Las entidades que integran el Foro de Convergencia Empresarial afirmaron en un comunicado que medidas como la resolución del Banco Central de la República Argentina (BCRA) que impide que compañías argentinas puedan acceder al mercado de cambios para cancelar sus obligaciones en dólares, coartando cualquier posibilidad de nuevo financiamiento al sector privado, “van en la dirección contraria a la recreación de un clima de inversión indispensable hacia el futuro”.
“El Foro de Convergencia Empresarial ha sostenido, desde su creación, la importancia del respeto a la propiedad privada, al cumplimiento de los contratos y la estabilidad de las reglas de juego, para mantener y promover la inversión privada y generar empleo genuino en el sector formal de la economía. La situación económica, producto de una larga recesión, con déficit fiscales elevados e imposibilidad de obtener nuevo financiamiento en el corto plazo, a pesar de la renegociación de la deuda externa, hacen imperiosa la promoción de la inversión privada para ayudar a la reactivación de la economía”, señalaron los empresarios en el comunicado.
En este sentido, no sólo cuestionaron las recientes medidas del BCRA, sino también la intervención del mercado de Servicios de Tecnología de la Información y las Comunicaciones, “TIC”, a través del DNU 690/20; la demora en la sanción de la Ley del Conocimiento y la creación de nuevos impuestos al sector privado. “La reducción de la pobreza y el desempleo dependen del crecimiento de la inversión privada. Reiteramos nuestra propuesta a los Poderes Ejecutivo y Legislativo para que lo tengan en cuenta. La sustentabilidad futura de Argentina está en juego”, planteó el Foro.
Los empresarios de distintas organizaciones afirmaron que la Argentina está viviendo momentos en los cuales la pandemia del coronavirus y las medidas de prevención adoptadas para tratar de minimizar sus efectos, han tenido y van a tener en el futuro impactos económicos importantes, con quiebras y cierres de empresas y pérdida de empleos, por lo que el sostenimiento de las reglas de juego y la defensa de la propiedad privada son clave.
Con respecto a las restricciones cambiarias, si bien eran medidas que se venían anticipando, ante la escasez de reservas que tiene el organismo monetario, los hombres de negocios advierten que las llevan a un default forzoso de parte de sus deudas con bancos y organismos internacionales, aunque finalmente logren refinanciar el 60% que el Gobierno no les deja pagar, según varias fuentes consultadas por Infobae ni bien se conoció la medida.
Según advierten, no sólo esta medida genera un mal precedente para el financiamiento futuro del sector privado -¿qué entidad querrá prestarle a una compañía argentina en este contexto?-, sino que el conjunto de restricciones cambiarias y su impacto en el dólar libre presionan sobre los precios de los productos importados y también de los nacionales que tienen componente del exterior.
“Es muy complicado porque es forzarte a un default privado. Me preocupa porque cuando vayamos a buscar créditos en dólares afuera, las ganas de prestarte van a ser menores”, había dicho días atrás a este medio el CEO de Ledesma y miembro del directorio de IDEA, Javier Goñi.
A su vez, el dueño de Aluar y Fate, Javier Madanes Quintanilla, sostuvo que con la nueva modalidad, no se van a lograr más exportaciones y que va a haber problemas. “La única forma de poner el aparato en marcha e incrementar la producción es contar con los recursos que hacen falta”, dijo. También expuso su visión al respecto José Urtubey, director de Celulosa Argentina, al plantear que “es un error limitar el acceso de los dólares para cumplir las obligaciones del sector privado porque pone a las empresas al límite del default”.
Hoy, Roberto Urquía, dueño de Aceitera General Deheza, se refirió en declaraciones radiales al nuevo impuesto a la riqueza: “Si es sobre la propiedad que tiene uno de acciones de empresas en el país que están generando mano de obra, no es justo. Si piensan que va a gravar depósitos en el exterior como respaldo, es justo. Pero me parece que han mezclado todo. Si se gravan depósitos y bienes de argentinos en el mundo, ese es un buen impuesto a la riqueza; si es sobre lo que genera mano de obra, no va a incentivar a seguir invirtiendo, hará dudar”.
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