En julio de 2020, el Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) registró una caída del -13,2% respecto del mismo mes de 2019, mientras que el indicador desestacionalizado observó un incremento de 1,1% respecto del mes anterior, según informó el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec). En el mes de junio, ambos indicadores se habían situado en -11,7% y 7,5%, respectivamente.
Según especificó el informe, con la contracción interanual del 13,2% el EMAE acumuló en los primeros siete meses del año una caída de 12,6% con relación al mismo período de 2019. Por su parte, la suba de 1,1% en la medición de la serie desestacionalizada en relación con junio estableció que el EMAE de julio “siguió recuperando parte de la retracción acumulada en el período marzo-abril”. En marzo, esa caída fue del 10,31% mientras que en abril llegó al -17,3%.
Solamente dos actividades económicas mostraron cifras positivas de actividad: Intermediación financiera (2,9%) y Electricidad, gas y agua (4,4%). El resto de los sectores registró caídas en julio con respecto al mismo mes de 2019.
Las bajas más agudas en la comparación interanual fueron en sectores como Pesca (-67,1%), Hoteles y restaurantes (-65,4%) y Otras actividades de servicios comunitarios, sociales y personales (-60,3%), un resultado esperable dadas las medidas tomadas desde marzo para enfrentar la pandemia de coronavirus que, en muchos casos, no fueron flexibilizadas.
“Las restricciones globales a la circulación de las personas con el objetivo de mitigar la pandemia de la COVID-19 afectan a un conjunto significativo de actividades económicas en todos los países. Dado este fenómeno excepcional, el proceso de estimación de la serie tendencia-ciclo para julio de 2020 fue adaptado siguiendo las recomendaciones internacionales sobre el tratamiento de valores atípicos para el ajuste estacional”, aclaró el informe del Indec.
Otros sectores que registraron caídas de relevancia fueron Construcción (-30,1%), Transporte y Comunicaciones (-23,2%%), Impuestos netos de subsidios (-14,7%) y Explotación de minas y canteras (-14,4%).
También bajaron en julio otros segmentos de la economía como Actividades Inmobiliarias, Empresariales y de Alquiler (-10%), Administración pública y defensa (-9%), Servicios Sociales y de Salud (-8,5%) e Industria manufacturera (-8,1%).
Según Nadin Argañaraz, economista del IERAL, el rebote de la economía “parece haberse agotado a mitad de camino. La actividad se recuperó 9,4% en mayo y 7,5% en junio, para solo rebotar 1,1% en julio. El nivel de observado en julio quedó 1,7% por debajo del nivel de marzo, y es equivalente al observado en el primer trimestre 2007”.
“En materia macroeconomía, existe incertidumbre sobre cómo se ajustarán los desequilibrios fiscales, monetarios y cambiarios. Esto empeora las expectativas. Es difícil proyectar un sendero de actividad en estas condiciones. La consistencia macroeconómica debiera ser asegurada en la discusión y sanción del proyecto de ley de presupuesto 2021. Es clave esa señal que que la economía argentina se encamina a recuperar los niveles pre pandemia de actividad recién en 2023″, apuntó el analista.
Asimismo, un informe de la consultora LCG señala que para este año pronostica que la actividad económica “se contraiga alrededor de 13%, la caída más alta desde que se tienen registros. Si bien la contracción más severa se espera que haya pasado debido a que en el segundo trimestre se concentro el confinamiento más estricto, no esperamos una fuerte reactivación de la economía en los meses que siguen”.
“El importante desplome en sectores mano de obra demandantes, como la construcción y la gastronomía sumado a la caída de los salarios reales en el contexto de aceleración inflacionaria podrían amortiguar la recuperación del consumo privado”, apuntó LCG.
La consultora tampoco espera que la recuperación se acentúe por el lado de las exportaciones, en virtud de la caída en el volumen del comercio mundial: “La recuperación de China y un aumento en la demanda podrían, sin embargo, comenzar a traccionar al sector externo en el margen”.
El desempeño del campo
Otro informe, de la consultora ACM, destacó que pese a haber caído un 4,8%, el sector Agricultura, ganadería, caza y silvicultura mostró cierta recuperación con respecto a junio pero “continúa teniendo variaciones considerablemente negativas, en línea con las actividades correspondientes a la cosecha fina”.
“En julio se observó una continuidad en la dinámica de recuperación de la economía, aunque de forma heterogénea dada las características del shock de oferta que estamos evidenciando. Cabe esperar una continuidad durante los meses siguientes aunque de forma atenuada producto de las mayores habilitaciones mencionadas. Por otro lado, la dinámica del sector agropecuario (influenciada por las condiciones climáticas) es un factor importante a seguir no sólo por su importancia dentro de la economía argentina sino también por la oferta de divisas que brinda”, concluyó el informe.
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