“En el día de la fecha el Directorio tomó nota y aceptó la renuncia del Sr. Federico Tomasevich al cargo de Presidente y Director Titular de la Sociedad, la cual responde a razones estrictamente personales”. Así informó hoy Puente, uno de los principales emisores de deuda privada y subsoberana, a la Comisión Nacional de Valores, la renuncia a la presidencia de la filial local de su presidente, fundador y principal accionista.
El hecho, poco normal para uno de los referentes del mercado financiero local, tiene una explicación que es signo de estos tiempos: Tomasevich acaba de obtener la residencia fiscal en Uruguay y pasará al menos algunos meses del año viviendo en ese país.
Por una cuestión normativa el empresario no puede ocupar el puesto de presidente de su empresa en la Argentina con ese cambio fiscal, aunque sí –pudo saber Infobae– seguirá al frente de los otros países en los que esta compañía financiera con sede en Inglaterra tiene presencia: Uruguay y Paraguay. También por eso mismo se hizo pública la renuncia: Puente emite obligaciones negociables y por eso tuvo que informar la decisión a la CNV.
Desde Puente no dieron detalles de los porqué de la decisión del empresario. Es muy probable que la presión fiscal extrema del país, la nueva normativa sobre Bienes Personales de comienzos de año, el nuevo impuesto a la riqueza –que se discute por estas horas en el Congreso– y los recientes beneficios que aprobó Uruguay para extranjeros estén en el centro de las razones de la mudanza impositiva, de la que no se sabe aún si será definitiva.
Tomasevich se suma de esta manera a Marcos Galperin, quien volvió a vivir a Uruguay a fines del año pasado (se había radicado allí durante la mayor parte de los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner y regresó cuando Mauricio Macri asumió su mandato), y a otros argentinos que consultan a diario cómo mudarse fiscalmente a otros países, sobre todo a Uruguay y Estados Unidos.
Días atrás, el Congreso del país vecino aprobó un paquete de medidas de incentivo fiscal para extranjeros, una de las banderas de la gestión del presidente Luis Lacalle Pou. La nueva norma redujo el monto del valor de inversión en propiedades para radicarse allí, que bajó de USD 1,7 millones a USD 380.000. También bajó la cantidad de tiempo que los beneficiarios tienen que estar efectivamente en ese país: antes eran 180 días y ahora son sólo 60 en un año.
Además, en el caso de tener una empresa que se quiera radicar, en la previa a esta modificación el interesado tenía que hacer una inversión de USD 5,3 millones y ahora la nueva cifra es de USD 1,6 millones, pero se le agregó la condición de que tiene que garantizar 15 empleos directos. No es el caso de Puente, radicada en ese país desde hace 17 años.
“Comenzamos nuestra operación en Uruguay en el 2003, como Intermediario de Valores o Corredores de Bolsa, que es la figura a través de la que estamos inscriptos en el Banco Central del Uruguay y nuestro principal objetivo es continuar creciendo en el país, fortaleciendo nuestra posición como la entidad líder en servicios financieros en el Cono Sur”, detalla la web de la empresa.
Carrera
La centenaria Puente tiene 200 empleados y brinda servicios a más de 35.000 clientes (individuos, gobiernos, corporaciones e instituciones). Nació en 1915 y uno de los abuelos de Tomasevich, Alberto Martínez Blanco, fue cofundador. Su madre, Olga Martínez Blanco, heredó el negocio y se convirtió en una referente de la City porteña en los 80. Desde 2011, Tomasevich es el principal accionista y controlante de la empresa a la que ingresó a los 17 como trader de la mesa de dinero. Tiene estudios de Alta Dirección en IAE Business School y el en Global CEO Program de Warthon Business School, en EEUU.
El negocio de la compañía, que nació como una casa de cambio y hoy es un banco de inversión de capitales argentinos, el más grande del Cono Sur, se divide en tres: wealth management (administración de USD 3.000 millones en activos financieros), mercado de capitales y ventas y trading, con un volumen total operado de USD 17.000 millones al año y más de 240.000 transacciones registradas.
“Son medidas de urgencia para evitar un mal mayor. Aumentar la retención a las exportaciones claramente no va a incentivar las exportaciones, pero hay una necesidad fiscal imperiosa”, le dijo Tomasevich a Infobae a fines de 2019, cuando se le preguntó su opinión sobre la novedad por esos días: el impuesto PAIS.
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