Las medidas del Banco Central para reducir la exposición de sus reservas a la demanda privada produjeron en la última semana masivas ventas en bonos soberanos y acciones y un sensible avance en las cotizaciones del dólar por fuera del cepo.
Para las valuaciones bursátiles el balance fue del todo negativo. Los ADR de compañías argentinas que se negocian en Wall Street restaron en las cinco ruedas operativas un 4% en promedio.
A lo largo de septiembre, la baja alcanzó 22% en dólares y se amplía a 33% en los casi dos meses transcurridos desde el pasado 4 de agosto, cuando se anunció el acuerdo del Gobierno con los acreedores.
La semana financiera fue muy bajista para Argentina: los ADR perdieron 4% y los bonos en dólares cedieron 6%
Los flamantes seis bonos Globales en dólares perdieron, en promedio 5,7% en la semana. La tasa de retorno se volvió a ubicar cerca de un elevado 14%, mientras que las paridades descendieron a la zona de los 40 dólares.
Y el riesgo país de Argentina llegó a superar el miércoles los 1.400 puntos, con un alza de 300 enteros o 27% respecto del 10 de septiembre, cuando fueron liquidados en el exterior los nuevos títulos del canje. El viernes concluyó en 1.330 unidades.
Los agentes del mercado asimilaron con rechazo la normativa por la cual las empresas con deudas mayores a un millón de dólares mensuales pueden cubrir sus créditos en divisas hasta el 40%, entre octubre y marzo próximo, por lo que se verán obligadas a refinanciar el 60% restante.
Santiago Abdala, director de Portfolio Personal Inversiones, comentó que “la situación económica es delicada y reina el temor en el mercado. En los últimos días se dieron una serie de medidas y comentarios que el mercado interpretó de forma poco feliz. La reacción es rápida: ya conocemos el camino en Argentina. En este contexto, lo que hacen los inversores más conservadores es extremar las medidas para reducir riesgo argentino, vendiendo lo que tienen en cartera y cubriéndose con la moneda norteamericana”.
“Se acaba la fuente de financiamiento. Estamos hablando de empresas cuyo flujos son locales y que no puedan adquirir divisas. Es una locura”, dijo a Reuters Mariano Sardáns, director de la gerenciadora de patrimonios FDI.
La incertidumbre cambiaria sumó un nuevo capítulo con la paralización de las ventas de dólar “ahorro”, por la dificultad operativa del cruce de datos entre los bancos y los organismos públicos intervinientes en el complejo esquema de controles. Algunos bancos privados ya activaron los sistemas este viernes, mientras que la normalización generalizada llegaría recién el lunes. Así, cuando inicie octubre y se reanude la demanda del cupo mensual de USD 200, las transacciones electrónicas habrán retomado el ritmo habitual.
En ese marco, el dólar libre finalizó ofrecido a $145, con un alza semanal de seis pesos o 4,3%, luego de tocar un récord de $147 el jueves.
En la misma línea, el impacto en las cotizaciones bursátiles elevó al dólar contado con liquidación también a la zona de $145, con un salto semanal de 5,5 por ciento. La demanda de contado con liqui aumentó como canal para exteriorizar divisas: el miércoles llegó a los $150, con una brecha de casi 100 por ciento con el oficial mayorista.
Aunque no sorprendieron a los agentes de mercado, los indicadores macroeconómicos conocidos en la última semana fueron malos incluso al ser comparados con otros períodos de crisis y abonaron expectativas de una recuperación dificultosa para 2021.
Mientras que la economía argentina transita su tercer año consecutivo de recesión, afectada particularmente en 2020 por la pandemia de COVID-19, el INDEC informó que el PBI se derrumbó un histórico 19,1% en el segundo trimestre del año, mientras que en el mismo período, el desempleo trepó al 13,1%, aún con una caída sin precedentes de la tasa de actividad.
Los dólares alternativos subieron fuerte en la semana: se acercaron a los $150 y la brecha con el oficial rozó el 100%
Marcos O´Connor, economista del IERAL de la Fundación Mediterránea, subrayó que “con la caída de 19,1% del PIB en el segundo trimestre, la Argentina es el país de peor desempeño en la región en términos de nivel de actividad”, además “con caídas del 30,1% en las importaciones y de 38,4% en la inversión”.
Un informe del Grupo SBS en base al proyecto de Presupuesto 2021 apuntó que " el financiamiento con emisión seguirá en el centro de la escena, ya que el Gobierno se financiará con emisión monetaria por $1,2 billones en 2021, cifra que representa más de la mitad de la base monetaria actual. En un contexto de exceso de liquidez y sin señales fuertes de reducción a futuro, esto eleva los riesgos de inestabilidad nominal en ausencia de un ancla creíble para las expectativas".
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