Nikola, el fabricante de camiones a batería eléctrica y a hidrógeno cuya acción había llegado a valer USD 94 dólares y en la que hace dos semanas General Motors adquirió una participación del 11%, perdió ya casi 80% de su valor de mercado y analistas de Wall Street proyectan ya que la acción de la compañía, que cerró el viernes a poco menos de USD 20, podría perder tres cuartos más de su valor, hasta llegar a USD 5.
Todo se desencadenó a partir de un informe técnico de Hindenburg Research que básicamente dijo que la empresa había engañado a los inversores. Su CEO y fundador, Trevor Milton, renunció el miércoles y The Wall Street Journal informó que las conversaciones entre Nikola y empresas de energía para instalar estaciones de carga de hidrógeno en todo el país se habían paralizado.
Nikola fue, desde su nombre, un desafío a Tesla, el líder mundial del mercado de vehículos eléctricos. Nikola Tesla fue un ingeniero y físico de origen serbocroata, nacionalizado norteamericano, cuyas invenciones y patentes están en la base de los sistemas de electricidad por corriente alterna. En su momento fue eclipsado por los inventos de Thomas Alva Edison, pero sus aportes científicos fueron revalorizados a partir de los 90s. De ahí el nombre de la compañía fundada por Elon Musk, el excéntrico empresario que también incursiona en el mundo de los desarrollos y vehículos espaciales, a través de SpaceX, y también del de su competidor, ahora en problemas.
Tesla es la automotriz de mayor capitalización de mercado del mundo: cerca de USD 400.000 millones, tras haber superado a gigantes como Toyota y Volkswagen, pese a que llega a apenas una fracción de las cifras de producción y venta no solo de las firmas japonesa y alemana, sino de cualquiera de las Top 10 en ventas de vehículos.
Wedbush, una de las compañías de inversión que en los últimos días recortó a un tercio el valor de la acción de Nikola, sigue en cambio siendo muy optimista sobre las perspectivas de Tesla, en particular por su incursión en China, al punto que estimó que para 2022 el gigante asiático podría absorber 40% de las ventas mundiales de la firma de Elon Musk.
El acuerdo entre GM y Nikola consistía en una serie de intercambios técnicos, de fabricación y comercialización, tanto para la producción de camiones eléctricos como para la de una pick-up a hidrógeno.
General Motors no es por cierto la única compañía que busca acelerar su incursión en el mercado de autos eléctricos. Ya en 2019 Ford invirtió más de USD 500 millones en la startup de vehículos eléctricos Rivian, presentada como “un duro rival para Tesla” y usar su tecnología para presentar nuevos modelos de Ford, eléctricos, en 2022. En tanto, Volkswagen presentó hace dos semanas su modelo eléctrico ID.4, que producirá en EEUU y lanzará al mercado norteamericano en 2021, en lo que el mercado ve como un gran desafío a Tesla. ¿El precio?: 40.000 dólares.
Un acelerador de la transición de los vehículos propulsados con combustible a las baterías eléctricas fue el anuncio, el miércoles pasado, del gobernador de California, Gavin Newsom, de que el estado prohibirá la venta de autos y camiones a combustión a partir de 2035, objetivo de que con mayor o menor precisión hicieron ya 15 países del mundo, incluida Gran Bretaña. No se trata de un estado más. California representa el 11% de las ventas de vehículos en EEUU y es, por sí sola, una de las 10 mayores economías del mundo.
Newsom, el gobernador californiano, mencionó los gigantescos incendios en el Estado como una razón para acelerar la transición a una movilidad “más verde” y el candidato demócrata a la presidencia, Joseph Biden, dijo que invertiría grandes sumas del presupuesto para acelerar la adopción de autos eléctricos. El mecanismo que Newsom ya acordó con la legislatura californiana consiste en que para 2035 todos los autos y camiones que se vendan en el estado deberán ser de “emisión cero” y extender ese requisito también a las grandes maquinarias (topadoras, equipos de construcción, etc) para 2045.
Seguí leyendo: