Septiembre arrancó con ventas récord de dólares por parte del Banco Central y esta segunda semana la tendencia no se frenó ni mucho menos. Los cálculos preliminares que manejan en el equipo económico son más que preocupantes: estiman que la pérdida de reservas líquidas de este mes podría llegar a los USD 1.500 millones. Y reconocen que sin un cambio claro de dirección en el flujo de divisas será imposible llegar así a fin de año.
Las compras de los pequeños ahorristas de USD 200 de dólar solidario siguen marcando la cancha. Pero no son los únicos que presionan sobre el mercado cambiario. También están las empresas que precisan pagar deuda en el exterior, que acceden al tipo de cambio oficial.
En el Central también miran con preocupación la inminente apertura del turismo. Se acelerarán las compras de pasajes y paquetes al exterior y eso va directo sobre las reservas. Además, también se observa un creciente uso de la tarjeta en dólares para compras fuera de la Argentina, aprovechando que se accede a un tipo de cambio cercano a los $ 100 cuando en el mercado informal continúa arriba de los $ 130.
El Banco Central todavía no salió al mercado a vender los bonos del canje, algo que requiere cautela ya que sus cotizaciones podrían deprimirse rápidamente.
El mercado presenta varias noticias positivas, pero que de todas formas no parecen impactar en la dinámica de las reservas. La soja llegó a los U$S 360 en el mercado de Chicago, su máximo valor del año. El Tesoro consigue refinanciar todos sus vencimientos pero además toma pesos del mercado, con lo que reduce las necesidades de emisión monetaria. Y los plazos fijos siguen con un aumento sostenido, lo que actúa como un dique de contención sobre el tipo de cambio.
Martín Guzmán no se mueve de su postura y apuesta a controlar el dólar financiero, con lo que se iría achicando gradualmente la brecha con el tipo de cambio oficial, que aumenta a un ritmo de 2,6% a 2,7% mensual. Pero se trata de un movimiento extremadamente lento y que no llega a tener el efecto deseado de reducir la demanda de divisas de los ahorristas.
Hay mejores noticias en el plano financiero. La soja subió a U$S 360 en Chicago, el Tesoro consigue financiarse en pesos y los plazos fijos continúan con un comportamiento alcista. Pero nada de esto consigue dar vuelta la tendencia vendedora por parte del BCRA, con la consiguiente pérdida de reservas
El Banco Central ya tiene los nuevos bonos del canje en su poder, pero por ahora no salió a intervenir en el mercado para bajar el dólar Bolsa o el contado con liquidación. No se trata de una opción tan sencilla, porque en un mercado con pocas operaciones terminaría deprimiendo las cotizaciones y provocaría una nueva suba del riesgo país, que ayer debutó en la zona de los 1.100 puntos. Se trata de un valor demasiado alto después del canje y que refleja la desconfianza que hoy existe entre los inversores sobre la Argentina.
Las opciones que siguen dando vuelta pasan por restringir la compra de dólar ahorro a límites inferiores a los U$S 200 mensuales. O incluso volver a un esquema de autorización previa por parte de la AFIP, tal como estuvo vigente en el cepo cambiario de Cristina Kirchner. Pero ninguna alernativa es satisfactoria. Limitar la compra a través del canal oficial presionaría automáticamente sobre el tipo de cambio informal y eso provocaría que se acelere el traslado a precios.
La posibilidad de un desdoblamiento cambiario en forma oficial también tiene sus bemoles. Por ejemplo, obligaría a las empresas a comprar dólares a $ 130 para pagar deudas en el exterior, lo que generaría graves problemas a muchas de ellas, incluyendo a YPF.
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