La medida que anunció ayer el Banco Central que establece la percepción de 35% a cuenta de Ganancias o Bienes Personales no es algo nuevo para la economía argentina en relación a la compra de divisas extranjeras. Y su recuerdo no es el mejor.
El 27 de enero de 2014 el entonces ministro de Economía y ahora gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, anunció que se establecía una percepción del 20% para las personas físicas que busquen comprar dólares para atesoramiento, en concepto de Ganancias y Bienes Personales. Luego se llevó al 35% para los gastos en el exterior y el turismo. Y eso fue el principio de un derrotero de contadores y abogados en busca de recuperar esos adelantos.
“No funcionó nunca el proceso de devolución. Hacías los trámites, la AFIP no contestaba, insistías y te fiscalizaba, después te aprobaba el proceso pero no te pagaba”, explica Sebastián Domínguez, socio de SDC Asesores Tributarios.
“Ahora podríamos tener un problema similar porque la norma no establece plazos. Señala el proceso para iniciar el trámite de devolución de eso que adelantó pero no cuánto tiempo puede llegar a tardar la respuesta. Se puede pedir un pronto despacho e ir a un tribunal fiscal de la Nación, pero hay que asumir el costo de esto. Además, hay que pensar que se está obligando a pagar hoy lo que se tenía pensado pagar en junio de 2021”, agregó el especialista.
En esa época el cargo de titular de la Administración Federal de Ingresos Públicos lo detentaba Ricardo Echegaray, y los contadores recuerdan que no fue hasta el regreso de Alberto Abad al frente del organismo que no se realizaron los pagos.
Iván Sasovsky, titular del estudio que lleva su nombre, recuerda que el cepo que llevó adelante Cristina Fernández de Kirchner en la última etapa de su presidencia “tenía muchas particularidades conocidas por Mercedes Marcó del Pont que fue la que instauró el anterior cepo, que se complementaba con el componente impositivo de cobrar una percepción del 35% para el caso de compras con tarjeta de crédito y débito, y un 20% del dólar ahorro, el cual se aprobaba de acuerdo a la capacidad económica de cada contribuyente”.
Respecto de las devoluciones, el especialista señaló que el sistema “terminó beneficiando a los que más tenían, porque lo podían computar contra Ganancias y Bienes Personales, tanto el dólar turista que tenía el 35% como el dólar ahorro que tenía el 20%. Las devoluciones se instauró para que los monotributistas y los empleados en relación de dependencia pudieran solicitarlas a través de un trámite que nunca se ejecutó y como el pago a cuenta siempre existió ese sector financiaba a los que más tenían -y ahora va a pasar lo mismo- pero las devoluciones las instauró Mauricio Macri”.
Pero donde empiezan a poner la lupa los estudios de abogados ligados al derecho tributario es en el modelo que se está llevando adelante a la hora de tomar la percepción.
Sin inmiscuirse en cómo fue el proceso de devolución que podría llevar adelante la AFIP, el abogado tributarista Alejandro Altamirano explicó a Infobae que le resulta “llamativo que desde el inicio una persona tenga que hacer frente al pago de un impuesto el cual no está alcanzado”.
El especialista hace referencia a que un grupo de personas deberá pagar el adelanto de un impuesto como Ganancias o Bienes Personales aunque “no sean pasivos del impuesto” y que esto podría llegar a generar una discusión legal “porque desde el inicio la retención está mal. Se le cobra a gente que quizás no paga Bienes Personales, es como si una persona tuviera que hacer frente a un impuesto de un país en el que no vive”.
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