El Gobierno de Alberto Fernández trabaja en un proyecto de ley para estimular la producción y comercialización de vehículos eléctricos.
El futuro de la industria automotriz es “verde”. Electricidad, híbridos y a hidrógeno, son algunas de la opciones que eligen las automotrices para reemplaza a los combustibles fósiles. El contexto no parece el mejor, pero la nueva realidad de la movilidad empieza también a mostrar algunos elementos en la Argentina, donde ya algunas empresas hicieron algunas experiencias, aunque muy acotadas.
De acuerdo al documento al que accedió Infobae, el Gobierno avanza con la agenda verde a partir de la elaboración de una norma que incluya una serie de beneficios impositivos para el sector, como la reducción del Impuesto al Valor Agregado (IVA), y la exención de impuestos internos.
El proyecto contempla beneficios promocionales escalonados hasta 2040 e incluye vehículos particulares, del sector público y del transporte público. En ese marco, serán elegibles quienes ya están fabricando en el país o quienes presenten un proyecto de fabricación nacional.
Asimismo, la medida dispone beneficios para los distintos actores:
El Ejecutivo avanza con la agenda verde a partir de la elaboración de una norma que incluya una serie de beneficios impositivos para el sector, como la reducción del Impuesto al Valor Agregado (IVA), y la exención de impuestos internos
- Para todos los fabricantes, contempla la devolución anticipada de IVA en inversiones, amortización acelerada de las mismas, deducción de la carga financiera sobre pasivo financiero y exención de impuestos por distribución de dividendos en caso de reinversión.
- Para las terminales prevé dos certificados fiscales: uno por cumplimiento de “criterios prioritarios” (hasta 50% de las contribuciones patronales) y otro por integración de contenido nacional (hasta 10% del valor de provisión).
- Para los autopartistas de autos eléctricos considera un certificado fiscal por cumplimiento de criterios prioritarios (hasta el 100% de las contribuciones patronales) y otro por exportaciones.
Los criterios prioritarios son: balanza comercial del proyecto positiva (proyecto exportador neto); mejora tecnológica acumulativa y articulación I + D+ i; creación de puestos de trabajo netos con foco en la alta calificación; localización federal; integración del contenido nacional y desarrollo de proveedores vinculante.
El proyecto contempla además la creación de un Fondo Fiduciario (FoDems) que tendrá como objetivos redireccionar subsidios ya existentes, incrementar marginalmente el impuesto a combustibles y solventar educación, capacitación y reconversión de autopartistas convencionales.
Asimismo, prevé inversiones por USD 300 millones y generación de 700 puestos de trabajo para las terminales; inversiones por USD 30 millones y generación de 100 puestos de trabajo para autopartistas; inversiones por USD 280 millones y generación de 250 puestos de trabajo para fabricantes de batería; exportaciones por USD 80 millones anuales e importaciones por USD 30 millones por año.
Cabe recordar que el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, afirmó semanas atrás en el Consejo de las Américas que la Argentina “necesita un nuevo consenso social y productivo para salir adelante” y dijo que hay que “terminar con la falsa antinomia de mercado interno y mercado externo”.
El ministro planteó que la búsqueda de entendimiento se puede desarrollar a partir de “diez grandes consensos”, entre los que mencionó el aprovechamiento de “las enormes oportunidades para exportar más y generar dólares que tiene el país, mejorando condiciones para que los sectores más dinámicos puedan dar el salto, a tono con la competitividad internacional”.
Durante su presentación, resaltó el rol de sectores “relevantes” para el crecimiento, como la “agroindustria, minería, energías renovables, electromovilidad, salud y todo lo relacionado con la economía del conocimiento”.
En Córdoba, desde 2015 la empresa Volt Motors viene desarrollando sus autos eléctricos, y hace pocos meses acaban de ser homologados y habilitados para fabricarse en serie. La firma recibió la licencia L7e, que les permite, incluso, circular por calles, rutas y autopistas hasta una velocidad máxima de 105 km/h.
Ahora se suma el proyecto de una empresa de San Luis, Coradir, que ya tiene circulando los primeros prototipos de Tito, como lo denomina, y cuyo lanzamiento está previsto para antes de fin de año, según anuncia.
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