Cuando se pueda volver a viajar al exterior, ¿habrá más presiones sobre las reservas del Banco Central?

Los economistas advirtieron que el regreso de los vuelos comerciales podría generar una nueva situación de estrés cambiario, aunque menor que en 2019 por la devaluación y la pérdida de ingreso real de la población

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El regreso de los vuelos comerciales al exterior podría producirse durante la primavera
El regreso de los vuelos comerciales al exterior podría producirse durante la primavera

El regreso de los vuelos comerciales internacionales a la Argentina durante la primavera podría volver a generar ciertos nervios en el Gobierno por el déficit que generaría en la balanza turística de divisas y la consecuente pérdida de reservas internacionales del Banco Central.

En diálogo con Infobae, un grupo de economistas consideró que, de todos modos, este fenómeno será más atenuado que en los últimos años debido a la devaluación del peso y la pérdida de ingresos registrada este año por muchas familias acostumbradas a viajar al exterior.

En 2019 salieron por esta vía USD 5.680 millones, en enero de este año USD 221 millones y en febrero USD 161 millones, mientras que, a partir de marzo, con las restricciones locales y globales, el número perdió relevancia.

La balanza cambiaria del turismo en este sentido ha sido tradicionalmente deficitaria, ya que no sólo se computan los gastos por turismo en el exterior, sino también los que se hacen con el uso de la tarjeta y el consumo de servicios en el exterior desde el país. Además, cuando hay brecha cambiaria alta, una parte de los ingresos no queda computado en el mercado oficial, lo cual contribuye a un mayor déficit.

Un ex director del Banco Central dijo a Infobae en off the record que “el gasto con las tarjetas en el exterior es un potencial problema, porque, aún con el impuesto PAÍS del 30%, no resultaría tan caro gastar afuera”.

Martín Vauthier de Eco Go observó: “el turismo en los últimos años ha sido, en términos de saldo, uno de los principales factores deficitarios en la cuenta corriente cambiaria”.

El turismo en los últimos años ha sido uno de los principales factores deficitarios en la cuenta corriente cambiaria (Martín Vauthier)

Es posible que cuando se reabran los viajes, empiece a ver mayor movimiento en ese sentido. Habrá que ver cuál es el volumen en el sector, que va a ser uno de los que más va a tardar, por una cuestión de recaudación, pero también por un tema de ingresos de las familias. Es posible que se observe un incremento significativo”, afirmó.

Al respecto, dijo el economista: “este es el tipo de cambio más alto desde 2017 y eso puede achicar la brecha respecto de lo que se vio en los últimos años, más allá de que el turismo tuvo un cambio estructural, porque con las agencias de viaje online, es mucho más fácil planificar un viaje. Eso genera más movimiento de emisión”.

“A partir de 2011 y 2012 se vio un cambio estructural importante. Se combinó la mayor facilidad para viajar y la posibilidad de planificar y comprar en forma online a nivel global, el atraso cambiario en algunos años -muy fuerte en 2017-, las cuotas y el rol del turismo emisivo como un mecanismo para acceder a un servicio dolarizado en un contexto de restricciones cambiarias”, detalló.

Mariela Díaz Romero de Econviews explicó a Infobae: “en lo que va de este año el déficit por esa cuenta fue de USD 940 millones, cuando para igual período de un año atrás fue de USD 3.410 millones”.

Los egresos por turismo internacional ya habían comenzado a caer a principios de este año antes de la pandemia, más que nada por la introducción del dólar solidario que encareció el turismo internacional y, luego del 20 de marzo, por la imposición de la cuarentena”, recordó.

El resultado de la balanza de turismo, con déficit desde 2011/2012
El resultado de la balanza de turismo, con déficit desde 2011/2012

Las expectativas de una nueva normalidad pueden llegar a empujar un poco el déficit por esa cuenta, además de que hay muchas ofertas por parte del sector turístico que se vio severamente afectado; en algunos casos hubo quiebras. Sin embargo, el turismo nacional será mucho más relevante”, acotó.

Por estas razones, “este año el déficit por esa cuenta seguirá siendo apenas una parte de lo que solía ser, probablemente cierre el año en torno a 1500 o 2000 millones de dólares de déficit”.

Federico Moll de Ecolatina contó: “Argentina está atrasada respecto a la situación epidemiológica; imagino que en el verano Europa tendrá una realidad menos dura que Argentina y en ese marco habrá más argentinos que quieran irse, si pueden, que los extranjeros que quieran llegar. En ese marco es razonable pensar que tendríamos un déficit, pero dudo muchísimo que vaya a ser un factor de peso sobre el mercado cambiario”.

Argentina está atrasada respecto a la situación epidemiológica; imagino que en el verano Europa tendrá una realidad menos dura que Argentina y en ese marco habrá más argentinos que quieran irse, si pueden, que los extranjeros que quieran llegar (Federico Moll)

En la medida que la situación fiscal, monetaria y de expectativas no cambie sustancialmente en los próximos meses, la presión sobre el mercado cambiario sería mayor a la actual y el déficit de la balanza turística no va a ser relevante”, aclaró Moll.

Además, opinó el economista que el nivel actual del tipo de cambio “no muestra un atraso significativo como en 2015, pero tampoco es competitivo, dadas las otras aristas de la política económica”. “Dicho esto, tampoco es necesario que el tipo de cambio oficial sea similar al paralelo, cuyo poder de compra es altísimo y refleja el nivel de incertidumbre actual”, aclaró.

Si el Gobierno “lograra ganar credibilidad, reducir esta incertidumbre y brindar horizontes razonables respecto a la política fiscal y monetaria, entonces la brecha podría reducirse por las buenas, acelerando algo más el ritmo de depreciación y reduciendo las cotizaciones paralelas”, estimó. Pero, si esto no se logra, “sea porque el Gobierno no puede generar esas condiciones o porque no quiere, entonces el ajuste sobre el tipo de cambio oficial deberá ser mayor”.

Una brecha en estos niveles es insostenible. Si puede durar hasta fin de año o hasta las elecciones de 2021 no lo sé, dependerá de cuánto estén dispuestos a profundizar el cepo, pero, si no hay cambios, en algún momento el salto se hace inevitable”, advirtió.

Quiero creer que no se podrá mantener con esta brecha alta por mucho tiempo más. Así que no veo un déficit en la balanza turística una vez que se reabran los vuelos comerciales (Delgado)

Ricardo Delgado de Analytica observó: “con este tipo de cambio real, la balanza comercial, una vez que se recupere la actividad, debería ser favorable para el país, porque está barato en dólares y si el mundo se nomalizara de alguna manera, el saldo debería ser positivo”.

“Uno asume que para entonces habrá una política cambiaria más estabilizada desde lo financiero. Quiero creer que no se podrá mantener con esta brecha alta por mucho tiempo más. Así que no veo un déficit en la balanza turística una vez que se reabran los vuelos comerciales, sobre todo porque además hay que esperar reciprocidad con llegada de vuelos del exterior”, detalló.

En tanto, Guido Lorenzo de LCG resaltó: “no parece preocupante, porque con el tipo de cambio más alto dudo que se consuma más de USD 250 millones por mes en forma neta, y si se escapa subirán el impuesto o pondrán más trabas”. Y agregó: “me preocupa más que la economía recupere y las importaciones compliquen el año que viene, que la balanza turística”.

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