Para los economistas, la recuperación económica argentina luego del pico de la pandemia, aparecerá “muy debilitada” en comparación con otros países. Según un informe de la consultora Invenómica, se va a parecer más a un “mediocre rebote” y menos a una recuperación.
¿Cuáles son los motivos? La baja tasa de inversión actual y de los últimos años es una de las principales explicaciones. “Con la delicada situación macro, la Argentina no podrá aprovechar los altos niveles de liquidez mundial para emprender una recuperación más robusta”, explicó Pablo Besmedrisnik, director de Invenómica.
Con la delicada situación macro, la Argentina no podrá aprovechar los altos niveles de liquidez mundial para emprender una recuperación más robusta
“El financiamiento barato será una de las principales herramientas de política de las economías del mundo durante por lo menos el próximo año y, lamentablemente, estará fuera del alcance de la Argentina. Ni locales ni extranjeros ven, por lo menos por ahora, viable invertir en la Argentina”, agregó el economista.
Con todo, desde la consultora advirtieron que la caída persistente y profunda del PBI argentino no es consecuencia exclusiva de la pandemia, sino que es también el resultado de un largo proceso de deterioro de la dinámica ahorro-inversión-crecimiento que adolece la Argentina.
“Es cierto que la tasa de inversión cayó a niveles records históricos durante el segundo trimestre de 2020, tan solo un 9,5% del ya muy deprimido PBI. Pero también hay que destacar que durante los 12 meses corridos, es decir incluyendo los tres trimestres previos a la pandemia, se verificó una tasa de inversión mínima en torno al 12% del PIB”, precisó el informe de Invenómica.
“El año 2020 no es ni más ni menos que la continuidad exacerbada de una caída en la tasa de inversión de la economía que comenzó en 2009. Las tasas de inversión superiores al 20% y con la mira puesta en el 25% de tal forma de darle soporte real a un crecimiento económico sostenido ya son parte del pasado, y generar las condiciones para recuperar esos valores son una condición necesaria para generar un futuro próspero”, detalló.
Desde Invenómica, advirtieron que a la realidad cambiaria y a los largos meses de deterioro de la economía en general, se le suman los fuertes daños en el entramado productivo
Desde Invenómica, advirtieron que a la realidad cambiaria y a los largos meses de deterioro de la economía en general, se le suman los fuertes daños en el entramado productivo: “con menos empresas, se lesiona la capacidad de redesplegar la inversión con mayor velocidad”, proyectaron.
La inversión en términos reales cayó por octavo trimestre consecutivo a una tasa anual promedio del 20%. Si bien el rubro que más cayó fue equipo de transporte (con un 33% anual promedio durante los últimos ocho trimestres), se verificaron caídas en maquinarias y equipos (derrumbe del 31% anual promedio) y la construcción (14% anual promedio).
“Por efecto de la pandemia, las caídas interanuales durante los primeros 6 meses del 2020 fueron dramáticas incluso frente al 2019 (base de comparación baja), y condicionan con fuerza la dinámica de crecimiento en el futuro cercano”, remarcó el informe.
Un aspecto que determina la capacidad de expansión de una economía también es su competitividad. Según la consultora, la competitividad de la Argentina no es buena, pero tampoco de las peores. En el 2019 se ubicaba en el puesto 83 entre 140 países según el World Economic Forum.
Sin embargo, en ese mismo ranking, la Argentina aparece en el número 31 en habilidades de sus recursos humanos. Pero, al mismo tiempo, es el anteúltimo país (con el número 139) en estabilidad macroeconómica, solo por encima de Congo, que estuvo en el último lugar.
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