Desafío post canje: volver a financiarse en el mercado para afrontar los vencimientos desde 2024 y pagarle al FMI

Analistas consideran que la reestructuración de deuda brinda una oportunidad para equilibrar las cuentas fiscales, pero no exime de un riesgo de default en el mediano plazo

Agentes de bolsa trabajan en la Bolsa de Nueva York: desde 2018 que Argentina no puede emitir deuda pública en los mercados internacionales (EFE/Justin Lane/Archivo)

Argentina concluye con éxito los acuerdos de reestructuración de deuda con ley extranjera y con ley doméstica, con lo que resuelve uno de los mayores desafíos que enfrentaba la administración de Alberto Fernández desde el inicio del mandato.

La salida del default, que amenazó a la economía desde el 22 de mayo, y una esperada renegociación de los vencimientos con el FMI ayudarán a despejar un panorama financiero muy complejo por los próximos tres años, sin posibilidad de refinanciación por el cierre de los mercados internacionales.

Debe tenerse en cuenta que el resultado del canje tiene más que ver con una postergación de los pagos que con una condonación (Todd Martínez)

Los analistas ya avizoran un nuevo y mejor escenario, aunque que no disipa el riesgo de un default por la acumulación de vencimientos a partir de 2025 y no garantiza aún un sendero de crecimiento después de tres años de recesión, con alto desequilibrio fiscal.

Todd Martínez, de Fitch Ratings: "este acuerdo es una buena noticia y otorga bastante alivio para superar una situación financiera muy difícil en lo inmediato"

Todd Martínez, director de Fitch Ratings para el área de fondos soberanos de América Latina, explicó a Infobae que “obviamente este acuerdo es una buena noticia y otorga bastante alivio para superar una situación financiera muy difícil en lo inmediato, pero debe tenerse en cuenta que el resultado del canje tiene más que ver con una postergación de los pagos que con una condonación de los mismos. Es un alivio más de liquidez que de solvencia, que otorga una ventana de tiempo para poder ajustar las cuentas fiscales”.

“Hacia 2025 con esta reestructuración de deuda con ley extranjera, y también la local que entendemos está avanzando en el mismo sentido, estaremos en condiciones de evaluar la calificación de la Argentina, está claro que en los próximos años va a estar despejado el horizonte de vencimientos. Pero observamos también que en el mediano plazo hay un montón de incertidumbre acerca de la posibilidad de lograr una economía más sólida para honrar esos compromisos”, agregó Martínez.

En el mediano plazo hay un montón de incertidumbre acerca de la posibilidad de lograr una economía más sólida para honrar esos compromisos (Todd Martínez)

Este acuerdo es un paso necesario pero no suficiente. Creo que todos esperan que con esta nueva noticia baje el riesgo país desde esos niveles altísimos, aunque ha dudas sobre si logrará descender a niveles que permitan acceder al mercado de deuda. todavía no es seguro que vaya a bajar los suficiente para ofrecer esa flexibilidad”, enfatizó el experto de la calificadora Fitch, desde Nueva York.

José María Segura, economista Jefe de PwC Argentina, coincidió en que “resolver el tema de la deuda era una condición necesaria para comenzar a equilibrar la economía, un problema a resolver previo al escenario de pandemia, que de por sí agregó nuevos condicionamientos y profundizó los desequilibrios. El más importante de estos desequilibrios es el fiscal. Las medidas sanitarias impusieron una restricción a la economía que debía ser atendida por el Estado para la subsistencia de familias y empresas, ante la amenaza una retracción del ingreso y un quiebre en la cadena de pagos que hubiera empeorado la situación”.

Con un plan económico consistente y sostenible que consiga alinear las expectativas, la tasa de interés podría bajar y facilitar el financiamiento (José María Segura)

Esto fue financiado con emisión monetaria, porque no había otra alternativa hasta solucionar el tema de la duda. Por un lado las restricciones cambiarias para que el exceso de emisión no se traslade a una inestabilidad del peso y por otro lado la esterilización efectuada por el BCRA, que hizo crecer la deuda por Leliq y Pases”, describió Segura, en diálogo con Infobae.

Para Martín Calveira, economista del IAE Business School de la Universidad Austral, “el accionar de política fiscal anticíclica que demanda la coyuntura pone en evidencia el deterioro previo de la economía nacional, especialmente desde la dinámica inestable del financiamiento del déficit fiscal primario. Nuevamente, el desafío que se presenta en la segunda instancia de esta crisis, fundamentalmente para los países emergentes, es contener los efectos no deseados de las medidas tomadas relacionadas con el financiamiento de las transferencias al sector privado”.

Las políticas fiscal y monetaria deben converger en un marco de coordinación y mayor certidumbre, peso a la dinámica económica (Martín Calveira)

“Las políticas fiscal y monetaria deberán converger en un marco de coordinación y mayor certidumbre a pesar de la dinámica de la actividad económica. Los desalineamientos por presiones cambiarias pueden ser de mayor escala por las indefiniciones que se evidencian desde la política económica”, apuntó Martín Calveira.

Para Gabriel Torres, vicepresidente regional de Moody’s, “el acuerdo no elimina del todo el riesgo de default. Es cierto que si hay poca deuda que pagar, el Gobierno se dio, por unos años un margen de maniobra más grande. Para evitar este debate de acá a cinco años va a tener que demostrar que puede acceder a los mercados. El riesgo de default mirando a más largo plazo sigue siendo alto, porque no sabemos si el Gobierno va a poder financiar toda esa deuda”, cuando empiece a crecer la carga de vencimientos en moneda extranjera dentro de cuatro años.

El problema de Argentina no es la cantidad de deuda, si no que no tiene acceso al mercado. Ningún país paga su deuda con impuestos (Gabriel Torres)

“El problema fundamental de Argentina no es la cantidad de deuda ni el tipo de deuda, es que Argentina no tiene acceso al mercado. Todos los países pagan su deuda no con impuestos sino con el acceso al mercado. Argentina no tiene mercado de deuda propio, por eso debe recurrir a los mercados internacionales. Inclusive la deuda con el Fondo Monetario Internacional tarde o temprano va a tener que ser pagada con el acceso a los mercados. Como Argentina no tiene mercado de deuda propio, se ha visto obligado en el pasado a financiarse en los mercados internacionales. Este problema de capacidad de financiamiento no se ha resuelto y no se va a poder resolver en apenas un mes. En 2021 va a haber al menos un 4,5% del PBI de déficit a financiar”, manifestó Gabriel Torres.

En busca de un mercado de deuda en pesos

El Gobierno descomprimió la carga de vencimientos en dólares por lo que resta del mandato, pero el acceso al mercado internacional continúa vedado, con un nivel de riesgo país aún sobre los 2.000 puntos básicos y un abultado déficit fiscal del 8% del PBI.

Todd Martínez recordó que “un motivo porque durante la era Macri la Argentina siempre tuvo calificación baja (’B’), pese a la euforia que atravesaron los bonos y acciones, precisamente fue porque el país tiene altas necesidades de financiamiento y escasa capacidad de financiarse en el mercado interno. Brasil siempre estuvo por encima en la calificación debido a esa fortaleza que tiene para financiarse en el mercado doméstico y en su moneda. Si la Argentina logra desarrollar su mercado local, esto sería una gran ayuda para mejorar su calificación crediticia, pero es un proceso de largo plazo y que va a requerir una reducción sostenida de la inflación, algo complicado para concretar en poco tiempo, por lo tanto no estamos esperando ese escenario en la línea de determinar la calificación”.

Gabriel Torres, de Moody's: “la Argentina debe desarrollar el mercado propio en pesos. Sería el mejor punto para la Argentina y el punto de comparación en Brasil, donde menos del 5% del financiamiento es en moneda extranjera, puesto que tiene un mercado de crédito propio"

En ese aspecto, Gabriel Torres subrayó que “la Argentina debe desarrollar el mercado propio en pesos. Sería el mejor punto para la Argentina y el punto de comparación en Brasil, donde menos del 5% del financiamiento es en moneda extranjera, puesto que tiene un mercado de crédito propio, en su propia moneda y muy profundo”.

También para José María Segura, “lo central es que resuelto el tema de la deuda el Gobierno podría comenzar a financiarse en un mercado voluntario de deuda en pesos. El punto clave ahí será el nivel de la tasa de interés que van a requerir los inversores al Estado y cuanto el Gobierno quiera convalidar. Sin un programa macroeconómico consistente en el mediano plazo, se va a exigir un mayor nivel de tasa de interés”.

El Gobierno argentino anunció un acuerdo con acreedores externos el pasado 31 de agosto. (Reuters)

“El punto es cómo se alinean expectativas para que de mediano y largo plazo desciendan las tasas y se establezca un programa que haga que los desequilibrios se corrijan. Si estos no se corrigen, junto con otros adicionales como el no ajuste de tarifas o control de ciertos precios, se acumularán tensiones y va a impactar en un nivel alto de tasas”, continuó el economista de PwC Argentina.

Segura puntualizó que “el tema es cuál es el déficit financiable de manera voluntaria, que en términos generales, por ser una economía bimonetaria, tiene que ver con el rendimiento esperado en dólares. Podría darse un escenario de tasas por debajo de la inflación, pero positivas en dólares si hay expectativas de apreciación cambiaria, algo que ocurrió entre 2016 y 2018. Aquí el riesgo es que aumente la brecha y las expectativas de devaluación. Esa ampliación de la brecha empieza a ser la pauta con que se forman los precios, incluso los no transables”.

La directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, y el ministro de Economía de Argentina, Martín Guzmán (Reuters)

“Con un plan económico consistente y sostenible que consiga alinear las expectativas, la tasa de interés podría bajar y facilitar el financiamiento. Si eso no ocurre es mucho más difícil. Hay que tener un sendero en el que converjan el equilibrio fiscal y acordar con el FMI. Son pasos que faltan y hay que dar”, completó José María Segura.

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