Esta semana, la Unión Industrial Argentina presentó a Alberto Fernández una serie de propuestas para la reactivación productiva, acompañadas por un duro diagnóstico sobre el impacto de la pandemia en los sectores productivos. El miércoles 2 de septiembre, las autoridades de la cámara empresarial y el Presidente compartieron un acto por el Día de la Industria.
En el documento titulado “Hacia una nueva normalidad: propuestas para la reactivación productiva” se incluyeron los datos de una encuesta realizada durante mayo de este año, en uno de los momentos de más impacto de la pandemia en el sector. Los datos mostraron que en ese momento el 63% de las empresas no estaba produciendo o tenía caídas mayores del 50%.
Los datos mostraron que en mayo el 63% de las empresas no estaba produciendo o tenía caídas mayores del 50%.
Según los datos presentados, el 21% no estaba produciendo; el 43% tenía una caída mayor del 50%; el 20% tenía una caída de entre 25% y 50%; y el 17% producía igual o más que antes.
En tanto, la caída de las ventas –en comparación con nivel previo a la pandemia– afectaba al 62% de las empresas con bajas mayores del 30 por ciento.
En el mismo informe se incluyeron, entre otras propuestas, medidas como una ampliación de moratoria impositiva, la continuidad del ATP, financiamiento para la producción, una prejubilación anticipada, la readecuación del esquema de derechos y reintegros a las exportaciones e incentivos fiscales para el empleo pyme.
Sin embargo, esos datos presentados el miércoles tuvieron una mejoría en los meses siguientes. Los números de julio –que fueron difundidos a mediados de agosto– muestran que el porcentaje de empresas que no están produciendo o con caídas en la producción mayores del 50% se redujo a 37,6%. De ese total, 6% no están produciendo y 31,6% tuvieron caídas superiores al 50 por ciento.
Del total de empresas relevadas, el 29,9% tuvo caídas de entre 25% y 50%; el 22,3% igual o hasta el 25%; y el 10,1% tuvo subas en la producción.
En cuanto a la evolución de las ventas, en comparación con los números previos a la pandemia, el porcentaje de empresas con caídas por encima del 30% se redujo a un 46 por ciento. En tanto, 17% tuvieron ventas iguales a los niveles previos y el 15,4% registró subas.
El último informe de la UIA resaltó que mejoraron los indicadores de producción y ventas pero queda un “núcleo importante” de empresas que está lejos de los niveles pre-pandemia.
Las empresas que no están produciendo pasaron de 47% en abril a 6,1% en julio. Mientras que las empresas con caída de ventas de más del 60% pasaron del 72% en abril al 6,1% en julio.
Por otro lado, el informe destacó la elevada morosidad: el 31% de las compañías relevadas no pudo pagar impuestos y también hubo incumplimientos financieros, en pago a proveedores y en el pago del medio aguinaldo.
En el documento presentado a Fernández, la cámara empresaria destacó que la pandemia del COVID-19 dejará fuertes secuelas a nivel global y local, en un contexto internacional inédito, y comparó la situación actual con la recesión que se produjo con la Segunda Guerra Mundial (1945-46).
“Para la economía argentina, esta crisis agrava los problemas preexistentes. La transición hacia la nueva normalidad estará atravesada por el impacto económico de la pandemia y la vulnerabilidad económica que se arrastra de la fase previa. Además, la convivencia con el virus en el presente y futuro inmediato seguirá afectando los procesos productivos, hasta la llegada de una vacuna o de un tratamiento efectivo”, indicaron.
“La Argentina cuenta con el tercer mayor entramado industrial de América Latina y con mucho potencial para avanzar en su desarrollo. Los recursos naturales en agro, energía y minerales, la calificación de los trabajadores, las capacidades científicas y del sector de servicios basados en el conocimiento son algunos de los activos de los que el país dispone para encarar esta nueva etapa”, explicaron.
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