El Gobierno está en tiempo de descuento en materia cambiaria, coinciden los analistas económicos. Ni el refuerzo del cepo de la semana pasada hizo que el Banco Central (BCRA) pudiera dejar de intervenir en el mercado para contener la cotización del tipo de cambio oficial. Las ventas de dólar ahorro por el momento siguen frenadas, pero la demanda por importaciones no logra ser cubierta por una oferta escasa. Por lo tanto, la presión sobre las reservas se hace cada vez más pesada.
En este contexto, el Gobierno tiene en carpeta dos alternativas para fortalecerlas y tener mayor poder de fuego para intervenir en el mercado. Según fuentes oficiales, se analiza activar el swap de monedas con China y negociar con un pool de bancos un Repo (repurchase agreement, según sus siglas en inglés), que es un préstamo de corto plazo para darle liquidez al BCRA. La administración de Mauricio Macri utilizó ambos mecanismos en el inicio de su gestión, con Federico Sturtzenegger al frente de la entidad monetaria y Alfonso Prat Gay en Economía, para reforzar las reservas tras la salida del cepo.
En el primer caso, el Banco Central ya encaminó gestiones preliminares para activar el swap de monedas con el Banco Central de China por un monto estimado entre USD 1.500 y USD 2.000 millones. El único antecedente de utilización del swap es de diciembre de 2015, cuando el BCRA canjeó los yuanes chinos por 3.000 millones de dólares líquidos.
El gran interrogante para concretar el Repo es cuál sería el activo que la Argentina entregaría en garantía para que los bancos acepten.
En esta oportunidad, se elegiría un camino diferente: en lugar de cambiar yuanes por dólares, se utilizarían los yuanes para pagar las importaciones chinas de, al menos, los próximos 6 meses. De esa forma, el Banco Central se ahorraría el gasto de esos dólares de sus reservas. La operación no aumentará sus reservas brutas, pero sí sus reservas líquidas o netas, las que puede usar para intervenir en el mercado si fuese necesario.
Resguardar esos USD 2.000 millones dentro de sus reservas no será gratuito. Por la activación del swap, el BCRA deberá pagar un interés estipulado por la tasa Shibor (la tasa interbancaria de China) más un plus que dejarán la tasa en algo menos del 6%. El swap entre ambos bancos centrales cuenta con la ventaja de que mientras no es activado, no genera tasa de interés alguna y permite aumentar las reservas brutas sin costo. Las reservas del BCRA, gracias a este mecanismo, tienen hoy USD 18.000 millones entre sus activos. La activación del swap en circunstancias como las actuales es uno de los motivos por los que esta clase de acuerdos fueron sostenidos a lo largo de distintos gobiernos.
No obstante lo informado a Infobae por fuentes oficiales, un vocero del BCRA negó que la entidad tenga en sus planes activar el swap de monedas con su similar de China o que hubiera hecho gestiones en ese sentido.
Desde comienzos de julio, el BCRA debió vender en el mercado de cambios cerca de USD 3.000 millones para contener el tipo de cambio, a pesar de dos factores que deberían jugarle a favor en su pelea con el mercado: el rígido control de cambios y el superávit comercial.
La segunda alternativa que está evaluando el Gobierno es avanzar con el Repo. Según afirmaron fuentes oficiales, ya se está gestando una negociación con los bancos HSBC y Bank of America, los dos colocadores de los nuevos bonos del canje, y con el UBS, y el objetivo sería obtener un préstamo por unos USD 6.000 millones. El gran interrogante es cuál sería el activo que la Argentina entregaría en garantía para que los bancos acepten. “Si fuera contra oro, podría ser. Si no, lo veo difícil”, sentenció un importante operador del mercado.
Desde comienzos de julio, el BCRA debió vender en el mercado de cambios cerca de USD 3.000 millones para contener el tipo de cambio, a pesar de dos factores que deberían jugarle a favor en su pelea con el mercado. El primero es el rígido control de cambios, endurecido la semana pasada, que restringe la venta de dólares tanto para empresas como para personas. El segundo es el comercio exterior, que en virtud de la caída de las importaciones viene registrando un saldo favorable.
De todas maneras, la brecha creció fuerte desde los nuevos controles (llegó al 100%), por lo que la demanda de dólar ahorro podría mantenerse en tanto y en cuanto exista esa amplia diferencia.
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