Qué país europeo les ofrece a los argentinos visas para viajar, radicarse y trabajar desde allí en forma remota

Se trata de una nación euroasiática que busca reactivar su economía post pandemia atrayendo talentos con permisos de trabajo por 180 días

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Una imagen de Tiflis, la capital georgiana
Una imagen de Tiflis, la capital georgiana

El mundo comienza a despertar de la pandemia del COVID-19 y se encuentra con que buena parte de su economía está devastada. A partir de esto, los estados recurren a todas sus herramientas para lograr una reactivación y que esta sea lo más rápido posible.

Este es el caso de Georgia, un país que formó parte de las 15 Repúblicas Socialistas Soviéticas y que se independizó en 1991 con la caída del gigante comunista. Localizado en la costa del mar Negro, en el límite entre Europa Oriental y Asia Occidental, ahora implementó un programa con el que busca atraer extranjeros ofreciéndoles visas de trabajo con el fin de que abandonen sus puestos actuales, dejen sus ciudades y se muden al joven país a cumplir sus respectivos trabajos en un modo de home office o teletrabajo. Si bien se lo considera un país europeo –euroasiático, en rigor–, no forma parte de la Unión Europea.

El gobierno georgiano quiere que se radiquen en su país la mayor cantidad posible de extranjeros que no sólo aporten al fisco local sino que aumenten el mercado interno y, además, incentiven el turismo

Ayer comenzó un nuevo programa estatal denominado Remotely from Georgia, que permite a los ciudadanos extranjeros viajar y trabajar a la distancia desde Georgia. El programa establece que los extranjeros de 95 países, entre los que se encuentra la Argentina, podrán solicitar las visas.

“Remoto desde Georgia” está diseñado para autónomos, empleados de tiempo completo o propietarios de negocios que pueden permanecer en ese país durante al menos 360 días sin una visa según su pasaporte u otro documento de viaje.

Así, un ciudadano de un país extranjero que desee ingresar a Georgia a largo plazo deberá completar un formulario de solicitud obligatorio disponible en la web del gobierno de ese país y obtener la confirmación preliminar requerida para cruzar la frontera e ingresar al país.

Además, deben demostrar que tienen la capacidad financiera para pagar impuestos mientras permanecen allí y deben tener un salario mínimo mensual de USD 2.000.

Después de completar y enviar la solicitud, si un extranjero obtiene permiso para viajar y trabajar desde Georgia, debe someterse a una cuarentena obligatoria de 12 días en el hotel por su cuenta. Después de la cuarentena, se someterá a una prueba de PCR y, si no hay signos evidentes de coronavirus, podrá permanecer en el país.

Además, un extranjero debe tener un seguro médico por el tiempo que va a pasar en Georgia.

El objetivo que busca el gobierno georgiano es que se radiquen en su país la mayor cantidad posible de extranjeros que no sólo aporten al fisco local sino que aumenten el mercado interno y, además, incentiven el turismo.

Georgia es un país que luego de su pasado comunista se volcó a la democracia e introdujo reformas económicas que le dieron impulso.

A pesar del daño que la economía doméstica sufrió por una guerra civil, con la ayuda del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, el país logró avances económicos sustanciales desde 1995. Incrementó el ritmo del crecimiento del producto interior bruto y redujo la inflación, pero se trata de una economía que continúa experimentando un gran déficit presupuestario debido a la imposibilidad de obtener ingresos fiscales por impuestos.

Hoy, sus actividades económicas más importantes son los cultivos de uva, frutas cítricas y nueces, minería de manganeso, cobre y oro, una pequeña industria que produce bebidas con y sin alcohol, metales, máquinas y productos químicos. El país importa casi todo el petróleo y gas natural que necesita.

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