La Argentina salió oficialmente de su noveno default, después de que Standard & Poors (S&P) Global elevara su calificación crediticia tras la reestructuración de USD 65.000 millones de deuda emitida bajo legislación extranjera.
La firma elevó la calificación a CCC+ con perspectiva estable desde su estado anterior de “default selectivo”, luego de que el país emitiera nuevos bonos el 4 de septiembre para reemplazar los antiguos, que habían estado en default desde mayo. La agencia calificadora elevó la calificación crediticia soberana de largo plazo en moneda local y extranjera de Argentina para la deuda de ley local e internacional en moneda extranjera.
“Este importante paso hacia adelante brinda la oportunidad al Gobierno de articular un plan más amplio para abordar varios desafíos macroeconómicos pospandemia, negociar un nuevo programa con el FMI y trabajar para enmendar los atrasos con el Club de París”, escribió S&P Global en un comunicado.
La calificadora remarcó que la decisión de mejorarle la nota a la Argentina se toma luego de que el país haya concluido sus “complejas reestructuraciones de USD 66.000 millones de deuda bajo ley extranjera y más de USD 40.000 millones en deuda bajo ley local, las cuales implican disminuciones menores en el valor nominal y, lo que es más importante, una reducción significativa en cupones y servicio de deuda durante los próximos tres años, que proporciona un importante espacio fiscal”.
Según remarcó S&P, la perspectiva estable de las calificaciones de largo plazo equilibra los riesgos derivados de los desafíos macroeconómicos que permanecen, como la alta inflación, el bajo crecimiento, los grandes desequilibrios fiscales estructurales, las altas necesidades de financiamiento y la presión constante en los mercados de divisas) frente a una situación favorable en materia de amortizaciones en el corto plazo.
“La perspectiva estable de nuestras calificaciones CCC + refleja los desafíos que enfrentan las autoridades argentinas para fortalecer los fundamentos débiles y los desequilibrios en la economía frente al espacio fiscal proporcionado por las diversas reestructuraciones de deuda. Con la compleja reestructuración completada, esperamos que el gobierno gire completamente su enfoque hacia iniciativas para impulsar el crecimiento, reducir la inflación, financiar un déficit fiscal aún alto y manejar las presiones cambiarias, entre varias distorsiones macroeconómicas prevalecientes”, enfatizó la calificadora.
Además, agregó que el Gobierno acaba de iniciar conversaciones con el FMI para un nuevo acuerdo, diálogo que brinda la oportunidad de diseñar una estrategia económica general y saldar también los atrasos que el país tiene con el Club de París.
El informe afirma que podrían bajarse nuevamente las calificaciones durante los próximos 12 meses si hubiere acontecimientos políticos negativos inesperados que socaven las perspectivas de recuperación económica y de alguna reversión del deterioro fiscal en 2020. Este escenario –planteó S&P– podría dañar la frágil confianza de los inversores locales en particular y obstaculizar el acceso a los mercados de deuda denominados en pesos.
Por otra parte, aseguró la firma, los contratiempos en las discusiones con el FMI complicarían la extensión del reembolso de USD 44.000 millones adeudados a la institución, lo que potencialmente obstaculizaría el acceso al financiamiento externo de otras instituciones multilaterales (MLI) y complicarían la resolución de la deuda con el Club de París. El aumento de la presión en los mercados financieros locales, incluida la base de depósitos del sistema bancario, o las dificultades en la gestión de la deuda del Banco Central (LELIQ) también podrían llevar a una rebaja, admitió la calificadora.
Por el contrario, la nota podría subir durante los próximos 12 meses luego de la exitosa negociación de un nuevo programa con el FMI que suavice un intenso calendario de pagos. “También podríamos subir la calificación si hay una recuperación económica más pronunciada que respalde resultados fiscales más sólidos y menores necesidades de financiamiento. La implementación de medidas fiscales estructurales para revertir el deterioro del perfil fiscal de Argentina también podría respaldar una calificación más alta”, planteó S&P.
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