Presupuesto 2021: cuáles son los puntos débiles que Martín Guzmán deberá explicar en el Congreso

El ministro de Economía tiene previsto exponer en la reunión de la Comisión de Presupuesto y Hacienda de Diputados la semana próxima. Las principales inconsistencias que podrían ser planteadas por los legisladores

El ministro de Economía de Argentina, Martín Guzmán, expondrá el martes próximo en la comisión de Presupuesto y Hacienda de la Cámara de Diputados sobre los lineamientos del proyecto de gastos y recursos para el trienio

Frente a la fallida estrategia de anunciar, casi en simultáneo, los principales lineamientos del Proyecto de Presupuesto 2021 y las nuevas restricciones cambiarias, el ministro de Economía, Martín Guzmán, tiene previsto asistir la semana próxima al Congreso para presentar los números de la iniciativa e intentar lograr lo que no pudo la semana pasada: dar una señal de certidumbre y previsibilidad hacia adelante a los mercados.

De todas maneras, las estimaciones macroeconómicas establecidas en el proyecto fueron puestas en duda por varios analistas que, pese al ruido que generaron las medidas del Banco Central, se hicieron el tiempo de analizar los números de la iniciativa.

La cotización del dólar subiría menos que los precios, según proyecta el equipo económico

Para el 2021, el Gobierno prevé un crecimiento de la economía muy moderado -a apenas 5,5%, frente a la caída del 12,1% del PBI proyectada para este año-; una inflación del 29% en diciembre; y un tipo de cambio nominal de $102,4 por dólar para fin del año próximo. El dólar subiría menos que los precios, según proyecta el equipo económico.

“¿Cuán sostenible es el tipo de cambio previsto en el Presupuesto si avanzaron con mayor control de cambios y siguen perdiendo reservas?”, se preguntó el consultor económico Hernán Hirsch. Según pronosticó, mientras se mantenga el control de cambios y el dólar siga deslizándose lentamente, la inflación no se va a escapar. La pregunta es cuánto podrá sostener el Gobierno el actual tipo de cambio, en un contexto en el que la brecha sigue en niveles récord.

Además, el Gobierno prevé para el 2021 un nivel de emisión monetaria alto, estimado en $1,2 billones, equivalente al 75% del déficit fiscal primario previsto para el sector público nacional ($1,6 billones). “Es un nivel importante es un contexto donde la demanda de dinero subió muchísimo y con el desconfinamiento la tenencia de pesos precautoria debería disminuir. Y el canal fuerte de ese sobrante de pesos es el cambiario”, dijo Hirsch.

Un informe de la consultora Economía & Regiones coincide con este diagnóstico: “Si la oferta monetaria aumenta más que la demanda de dinero, el desequilibrio monetario se acrecienta, el desequilibrio cambiario también aumentará y la pérdida del poder adquisitivo del peso se potenciará, con lo cual el dólar subirá más y la inflación se acelerará”. Y agrega que es justamente eso lo que sucederá con la política fiscal y monetaria (implícita) en el Presupuesto 2021, más aún con un cepo que está condenado a seguir haciéndose cada vez más férreo.

El ministro de Economía, Martín Guzmán, asistirá el martes al Congreso, pero la sesión se expondrá de manera virtual

Para el estudio privado, si las estimaciones de crecimiento son un “dibujo inconsistente y alejado de la realidad, en materia monetaria, cambiaria e inflacionaria lo son mucho más. Hay que esperar mucho más dólar y más inflación que lo planteado por el Presupuesto 2021″, de acuerdo con sus estimaciones.

Si la oferta monetaria aumenta más que la demanda de dinero, el desequilibrio monetario se acrecienta (Economía & Regiones)

Desde EcoGo, el analista Sebastián Einstoss también sostuvo que la nominalidad prevista en el Presupuesto expone la desaceleración de la inflación, del 32% al 29%, lo cual si bien no es tan ambiciosa, es inconsistente con el hecho de que el Gobierno prevé financiar parte del déficit con emisión monetaria. El rojo fiscal primario de la administración nacional se proyecta en 4,5% del PBI.

Además del interrogante que genera el monto previsto de emisión -si podrá ser absorbido por la demanda de pesos-, los economistas también ponen en duda el resto de las variables con las que el fisco espera contar para cubrir el déficit. “Es bastante optimista lo que obtiene de organismos internacionales y de fuentes del sector público”, dijo Hirsch, mientras que Einstoss remarcó que el ruido político y económico generado por las recientes medidas también abre un signo de pregunta respecto de cuánto financiamiento en pesos podrá conseguir el Tesoro en el mercado local.

Economía & Regiones también afirma que, según el mensaje del Presupuesto, en 2021 el Estado tendrá un rol activo en el proceso de reconstrucción de la economía, ya que por un lado se plantea una recuperación robusta de los ingresos fiscales; o sea, un aumento de la presión tributaria (subiría de 23,8% a 24,8%) y por otro lado, un aumento del gasto público en términos reales.

Más Estado

De acuerdo con los números, el gasto primario real crecerá un 7,6% y un 10,1% interanual en términos reales contra 2020 (sin las erogaciones extraordinarias por COVID-19) y 2019; respectivamente. “En pocas palabras, el proyecto prevé más Estado y menos sector privado, lo cual es la madre de todos los problemas que tiene Argentina hace años”, remarcó el informe.

“En pocas palabras, el proyecto prevé más Estado y menos sector privado, lo cual es la madre de todos los problemas que tiene Argentina hace años”, observó Economía & Regiones (EFE)

Para el analista de EcoGo, es positivo el desarme del paquete de gastos vinculados con el COVID-19 (del 3,7% del PBI) y no se percibe un gasto corriente significativo. Incluso, se mantiene la nominalidad en salarios y jubilaciones. En lo que sí el Gobierno apuesta fuerte es en el gasto en obra pública, que se duplicará respecto de este año. Fueron incluidos 6.562 proyectos de inversión, por un monto de $842.683 millones. “El Gobierno se garantiza un aumento muy ambicioso de la inversión, un gasto que es flexible”, remarcó el analista.

Pese a estas inconsistencias, el proyecto de Presupuesto 2021 muestra un sendero de relativa prudencia, que fue teñido por los recientes anuncios de mayores restricciones cambiarias. “El control de cambios lo dejó en segundo plano y le quitó la posibilidad al Gobierno, y sobre todo a la estrategia de Guzmán, de usarlo como herramienta tranquilizadora”, remató Hirsch.

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