar en conjunto con el Estado para modificar la problemática. Vamos a entrar en una etapa de desastre por el alto porcentaje de daño que hay en lo económico".
Chaco
Los incendios sonde importantes características en Chaco. Oscar Muchutti, tiene su establecimiento rural sobre la ruta provincial 10, a unos 7 kilómetros de Machagai. En los últimos días, los incendios se llevaron animales, pasturas, alambrados, rollos, puentes de acceso, máquinas... y años de trabajo; en fin, pérdidas que por lo bajo estima en unos 10 millones de pesos. Ayer Infobae detalló su historia.
El incendio destruyó gran parte de lo que Muchutti llama -con humildad y orgullo- “un campito que habíamos ido armando muy bien”. El fuego empezó cerca de la banquina de la ruta, en un campo vecino, probablemente por desidia de unos chicos, y tuvo a su favor una tremenda sequía (“en lo que va del año llovieron unos 150 milímetros y esta es una zona de 1200 a 1.300 mm anuales”, comentó), una temperatura que esa tarde llegó a 44 grados y un viento norte que soplaba a 50 kilómetros por hora.
Los Muchutti están hace 100 años en la zona, que hasta los 70 fue algodonera y luego se reconvirtió a ganadera.
De 800 animales que tenía, la mayoría logró escapar hacia el 10% del campo donde no llegó el fuego. Doce se quemaron las pezuñas. Los vecinos, los peones, los bomberos (dos de ellos sufrieron principio de asfixia, pero se recuperaron en el hospital) ayudaron a combatir el fuego. Las llamas alcanzaban los ocho metros de altura, recuerda Oscar, todavía conmovido por la solidaridad de sus vecinos. A uno de ellos, cuenta, también se le quemó el campo. En esa zona, en el Departamento 25 de Mayo, se quemaron unas 3.000 hectáreas.
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