Los 8 efectos colaterales indeseados que desataron las nuevas medidas cambiarias en la economía

El endurecimiento del cepo impedirá la entrada de divisas y con ello impactará en muchos sentidos sobre diversos sectores y aspectos de la actividad económica

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El remedio agravó la enfermedad. Si el Gobierno pretendía bajar el precio del dólar y recortar la pérdida de reservas al dificultar la compra del dólar ahorro, fracasó. Además, agregó daños colaterales porque ese cepo también funcionará para impedir la entrada de divisas y comprometer a las empresas radicadas en el país que en el pasado se endeudaron en dólares para aumentar las inversiones.

Estos son los principales efectos en la economía:

Encareció la deuda a las empresas que tomaron financiamiento en dólares en el pasado para nuevas inversiones. Esas empresas ajustarán costos y pueden afectar más el empleo y su producción.

Complicó a los sectores que dependen del dólar para su actividad como la minería, la industria farmacéutica, las petroquímicas, agencias de turismo y empresas aéreas, entre otras.

Bloqueó las inversiones que estaban en marcha porque creen que no podrán girar utilidades al exterior y que el precio del tipo de cambio va a permanecer atrasado porque se está usando como ancla para combatir la inflación. El cambio de las reglas de juego anuló todos los planes de expansión, en particular de las industrias extractivas como gas, petróleo y litio, o la minería tradicional (cobre, oro, plata) y las de energías alternativas (solar y eólica).

Disparó el precio del dólar libre y ahora cualquier techo que toque va a ser fácilmente superado porque esperan que la emisión de dinero les vuelque nuevos compradores. Los operadores saben que cuanto más eleven el precio, más movimiento tendrá el mercado porque hará que sea atractivo para los compradores de dólar ahorro que verán compensado el mayor costo de la divisa en bancos por los nuevos precios que pagan las mesas de dinero. Si el dólar perfora en los próximos días el precio de $ 150 la escapada puede ser acelerada.

Los exportadores retendrán su producción porque saben que la presión devaluatoria es más grande y, además, la inflación de 2,7% de agosto hace ver que seguirá en ascenso en los próximos meses y que deja como un dibujo teórico las bases del próximo presupuesto.

Avivará la fuga de empresas que ven que la economía se ha quedado sin rentabilidad y sin capacidad de recuperar el consumo previo a la pandemia.

Si devalúa, el Central deberá responder por las fuertes ventas en el mercado de futuros, donde está vendido en USD 6 mil millones. Si bien las probables pérdidas las asumiría en pesos, significará más emisión.

Desalentará las inversiones en bonos y plazos fijos dólar linked porque los inversores piensan que el próximo paso es el desdoblamiento del mercado cambiario. Ven a un Banco Central acorralado y a un problema cambiario que no tiene solución porque se agotan las reservas de libre disponibilidad.

A la Argentina le quedan hilachas de credibilidad. La salida de otra empresa extranjera de delivery, Glovo, se sumó a la larga lista de las que emigraron hacia países de economías previsibles o directamente cerraron sus operaciones en la Argentina. A las grandes empresas que se fueron hay que sumarle la innumerable cantidad de pymes que no volverán a operar incluidos bares, restaurantes, pubs y comercios que abandonaron sus locales de ventas.

La desinversión que ha provocado el gobierno en la pandemia toma dimensiones más graves que la fuga de divisas. El país tardará años en recuperar sus niveles históricos de actividad. La crítica presidencial descalificando al mérito como un valor para estimular el progreso, es una filosofía en sí misma que desalienta crear emprendimientos rentables. El Estado quiere que la economía dependa de la política y legisla en función de esa creencia. Por caso, el Congreso aprobó una ley para proteger a los inquilinos que tuvo efectos colaterales tan graves como los de las medidas cambiarias. No solo encareció el alquiler, sino que desalentó las inversiones en ladrillos porque los precios de los departamentos, ante la abrumadora oferta de ventas, cayeron en hasta 30%. Al mismo tiempo, demora la ley del Conocimiento, porque algunos legisladores creen que beneficia a Mercado Libre, la empresa privada más exitosa de la Argentina que reorientó sus inversiones a México ante las trabas locales.

El intervencionismo no es distinto a las adicciones. Cada vez necesita de más regulaciones para conseguir resultados temporales. Pensar que encarecer el dólar ahorro iba a evitar la fuga de reservas es no conocer el mercado. La respuesta inmediata a la retención del impuesto a las ganancias al dólar ahorro fue que elevó $12 el dólar “blue” o libre que cerró en $ 143. Las mesas de dinero no quieren perder su negocio después de ver sucumbir a una importante cantidad de casas de cambio, también víctimas de esta política cambiaria. Por eso la divisa abrió a $ 145, tocó $ 148 y cerró a $ 143, pero para hoy hay órdenes que entraron después de hora a $ 144. No sería de extrañar que a medida que se va rearmando el mercado, lo eleven en pocos días a $ 150 para alentar a los compradores del cupo de USD 200 mensuales a hacer una diferencia de 20 centavos por dólar que equivale a $ 4.000. Pronto la brecha llegará a los niveles anteriores a esta reforma cambiaria porque el peso no tiene seguidores.

Otro resultado negativo que provocó la reforma fue el derrumbe de los nuevos bonos de la deuda. Los títulos más buscados, de la nueva emisión post canje, que son los que se utilizan para hacer operaciones de contado con liquidación y dólar Bolsa soportaron bajas superiores a 5%. El AL30D cayó 5,36%; el A35D, 6,29% y el AL41D 5,58%. La letra “D” indica que se pueden operar, además de en pesos, en dólares. Esto explica que el riesgo país haya subido 5,9% a 1.185 puntos básicos y la renta esté en 14%. Los nuevos bonos no conocen un solo día de suba desde que asomaron al mercado. El más golpeado por este fracaso es Martín Guzmán, el ministro de Economía que se oponía a suspender la venta de dólar ahorro porque estaba convencido que los nuevos bonos serían lo suficientemente atractivos como para que ahorristas e inversores los eligieran antes que al billete norteamericano. El resultado: hoy tienen un dólar más caro, no detendrán la fuga de divisas de los bancos para hacer “puré” revendiéndolos en el “blue” y aumentaron la presión devaluatoria sin contar que favorece la suba de precios por aumentarles los costos a las empresas al escasear los dólares para importar insumos clave para las empresas.

Fuente: Rava Online.
Fuente: Rava Online.

Los dólares alternativos tuvieron escasos negocios. El dólar Bolsa o MEP operó USD 29 millones y aumentó $ 5,55 a $ 127,61, mientras el contado con liquidación con un volumen de negocios de apenas USD 7 millones subió $ 3,61 a $ 131,90.

El dólar en bancos y casas de cambio subió 19 centavos a $ 79,55 pero no hubo operaciones de dólar ahorro porque las entidades están adecuando sus sistemas a la nueva operatoria que debe calcular el nuevo precio sumándole el impuesto a las ganancias.

En la plaza mayorista, la divisa subió 6 centavos a $ 75,25 con negocios por USD 187 millones. La falta de demanda de los importadores, le permitió al Banco Central comprar USD 20 millones.

Las reservas, aumentaron USD 25 millones a 42.521 millones ayudadas por las compras en la plaza mayorista y por la suba del oro en el mundo de 0,78% a USD 1.966,10. El Central tiene 68 millones de toneladas de oro en sus reservas que cotizan a aproximadamente USD 4 mil millones, que puede poner de garantía en Bancos Centrales para conseguir más divisas a una baja tasa de interés.

Fuente: Rava Online.
Fuente: Rava Online.

La Bolsa, fue el resumen de los padecimientos y de la desconfianza de los inversores. Con negocios por $ $ 1.500 millones, 50% más que el volumen habitual, el S&P Merval, el índice de las acciones líderes, perdió 5,51%. La oferta de acciones fue abrumadora. No hay interés en tener en las carteras riesgo argentino. Un dato: la Bolsa cerró en el nivel más bajo del día lo que significa que no hubo intención de los tenedores de acciones en defender los precios. Lo único que querían era sacarse los papeles de encima. Fue un movimiento similar al de los nuevos bonos de la deuda, donde los tenedores salieron masivamente a venderlos.

Los bancos fueron los más perjudicados. Galicia (-9,03%), BBVA (-8,48%) y Macro (-8,36%) padecieron las bajas más importantes.

Los ADR’s argentinos -certificados de tenencia de acciones que cotizan en las bolsas de Nueva York- sucumbieron al mal humor de los inversores. Edenor (-9,33%), Banco Supervielle (-9,20%) y Galicia (-8,83%) encabezaron el lote de perdedores. Solo cuatro ADR’s subieron. Lo mejor fue lo de Tenaris con 5,27% seguido por Despegar con 1,01%.

Ya no quedan más excusas. Los nuevos bonos están presentes a pleno en el mercado. El Gobierno endureció el cepo y la fuga de divisas continúa. Para colmo, el antecedente que implantó alienta la salida de empresas, al considerar que el mérito no es una virtud. En un mercado de libre competencia, el mérito es condición esencial para ser eficiente y tener rentabilidad. Que el riesgo país haya subido casi 6% califica las nuevas medidas.

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