El paquete de medidas anunciado ayer por el Gobierno, esencialmente destinado a estimular la liquidación inmediata de divisas por parte del campo, no sólo resultó insuficiente para el sector sino también incompleto a los ojos de los empresarios y el mercado.
La expectativa de un ingreso masivo de dólares, o incluso un flujo moderado, es mínima en contraposición a las dificultades cotidianas que tienen hoy las empresas para operar y pagar sus deudas, muchas de ellas incluso beneficiadas por las medidas de ayer, como las mineras. “Hicimos inversiones millonarias en los últimos diez años y no sólo no recuperamos esa inversión sino que ni siquiera nos dejan pagar préstamos”, aseguró una fuente de esa industria que prefirió ver los anuncios por televisión.
Pero tal vez el dato más relevante es que los anuncios de ayer no despejaron la principal duda del mercado, que genera la presión sobre el dólar, el incesante goteo de las reservas y hace ensanchar cada vez más la brecha cambiaria: ni el ministro de Economía, Martín Guzmán, ni el titular del Banco Central, Miguel Pesce, explicaron cuál es el plan para financiar el déficit fiscal sin seguir inyectando pesos en la economía. Mejor dicho, no sólo se omitió comunicar una política clara de neutralización de los pesos sobrantes en la economía sino que, mucho menos, no se especificó cuánto más se emitirá para financiar el desequilibrio hasta fin de año. Tampoco, por supuesto, hubo una revisión la proyección de financiar más de la mitad del déficit fiscal previsto para 2021 -60% según lo estipulado en proyecto de Presupuesto- con emisión monetaria.
Tal vez por eso, con la mira puesta en el frente fiscal, o tal vez por pura ideología, es que se decidió escatimar la baja de retenciones. “Se quedaron cortísimos, para que realmente el campo te empapele de dólares, el Gobierno tendría que haber sido recontra generoso. Del lado de la oferta, no va a aparecer mucho”, sostuvo Leonardo Chialva, socio de Delphos Investment, para quien el eje central de las medidas son, precisamente, aquellas que faltan: “Faltó lo más importante, que era marcar un sendero de cómo va a ser la monetización del déficit fiscal. Era la noticia más importante que tiene desconcertado al mercado, más cuando septiembre cerró con más de $190.000 millones transferidos del Banco Central. Esa era la señal más importante que había que dar y no estuvo”.
La percepción de un salto devaluatorio desalentó al campo a vender sus dólares, a lo que se suma en las últimas semanas la expectativa de una suba en los precios internacionales. Ambos factores vuelven irrelevante la mejora en la cotización que obtendrían gracias a la baja de las retenciones.
Los anuncios de Guzmán se complementaron con una suba de tasas que también luce insuficiente y el aviso del BCRA que otorgará mayor volatilidad a la cotización del dólar, lo que puede jugar a favor de una pronta liquidación o todo lo contrario. El mercado interpretó el mensaje de Pesce como un anticipo de una devaluación más acelerada, que arrancará hoy mismo con una suba convalidada de $0,70 en el precio del dólar oficial. Hasta ahora, fue justamente la percepción de un salto devaluatorio más temprano que tarde lo que desalentó al campo a vender sus dólares, a lo que se suma en las últimas semanas la expectativa de una suba en los precios internacionales. Ambos factores vuelven irrelevante la mejora en la cotización que obtendrían gracias a la baja de las retenciones.
En cualquier caso, con la demanda de dólares completamente restringida, el Gobierno finalmente se decidió a operar sobre la oferta, con una política más orientada a los incentivos cuyos principales detractores son los estrictos controles cambiarios.
“El Gobierno difícilmente pueda parar esta sangría con medidas espasmódicas; el problema es de fondo, requiere soluciones más estructurales. El mercado está esperando un programa más consistente del que se está mostrando y no está claro que el Gobierno lo entienda”, aseguró Martín Polo, economista de la consultora Empiria, que dirige el ex ministro de Economía, Hernán Lacunza.
Seguí leyendo