La demanda de dólares siguió firme en el inicio de septiembre e impactó en las reservas

Los inversores y los ahorristas se llevaron ayer USD 80 millones de los bancos. El Banco Central sufrió una caída de las reservas de USD 28 millones que fue amortiguada por una leve suba del oro y del euro

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La fuerte venta de dólares en los bancos, continuó y se vendieron alrededor de USD 80 millones. Esto se tradujo en una sobreoferta en el mercado marginal. Después del cierre de los bancos, frente a los cajeros automáticos que entregan dólares (no todas las sucursales tienen estos cajeros) había largas filas. No importaba la hora. Bancos que en días normales no tienen clientes nocturnos, esta vez tenían filas de cuatro o cinco personas ávidas de hacerse de los dólares que habían comprado en días anteriores para hacer “puré”, el nombre que recibe en la jerga financiera su reventa en el mercado paralelo.

En las mesas de dinero, la oferta de los clientes fue tan grande que desde $ 133 que había marcado el miércoles, comenzó a bajar desde la apertura y al final de la rueda, a las 15.00, se pagaba a $ 131,50 con tendencia vendedora para el día siguiente.

“En tres días se llevaron USD 300 millones de los bancos. Aunque sean manos chicas aumentan el volumen de la plaza y una buena parte viene para estos lados”, señaló un operador de una mesa que no solo compra y vende dólares, sino que también descuenta cheques. Los que tienen resto van a esperar unos días, para hacer esta operación. El “blue” tiene tendencia al alza y los pacientes, ganan.

Los dólares alternativos siguieron ausentes del mercado. Se hicieron escasas operaciones por eso los valores son tan dispares. El dólar Bolsa perdió 22 centavos y cerró en $ 119,51. En tanto, el contado con liquidación se derrumbó $ 5,70 a $123,81 pero porque, a falta de bonos, triangularon con acciones argentinas que cotizan en Wall Street y tuvieron un mal día.

En la plaza mayorista, continuó el ritmo devaluatorio sin cambios. La divisa aumentó 6 centavos a $74,38. Se operó un menor volumen que en las ruedas anteriores: USD 298 millones, que no impidieron que el Banco Central tuviera que vender USD 60 millones a los importadores y empresas que deben cancelar deudas en el exterior.

La movida significó una caída de las reservas de USD 28 millones a USD 42.613 millones. La leve suba del oro y del euro amortiguaron el retroceso. Si bien en tres días del mes se perdieron USD 230 millones, esta caída no refleja el monto de ventas del Central porque muchos de los que compraron dólares del cupo los mantuvieron en sus cuentas bancarias y no se reflejó en la baja de encajes por depósitos en dólares que las entidades mantienen en el Banco Central y se contabilizan como reservas. Por supuesto, a lo largo del mes, y a medida que retiren estos dólares, mermará el encaje y, por lo tanto las reservas, más cuando se espera que el gobierno termine pronto con esta operatoria.

En tanto, la Bolsa, con un monto de negocios irrisorio de $ 550 millones, siguió en baja. El S&P Merval, el índice de las acciones líderes, perdió 0,17%. Su baja estuvo absolutamente desenganchada del derrumbe de los mercados mundiales. En Nueva York las acciones tecnológicas que padecieron una fuerte toma de ganancias después de intensas subas en los últimos tiempos y cuando su precio indicaba una fuerte sobrevaloración, hizo que el Nasdaq, el índice de las tecnológicas perdiera 4,96%. Tesla, uno de los papeles preferidos, cedió casi 10% y en el post cierre sumaba una caída de más de 6%. Amazon perdió casi 5% y en el overnight, el mercado de futuros que apuesta a la apertura del día siguiente, estaba con un retroceso de 2%. Apple también padeció la toma de ganancias. Perdió 8,01% y después de hora se negociaba 3% abajo. Mercado Libre, que llegó a ceder 10,60% recortó pérdidas y terminó con una caída de 9,15%. Pero en el post cierre sumaba 2% de baja.

El reacomodamiento no terminó en el Nasdaq y contagió al Dow Jones (-2,78%) y al S&P 500 (-3,51%). Fue la mayor caída en tres meses. La ola vendedora, después de los récords del día anterior, fue incontenible, al punto que elevo al VIX, conocido como el índice del pánico, 26,46% a más de 33 puntos. Cuando este indicador supera los 30 puntos se encienden las alertas más importantes sobre la volatilidad del mercado.

Hace tiempo que la Bolsa vive estos remezones y está desenganchada de lo que sucede en Wall Street. Lo mismo sucede con los ADR’s, salvo los de Mercado Libre, que dependen de las cotizaciones locales. Los ADR’s son certificados de tenencia de acciones argentinas que cotizan en Wall Street. La rueda de estos papeles no fue tan adversa porque su declive comenzó hace tiempo. Las subas predominaron sobre las bajas, a diferencia de lo que sucedió con la Bolsa de Buenos Aires. Corporación América (+3,4%), Banco Macro (+2,7%) y Transportadora Gas del Sur (+2,1%) fueron los de mejor performance. Lo peor pasó por Mercado Libre (-9,1%).

En la Bolsa de Buenos Aires, que llegó a estar a las 14.00, 1,30% abajo, los perdedores fueron CableVisión (-3,57%), Telecom (-3,48%) y Central Puerto (-2,75%). Hubo pocas alzas, pero sobresalientes. Ternium (+5,25%) y Transportadora Gas del Sur (+3,64%) fueron lo mejor de la rueda.

El mercado sigue apagado y con pocos negocios por la ausencia de los nuevos bonos que reemplazarán a los defaulteados. Sin los títulos en dólares, no hay visibilidad. Los dólares alternativos están imposibilitados de operar y solo queda en pie el “blue” o dólar libre, que buscan como cobertura las manos más chicas.

De todas maneras, el humor de los inversores no es el mejor y no solo se refleja en las cifras de caída de la industria y de la construcción, sino en la constante baja de las acciones y la tendencia de los inversores a cubrirse en dólares.

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