Los mercados financieros en la Argentina no tuvieron tregua este jueves. En la rueda se observaron bajas de hasta 7% en dólares para las acciones, fuertes pérdidas para los títulos reestructurados y una elevada demanda de dólares en la plaza cambiaria que forzó nuevas ventas del Banco Central, aún con las duras restricciones al dólar.
Una vez salidos a cotizar al mercado los nuevos bonos del canje, en las últimas tres semanas los activos emprendieron una racha de tomas de ganancias cuyo piso no está claro. Y en el plano cambiario, las continuas ventas de dólares el BCRA, para apaciguar las presiones devaluatorias y abastecer a la demanda, obligaron a endurecer las restricciones, en una decisión que trajo más incertidumbre sobre la estabilidad del peso y los precios de títulos públicos y privados.
El S&P Merval perforó el piso de los 40.000 puntos, y medido en dólares cerró debajo de los 300 puntos por primera vez desde el 13 de mayo
“Cuando uno empieza los controles primero es fácil entrar y muy difícil salir de ellos. Y una vez que uno entra, tiene que seguir tapando agujeros permanentemente. Es tapar el sol con las manos y la situación económica es extremadamente compleja”, definió el analista Luis Palma Cané. “Seguimos poniendo cepos y eso genera estancar más la economía y afectar más las libertades individuales. Es un círculo vicioso y una devaluación implícita”, agregó.
“Teníamos la buena noticia de la reestructuración de la deuda y ahora esto (refuerzo del cepo), que apunta a cuidar las reservas del Banco Central. Y si bien se esperaban algunas medidas en el escenario actual, fueron anuncios que golpearon mucho a los instrumentos de deuda y volvieron generar incertidumbre, que hoy se focaliza en cuál será el alcance real de todo esto. De hecho, fue un dato fuerte la restricción a acceder a los dólares para las corporaciones que quieren cancelar deuda, 'invitándolas’ así a reestructurar una parte”, describió Santiago Abdala, director de Portfolio Personal Inversiones.
Este jueves se sucedieron una tras otra las cifras negativas. En Wall Street los ADR de compañías argentinas perdieron hasta 7%, con Loma Negra y Banco Supervielle a la cabeza. YPF se hundió 6,1%; Grupo Galicia recortó 5,7% y Mercado Libre perdió 2,3 por ciento. Medidas en dólares, las acciones tocaron los precios más bajos en cuatro meses.
Para los flamantes bonos del canje también se extendieron los números rojos. Las seis series de Globales en dólares con ley extranjera cayeron un 4% en promedio, para elevar las tasas internas de retorno al umbral del 13 por ciento.
En sintonía, el riesgo país de JP Morgan trepó 53 unidades para la Argentina, un 4,5%, a 1.236 puntos básicos.
“Ocurre que se profundizan las liquidaciones de títulos desde operadores del exterior, toda vez que algunos fondos buscan reducir su exposición tras el canje, en un clima de una creciente desconfianza respecto a la dinámica económica y las tensiones políticas”, comentó Gustavo Ber, economista del Estudio Ber.
“Las nuevas normas que limitan el pago de vencimientos de capital en moneda extranjera para las empresas llevaron a una dura caída de los bonos corporativos”, sostuvo la consultora Delphos Investment en un reporte.
El índice S&P Merval de la Bolsa de Buenos Aires restó un 5,6% en pesos, a 39.799 unidades, luego del derrumbe de un 5,5% del miércoles y caer algo más del 10% en el transcurso del año.
La presión sobre reservas regresó pronto
En el mercado cambiario, el Banco Central debió vender divisas a pesar del “súper cepo”, luego de tres ruedas en las que había logrado mantener a las reservas estabilizadas.
El dólar mayorista ascendió siete centavos, a 75,32 pesos. En el transcurso de 2020 suma un incremento del 25,8 por ciento. La brecha entre el oficial mayorista y el dólar blue alcanza el 86 por ciento.
El monto operado en el segmento de contado (spot) fue importante, unos USD 310,2 millones, aunque la presión de la demanda obligó a posturas vendedoras del Banco Central, que en las tres ruedas pasadas había logrado detener la pérdida de reservas por sus intervenciones.
Fuentes privadas cifraron en un rango de 40 a 80 millones de dólares el saldo neto vendedor de la entidad monetaria. Un operador cambiario explicó a Infobae que el crecimiento del volumen y la necesidad de ventas oficiales se dieron porque “no podés cortar la oferta de dólares para el comercio exterior, de lo contrario lo único que hacés es acelerar el pánico. Si podés pagar, pagás”.
Una noticia positiva fue la de la caída del dólar libre, después de haber anotado un máximo histórico de $145 el miércoles. La divisa informal restó cinco pesos y quedó ofrecida a $140, con una brecha de 86% respecto del oficial mayorista.
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