El economista Miguel Ángel Broda realizó un duro diagnóstico sobre la situación económica y social de la Argentina, a la que consideró como terriblemente preocupante y desesperante. Y criticó la creciente intervención del Estado en el sector privado, lo que ahuyenta las inversiones.
“La Argentina es un caso único en el mundo de un país que era rico y se hizo pobre. Cuando era estudiante, nos comparábamos con los Estados Unidos, Canadá o Australia. Hoy, nuestros vecinos están mejor que nosotros. Es desesperante. Esta pandemia pudo haber sido un gatillo para clarificarnos dónde estamos, el tiro ha salido para el otro lado”, señaló, con resignación.
El primer objetivo del programa económico explicitado en el presupuesto es la inclusión. Si uno tiene para comer y el otro no tiene nada, el objetivo es que ninguno de los dos tenga nada
Según la visión de Broda, el país atraviesa una situación de “agravamiento de la decadencia” y ahuyenta cada vez más las inversiones. Describió a la Argentina como un país que hace diez años que no crece, con altísima inflación y que no genera empleo.
“El primer objetivo del programa económico explicitado en el presupuesto es la inclusión. Si uno tiene para comer y el otro no tiene nada, el objetivo es que ninguno de los dos tenga nada. Es el objetivo primario del programa de crecimiento”, dijo.
“Peor no se puede hacer para bajar la tasa de crecimiento potencial de la Argentina y obviamente para agravar y disminuir el poder adquisitivo promedio de los argentinos. Por eso, está todo el mundo huyendo, el capital humano joven, el capital humano viejo. Va a ser muy difícil si no hay una reacción de nuestro liderazgo”, aseguró.
“Es un progresismo rarísimo, que trata que todos seamos pobres”, opinó. Luego, explicó las medidas que tomó esta semana el Banco Central para evitar un aumento de la caída de las reservas. Según detalló, desde el comienzo del año se perdieron 5% de reservas brutas y un 40% de reservas netas.
Peor no se puede hacer para bajar la tasa de crecimiento potencial de la Argentina y obviamente para agravar y disminuir el poder adquisitivo promedio de los argentinos. Por eso, está todo el mundo huyendo
“Si quitamos lo que debemos, excluimos el oro, el deterioro en las expectativas, las reservas líquidas no son mas de USD 1.600 millones, un 80% menos que a principio de año”, señaló el economista.
“Las medidas de los últimos días son muy simples. Estábamos perdiendo reservas porque se puso el precio del tomate más bajo del que debe ser y hubo exceso de demanda de tomate. Se hizo lo necesario para poner más restricciones a la demanda de tomate”, ejemplificó.
“Es una situación muy complicada. Reaccionamos aumentando el control de capitales, tratando de reducir la demanda, obligando a reestructurar la deuda de las empresas, a defaultear al sector privado. Es muy difícil hacer las cosas con peores resultados”, indicó.
Broda consideró que el problema excede la técnica económica y responde a un liderazgo político que decidió agravar la decadencia de la Argentina. También criticó al ministro de Economía: “Si yo hubiera sido ministro de Economía, primero me paro arriba de la mesa y le digo al presidente: 'como usted está, no sé si termina, voy cada cinco minutos al baño del estrés y nerviosismo de carecer de liderazgo”.
Sobre las nuevas restricciones del Banco Central, Broda criticó especialmente que se obligue a las empresas a reestructurar sus deudas, lo que produce pérdidas patrimoniales de importancia: “La Argentina no tiene hoy solo una salida de inversión extranjera sino una salida de todos los emprendedores y las empresas que pueden invertir. Obviamente es una mala noticia, tampoco tenemos condiciones externas para que nos reestructuren fácilmente. Hicimos la reestructuración de la deuda y ni las empresas privadas ni el soberano pueden salir a pedir prestado”.
Son medidas consecuencia de la improvisación. Todos los días tenemos un síntoma, el paciente tiene cáncer con fiebre y le damos un antifebril
La imposibilidad de que el sector privado pudiera renovar y ampliar su deuda va a hacer que la recuperación económica sea más lenta. Esa recuperación se amesetó en julio, agosto y lo que va de septiembre, según explicó el economista.
“Son medidas consecuencia de la improvisación. Todos los días tenemos un síntoma, el paciente tiene cáncer con fiebre y le damos un antifebril. Es una muy mala noticia para el sector privado, que ya está muy castigado”, dijo Broda.
El economista se mostró muy crítico con la creciente intervención del Estado en el sector privado. “La filosofía es agrandar el rol de Estado, agrandar las intervenciones, las confrontaciones políticas. Los países que han crecido, los que han sido estables macroeconómicamente han hecho exactamente lo contrario”, aseguró.
También cuestionó el creciente aumento del gasto público. “En los últimos 20 años, el aumento del gasto por año fue 70% por arriba de lo que decidió el Congreso. La Ley de Presupuesto es una formalidad que claramente en la Argentina no sirve para nada”, aseguró.
“El diagnóstico de este Gobierno es que el neoliberalismo disminuyó los gastos del Estado y ahora tiene que aumentarse para que el Estado salvador nos saque de la decadencia con intervenciones crecientes y asignando recursos mejor que el maldito sistema de mercado. Es muy probable que eso agrave nuestra decadencia”. Y señaló ejemplos como la Ley de Alquileres.
“Mi padre era rotisero. Yo creo en el mérito, me rompí el alma para ascender en la escala social y ahora tengo que estudiar astrología”, dijo Broda. Y recordó que los inmigrantes vinieron a la Argentina porque era la “tierra prometida”, donde se podía ascender socialmente. “Estamos en presencia de algo que da vuelta lo que era la Argentina y lo estamos agravando”, concluyó.
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