Otro contrapunto entre el Banco Central y Economía: Pesce no quiere salir a vender bonos para bajar la brecha cambiaria

El ministro de Economía había dicho hace pocos días que el BCRA podía utilizar su “poder de fuego” al recibir nuevos títulos del canje de deuda. Pero en la entidad creen que si recuperan reservas el dólar financiero bajará sin vender los títulos del canje

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En medio de un virtual feriado cambiario que se prolongaría hasta el lunes ante la imposibilidad de acceder al dólar ahorro, el Banco Central empieza a planificar cuáles serán los próximos pasos. Su titular, Miguel Pesce, tiene un solo objetivo en mente que definirá si hay chances de encauzar la crisis: empezar a recuperar reservas en forma gradual, luego de la sangría de los últimos meses.

Por lo visto en las últimas jornadas no será una tarea sencilla. Aún con grandes restricciones, el primer día de las medidas habría comprado escasos USD 15 millones y ayer habría vendido entre USD 40 y 80 millones, según estimaciones de mercado. Y eso sin un solo centavo de demanda de los ahorristas, ya que los bancos no permiten operar en sus plataformas.

Los próximos meses seguirán siendo complejos en materia cambiaria, porque entran pocas divisas de las exportaciones cerealeras, es decir ya terminó la “temporada alta” de liquidación. Y del otro lado sigue habiendo demanda por parte de quienes compran con tarjeta en dólares y pagan viajes y hoteles en el exterior. También están los pagos en moneda dura que deben realizar las empresas para cubrir deudas, aún cuando deberán reestructurar obligatoriamente el 60% de las mismas en el caso de las que vencen hasta marzo próximo.

Por otra parte, se estima que la demanda de dólar “solidario” bajará bruscamente a partir de ahora, lo que resultará fundamental para empezar a estabilizar el stock de reservas y apostar a una mejora gradual.

La recuperación de reservas es fundamental para el BCRA, a partir de las nuevas restricciones cambiarias. Pero para eso primero deberá conseguir que los distintos tipos de cambio se vayan alineando para disminuir las elevadas brechas existentes.

El propio Pesce reconoció que las mayores restricciones al cepo obedecieron a la necesidad de cuidar las reservas y la expectativa es que lentamente se vayan recomponiendo. Éste sería, de acuerdo a la visión del directorio, el objetivo inmediato para que empiece a bajar la brecha cambiaria.

“La confianza la vamos a ir recuperando a medida que se fortalezca el nivel de reservas”, admitió el vicepresidente segundo de la institución, Jorge Carrera, en una entrevista por FM Milenium.

Por eso, toda la energía estará puesta en ese objetivo y otras opciones que se barajaron para achicar la brecha cambiaria no serán desplegadas al menos el corto plazo. Una de esas opciones es que el Central salga a vender una porción de los bonos que recibió en el canje de deuda para bajar el “dólar Bolsa”. Sin embargo, en la entidad evalúan que no será necesario dar ese paso. En valor de mercado, la institución recibió alrededor de USD 8.000 millones y se trata de títulos que tienen liquidez en el mercado. Esto le da al BCRA un importante “poder de fuego” en caso de que se vuelva a disparar la brecha cambiaria.

En este tema emerge una nueva contradicción entre la conducción económica y el BCRA. Sucede que Martín Guzmán había sugerido hace pocos días que una manera de bajar la brecha era que la autoridad monetaria saliera a vender títulos que recibió durante el canje, es decir aprovechar su flamante “poder de fuego”. Pero Pesce no está dispuesto a hacerlo, al menos en el corto plazo, sobre todo luego de haber definido un endurecimiento del cepo.

Por otra parte, salir a vender títulos provocaría una baja mayor de las cotizaciones y un incremento adicional del riesgo país, que en los últimos días trepó por encima de los 1.200 puntos. Representaría, además, una pésima señal que el propio BCRA salga a rematar títulos en medio de la crisis porque podría desatar también que los tenedores privados hagan algo similar.

Hasta el 11 de septiembre el Central había vendido más de USD 1.000 millones, una aceleración de casi 30% respecto al ritmo de agosto. Este drenaje de reservas precipitó la decisión de imponer nuevas restricciones cambiarias, que se habían pensado originalmente para octubre.

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