En los días que siguieron al anuncio de nuevas trabas cambiarias que cerraron el mercado minorista y trabaron las transferencias electrónicas en dólares durante poco más de una semana, los ahorristas retiraron USD 750 millones de los bancos. Aunque el Banco Central (BCRA) intentó cuidarse de comunicar solo impedimentos para la compra de nuevas divisas, los depositantes se preocuparon por el futuro de los dólares que ya tienen y que están depositados en los bancos. En solo 7 días hábiles salió el equivalente al 4,3% de los dólares del sector privado que están guardados en bancos. Las entidades aseguran poder responder por el 90% de los depósitos, ya que a diferencia de eventos traumáticos pasados como 2001 ahora casi no tienen dólares prestados y cuentan con la liquidez para responder a los retiros.
El 15 de septiembre pasado el presidente del BCRA, Miguel Pesce, anunció los nuevos límites a las compras de dólares. Una percepción del 35% a cuenta del Impuesto a las Ganancias o del Impuesto a los Bienes Personales que llevó al costo por dólar por encima de los $130, además de la novedad de que los consumos con tarjeta en moneda extranjera se restan del cupo mensual de USD 200 autorizado para atesoramiento. Además, ese día, estableció límites a quienes pueden usar el cupo mensual: personas que cobran planes sociales, que accedieron a beneficios financieros por la pandemia o que no tienen ingresos propios no podrán acceder al mercado, entre otras trabas.
Las medidas, que requieren complejos cruces de datos entre el sistema financiero, la Anses, la Comisión Nacional de Valores y la AFIP, tardaron en ser implementadas por los bancos, por lo que se vivió más de una semana de feriado cambiario de facto. Además, los mismos cruces de datos hicieron que las entidades financieras suspendieran por algunos días la posibilidad de hacer transferencias electrónicas en dólares, aunque no retiros físicos.
Las nuevas trabas cambiarias no fueron bien recibidas por muchos ahorristas, que aún en contexto de pandemia y de servicios bancarios limitados (con turno previo), se acercaron en número a las sucursales a retirar sus ahorros.
La cantidad de dólares del sector privado en bancos cayó el 24 de septiembre a USD 16.629 millones en total, su nivel más bajo en cuatro años. Las tenencias de divisas en entidades ya habían sufrido un recorte importante el año pasado, cuando en los meses posteriores a las primarias presidenciales de agosto tras la disparada del dólar salieron más de USD 13.700 millones en pocos meses.
Hasta el anuncio de las nuevas trabas para el dólar solidario, el nivel de depósitos se mantenía relativamente estable con movimientos diarios por debajo de los USD 100 millones y con días de alzas. Esto es porque el grueso de las compras de dólar para ahorro se hacen en forma digital y la demanda minorista se transforma automáticamente en un depósito a la vista en dólares. Con lo cual, las eventuales salidas diarias se compensaban con las compras cotidianas.
Por cada USD 100 de depósitos privados en moneda extranjera, los bancos tienen cash en dólares por USD 88,1, parte en el Central en forma de encajes y parte en las propias entidades (para hacer frente a extracciones)
Sin embargo, desde el 16 de septiembre, todos los días hubo salida de depósitos. El 22 la cifra llegó a USD 108 millones, al día siguiente a USD 220 millones y el 24 de septiembre, último dato disponible, salieron otros USD 237 millones.
A julio, el 69% de los depósitos en dólares eran propiedad de personas físicas. Del total, el 50% eran depósitos de menos de USD 75.000 dólares lo que implicaría que no menos de 10.000 personas pasaron por los bancos en los últimos días. Sin embargo, en los bancos estiman que el número de ahorristas fue mucho mayor porque los retiros de dinero son por montos más chicos.
En los bancos esperaban la reacción aunque, aseguran, no necesitaron prepararse especialmente para permitir a sus clientes retirar en efectivo sus depósitos en dólares. Desde el crack financiero del 12 de agosto del año pasado, día posterior a las PASO, que los bancos cortaron la colocación de créditos en dólares para garantizar poder hacer frente a eventuales retiros de depósitos. Y además, explican, las propias empresas pasaron a preferir financiarse en pesos ante las expectativas de suba del dólar.
De esa manera, la liquidez en dólares en los bancos y en los encajes que hacen en el BCRA está en niveles muy altos a nivel histórico: cerca del 90% frente al 60% de un año atrás, según estimaciones privadas. Las entidades acumularon liquidez precisamente para hacer frente a retiros como estos.
“Por cada USD 100 de depósitos privados en moneda extranjera, los bancos tienen cash en dólares por USD 88,1, parte en el Central en forma de encajes y parte en las propias entidades (para hacer frente a extracciones). Al cierre del viernes había depósitos privados en dólares por USD 17.246 millones, contra encajes que sumaban USD 12.158 millones y efectivo en las entidades por USD 3.078 millones. Un año atrás, la liquidez en dólares era de 60%, muy alta pero significativamente inferior a la actual”, señaló un informe de la consultora 1816 que puso el foco sobre los depósitos en dólares de los bancos.
“Si nos concentramos solamente en las cajas de ahorro privadas en dólares (en otras palabras, en los depositantes que podrían ir de forma más inmediata a extraer), la liquidez de los bancos es incluso más alta. De los USD 17.246 millones de depósitos privados en moneda extranjera, hay USD 12.436 millones de cajas de ahorro (el 72%) y el resto es casi todo plazo fijo (aunque más de la mitad a menos de 2 meses). Por cada USD 100 depositados en cajas de ahorro, los bancos tienen cash por USD 122,5 (encajes + efectivo)”, señaló el informe que lleva la firma de Adrián Rozanski, Mariano Skladnik y Martín Defilippo.
Luego de las primarias de agosto pasado salieron más de USD 13,700 millones de los bancos, más del 40% de los depósitos del sector privado en moneda extranjera de ese entonces. Las salidas de estos días representan el 4%
El problema no va a ser para los bancos, sino para las empresas que dependen del crédito en dólares para su operación cotidiana. Por ejemplo, los resonantes problemas de Vicentin se dispararon el año pasado luego de que los bancos cortaron el crédito en moneda extranjera como resultado de la salida de depósitos.
Luego de 2001 las entidades tienen prohibido dar préstamos en dólares a empresas o personas que tengan ingresos en pesos, el “descalce de monedas” que después de la salida de la convertibilidad hizo imposible que los deudores devolvieran los dólares prestados y que, así, los bancos no tuvieran los billetes para responder a los retiros de depósitos ante los que se decidió el temido corralito.
“Esto no va a generar un problema sistémico porque dos tercios de los dólares están encajados en el BCRA, y las entidades ya tomaron las precauciones logísticas para tener los billetes disponibles. Sí es de esperar que las reservas rutas se peguen una caída, al menos hasta que el gobierno consiga algo de confianza”, analizó un informe de Econviews.
Seguí leyendo: