Las medidas anunciadas ayer por el Banco Central (BCRA) generaron una nueva señal de alarma en las empresas, muchas de las cuales se financian en el exterior para poder desarrollar sus proyectos de inversión y poder crecer. Aunque no se mostraron sorprendidos debido al problema de la falta de dólares y a los fuertes rumores que hubo en los últimos días, el sector privado advierte no sólo que la imposibilidad de cumplir con el 100% de sus deudas las obliga a defaultear de manera forzosa, sino que estos controles no hacen más que imponer más ruidos y generar mayores problemas para la producción y el control de la inflación.
“Es muy complicado porque es forzarte a un default privado. Me preocupa porque cuando vayamos a buscar créditos en dólares afuera, las ganas de prestarte van a ser menores”, afirmó a Infobae el CEO de Ledesma y miembro del directorio de IDEA, Javier Goñi. La compañía azucarera tiene un préstamo activo con el organismo holandés FMI por USD 90 millones, pero no tiene vencimientos en el corto plazo, lo cual los deja más aliviados, afirmó el directivo, quien sin embargo enfatizó que con estas medidas “la Argentina baja un escalón”. “Normalmente, hay espacio para la refinanciación de los pasivos, pero no de manera forzada”, dijo Goñi.
A su vez, el salteño José Urtubey, director de Celulosa Argentina, coincidió en que “es un error limitar el acceso de los dólares para cumplir las obligaciones del sector privado porque pone a las empresas al límite del default”. “Por otro lado, dijo el miembro de la UIA, hay que estar atento a la reacción de los acreedores”.
Para Javier Madanes Quintanilla, dueño de Aluar y de Fate, lo que el Gobierno está modificando es un “cambio de tendencia en la generación de divisas, ya que con esta modalidad, no se van a lograr más exportaciones. Va a haber problemas”. “La única forma de poner el aparato en marcha e incrementar la producción es contar con los recursos que hacen falta. Yo no puedo producir aluminio si tengo problemas de abastecimiento de la materia prima que es importada. Y el que me vende no es un mecenas, sino que quiere cobrar”, manifestó, ante la consulta de este medio.
Otra de las consecuencias naturales de los mayores controles es la presión sobre los precios. Si bien la norma del BCRA habla de “deudas financieras” y no comerciales, la relación de los empresarios con los proveedores podría verse afectada por el solo hecho de que nada garantiza que haya divisas para pagar las importaciones. Por ende, eso puede obligar a los empresarios a recurrir al dólar blue o sacar divisas del colchón y ajustar los precios a ese valor. Ya venía sucediendo con los controles previos, de hecho.
“Si el proveedor te pide un pago por anticipado, tenés que pedirle al BCRA o sacar los dólares del colchón. Lentamente, va a existir esa expectativa de parte del importador en materia de precios, lo cual hace que todo el esfuerzo antiinflacionario que venís teniendo, pisando el tipo de cambio oficial, las tarifas, etc., se vea afectado”, remarcó Madanes Quintanilla.
Por su parte, el empresario Martín Cabrales consideró que la Argentina tiene una necesidad de dólares urgente, que son muy pocas las reservas que tiene el BCRA y que el país necesita fomentar las exportaciones de producto con valor agregado y fomentar la inversión para reactivar la economía y que entren dólares al país. “Para eso, se necesita que los propios argentinos tengamos confianza para invertir los dólares que tenemos en la Argentina, y eso requiere de medidas o de un plan integral que dé un horizonte a mediano y largo plazo”.
Desde el sector pyme, el titular de la Confederación de General Empresaria (CGERA), Marcelo Fernández, planteó que la medida no los afecta porque no tienen deudas de USD 1 millón con el exterior. “Hay que separar, nosotros no tenemos crédito. Lo que vemos que es una muy buena oportunidad para aquellas empresas que siempre se dedicaron a importar para que tengan que mirar el mercado local”, dijo el empresario.
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