A fines de 2019, con la devaluación pos PASO, los precios de los automotores se dispararon y, con ellos, las cuotas de los planes de ahorro para entrega por sorteo y licitación. Esa situación generó una fuerte mora y provocó una intensa negociación entre las terminales automotrices y el Gobierno para darle una solución a los ahorristas y ofrecerles opciones de diferimiento en los pagos. Luego llegó la pandemia. Y lo que ya venía golpeado terminó de desplomarse.
Pero a partir de la flexibilización de la cuarentena desde mayo, la caída en dólares de los precios de los autos, en particular en términos de las cotizaciones alternativas como MEP y Bolsa, y las dificultades para acceder a los vehículos del modo convencional -por falta de stock y dificultades para importar- hizo que el régimen de planes de ahorro recobrara fuerza.
La caída en dólares de los precios de los autos, en particular en términos de las cotizaciones alternativas como MEP y Bolsa, y las dificultades para acceder a los vehículos del modo convencional -por falta de stock y dificultades para importar- hizo que el régimen de planes de ahorro recobrara fuerza
Agosto fue el primer mes donde las suscripciones crecieron respecto del año pasado (20%, hasta las 32.600), y las empresas esperan una consolidación de este repunte en lo que resta del año. Sin embargo, quienes resultan adjudicados para retirar su vehículo hoy no saben exactamente cuándo podrán hacerlo, reconocieron en varias de las empresas del sector. Las demoras en la aprobación de las licencias no automáticas por parte del Gobierno a las terminales dificulta para algunas compañías el cumplimiento de los plazos legales, que oscilan entre los 45 y los 90 días.
“Quienes tuvieron mayores inconvenientes en recibir su vehículo fueron los clientes que salieron adjudicados en marzo o abril, ya que el aislamiento, con las plantas y los concesionarios cerrados sumado a que no se podían movilizar los autos, hizo que en muchos casos pudieran recibir recién el mes pasado el vehículo”, precisó a Infobae el directivo de una terminal.
Algunas compañías plantearon el tema ante la Inspección General de Justicia (IGJ), ya que legalmente si la empresa no cumple con el plazo de entrega, le corresponde pagar una multa al adjudicatario del vehículo. “Pero en este caso la culpa no es nuestra porque no podemos entregar los autos debido a que no nos aprueban el permiso para ingresarlos al país”, enfatizaron en una de las terminales. Entonces, las multas no se están abonando.
Legalmente si la empresa no cumple con el plazo de entrega, le corresponde pagar una multa al adjudicatario del vehículo
Esta situación de faltantes, generada primero por el aislamiento y luego por las demoras causadas por el Sistema Integral de Monitoreo de las Importaciones (SIMI), afecta a los planes de ahorro pero en menor magnitud que en el mercado convencional. “Hoy las empresas priorizan las entregas previstas en los planes y eso hace que muchos concesionarios no tengan vehículos para ofrecer. Incluso, puede suceder que las terminales salgan a recomprar unidades que tiene su red de vendedores para poder cumplir con los plazos legales del contrato”, destacaron las fuentes consultadas por este medio.
Según afirmaron en una automotriz, esa situación hace que muchas personas que hoy tienen los dólares y quieren aprovechar la brecha para comprar el auto más barato suscriban un plan, anticipen todas las cuotas y luego esperen la entrega, sin apuro. Esto no podría hacerlo en una compra tradicional, ya que para facturarlo el vehículo tiene que estar nacionalizado (y hoy hay falta de stock), mientras que de la otra manera, la persona compra un plan.
Otra decisión que permitió reducir la mora en los planes y que impulsa las suscripciones fue la resolución de la IJG que habilitó a las empresas a diferir los aumentos que sufren las cuotas. La norma data de febrero, pero a fines de agosto fue prorrogada hasta fin de año. Los aumentos de las cuotas entre enero y el mes pasado acumulan un 20%, casi en línea con la evolución del dólar.
Permitió reducir la mora en los planes y que impulsa las suscripciones fue la resolución de la IJG que habilitó a las empresas a diferir los aumentos que sufren las cuotas
Esta norma desactivó las medidas cautelares que comenzaron a aparecer en varias ciudades del interior a fines del año pasado, a raíz del fuerte salto en el valor de los autos, y de las cuotas, producto de la brusca devaluación. La cartera, dicen en la industria, quedó más sana luego tras la gran caída de ese momento, y hoy la mora se redujo fuertemente debido a que los clientes que están con dificultades para pagar pueden acceder a los planes especiales.
“Este año estamos viendo que el nivel de mora y de caída empieza a bajar y se ubica en niveles más normales. Nosotros le ofrecemos a los suscriptores planes de pagos, y hay gente que le interesa y gente que está en mora y que no puede pagar ni siquiera con la facilidad. La resolución es buena y llega en un momento en el cual es importante tener estas alternativas”, dijo el encargado de planes de ahorro de otra terminal. Según agregó, “proporcionalmente, tienden a adherirse más quienen tienen la unidad adjudicada que quienes no”.
En la industria afirman: “no sólo está creciendo el nivel de suscripciones, sino también el monto de la facturación. Y eso sucede porque la persona que tiene el dinero y quiere hacerse del vehículo, puede licitar y ganar esa adjudicación. También pueden firmar un contrato con lo que se denomina ‘cuota pactada’, que establece que en determinado momento la persona paga un determinado porcentaje del valor del vehículo y se lo lleva".
“Vemos una recuperación. En general, la industria de planes de ahorro está bastante atada a la industria total, y se está estimando vender este año unos 300.000 vehículos, de los cuales un 20% será por planes de ahorro”, dijo a Infobae uno de las fuentes del sector.
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