“Lo urgente que venimos viviendo desde hace meses es el mercado cambiario” señaló el economista Rodolfo Santángelo al analizar la situación del mercado financiero local y el momento de estrés que vive la economía argentina que significó un mayor ajuste de las restricciones para el acceso al mercado cambiario.
“Desde abril, desde la segunda quincena de abril, que el Banco Central viene vendiendo dólares porque la demanda al cambio oficial es mayor que la oferta oficial. El Banco Central había intentado un super cepo a los importadores en junio que no fue muy popular pero que generó varios problemas”, explicó el economista.
Apelando al modelo metafórico que comparte con su socio, Carlos Melconian, en la consultora MacroView, Santangelo señaló en conversación con Radio Mitre, que "en julio y agosto el Central siguió vendiendo dólares, es decir, el hisopado del mercado cambiario sigue dando resultados negativos”, aseguró.
Santángelo remarcó que “el ministro -por Martín Guzmán- apostaba a que resolvía la deuda con tiempos más académicos que de mercado. Después cuando la deuda se arregló y no pasó nada dijo que cuando aparecían los bonos iba a bajar el riesgo país y el centinela vigía que es el Banco Central, que es el que está en el mangrullo y veía que le caían las bombas un día se cansó y tomó las medidas del recontra súper cepo a las variables financieras. Está intentando ganar tiempo”, reveló.
Para el economista esto de ganar tiempo aún no está confirmado porque “ayer hubo una tranquilidad parcial. El dato más relevante en la coyuntura es saber si el Banco Central en el mercado cambiario está comprando o vendiendo. Si el exportador vende o el importador compra, para saber quien es más fuerte. La verdad es que tenemos una paradoja porque estuvo prohibido comprar dólares pero parece que el Central sigue vendiendo y un número no menor, se habla de 80 millones de dólares por día”.
Para el presidente de la consultora el problema no es cambiario sino que es macroeconómico. “El mercado cambiario es la caja de resonancia. Esto se tendría que haber previsto en junio pero se apostó exageradamente a que salíamos de la cuarentena y mejorábamos, que arreglábamos la deuda y mejorábamos, pero los problemas estaban y empiezan a aflorar. En los próximos meses, no sé cuando, va a reaparecer el tema de la inflación que ya está latente pero se va a blanquear en algún momento. Pero el origen está en este enorme problema argentino que es que no tenemos mercados de capitales, ni fondos de pensión, no tenemos reservas, no tenemos sistema financiero, y lo único que tenemos es la maquinita de emitir pesos donde los argentinos no queremos ahorrar en pesos porque nos han estafado muchas veces”.
No se lo quiso ver a tiempo porque entramos en el debate berreta de “viste que emitimos y no tuvimos inflación”, entonces se sigue y el desenlace parece inevitable que es lo que ha ocurrido en la Argentina en décadas que es que para bajar la brecha cambiaria, no se puede bajar el tipo de cambio que está arriba, va a tener que subir el que está abajo".
Frente a la consulta de acelerar el ritmo de devaluación en este contexto político sin un acuerdo político y con el FMI podría ser una solución, Santángelo dijo que “no es una solución, no tenés más remedio, la realidad te lleva a eso. Con la devaluación de 2014 tiraron un año y medio pero entregaron la economía con la lengua afuera y la administración que llegó después, en una actitud arrogante de que venimos nosotros y lo solucionamos, pero las reservas propias que hoy decimos que son 7000 millones de dólares en aquel entonces eran menos 3.000 millones de dólares”.
Para finalizar, Santángelo, se refirió a los ahorros en dólares en el sistema financiero y a la cantidad de consultas que recibe al respecto y dijo que la Argentina "tiene una paradoja. Dentro del desorden que tenemos, el sistema de depósitos en dólares es de lo mejorcito que tenemos armado desde hace 10 años. Es la casa de material en la historia de los tres chanchitos. Los depósitos en dólares son de la gente, no son del Banco Central”, dijo.
“El choque parece inevitable, pero frenémoslo ahí, acotemos los daños y prepararnos para el choque. La culpa la tiene la macroeconomía y la pandemia gatillo todo", sentenció.
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