El ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, dijo que el Estado apoyará al sector privado para que la economía pueda crecer sobre bases sólidas y destacó que el consumo interno ya muestra niveles superiores a los que había antes de la pandemia.
En diálogo con Infobae, luego de participar del acto del Día de la Industria en el que anunció junto al presidente Alberto Fernández un paquete de medidas para fomentar el financiamiento de mediano plazo, el ministro afirmó que buscarán aumentar el superávit comercial.
Kulfas no adelantó más medidas oficiales, pero aclaró que “el plan Ahora 12 no sumará más meses de financiación pero sí otros beneficios”, que no detalló. No habrá, por lo tanto, un plan “Ahora 36″, como habían especulado algunos sectores, pero sí se sumarán tres meses de gracia.
Respecto de la situación de la industria luego de casi seis meses de pandemia y restricciones, dijo que presenta un cuadro “heterogéneo, con sectores con variación positiva, como la maquinaria agrícola, alimentos, la industria farmacéutica; un repunte en salud y vestimenta; mientras que los que más sufrieron, como calzado, se están recuperando”.
“Es una recuperación después de una caída muy fuerte en abril. El nivel actual es parecido al de antes de la pandemia y el objetivo es que lo que está rezagado pueda mejorar y por eso este plan con cuatro ejes: financiero, de apoyo a proveedores, a planes estructurales de transformación digital y parques industriales en todo el país con apoyo de la Nación”, afirmó.
Con relación al retraso de la nueva ley de la economía del conocimiento, dijo que espera que “se pueda resolver favorablemente” el debate interno que se registra en el Senado, ya que es “un sector clave en términos de empleo y exportaciones”, sobre todo en un contexto en el que se “aceleró la digitalización de la economía”.
Aunque con cautela, dijo que posiblemente el último trimestre del año pueda reflejar una franca recuperación de la actividad industrial, dependiendo de la evolución de la crisis sanitaria registrada desde marzo, que seguirá afectando sobre todo al turismo, hotelería y gastronomía.
“Por esta razón es importante lanzar los planes de financiamiento de mediano plazo en sectores donde hay oportunidades, con tasas razonables y ayuda para el desarrollo de los proveedores”, destacó.
En este sentido, reiteró en varias oportunidades el trabajo para que la industria automotriz recupere “densidad” con componentes locales, sin perder de vista el proceso de globalización de este sector.
“Hay que ayudar a que se recupere el sector autopartista argentino, pero de manera competitiva para que los autos sean exportables y haya un plan para mejorar la productividad del sector”, aclaró.
Al respecto, consideró que, pese a los desequilibrios pendientes, la situación macroeconómica debería empezar a traccionar en favor de la industria en los próximos meses. “El consumo se ha ido recuperando; las ventas del Ahora 12 que procesamos diariamente muestran niveles inclusive por encima de los previos a la pandemia, sobre todo en el interior del país y, más lentamente, en el área metropolitana”, indicó.
“El consumo del mercado interno va a traccionar en los próximos meses y hay bastantes oportunidades exportadoras para autos, alimentos y el gran desafío de la carne, porque hay mucha demanda de Asia. Algo similar ocurre con el sector de los vinos, que nos trajo un plan exportador para llegar a un nivel de ventas al exterior de USD 1.000 millones lo antes posible”, detalló el funcionario.
“Todos estos planes requieren de mucha política industrial, en base a un sector privado talentoso y un Estado del siglo XXI, muy diferente al del siglo pasado”, aclaró.
Cuando se le consultó si se cumpliría el pronóstico del Banco Central de que el cepo comenzaría a relajarse luego del canje con los bonistas, puso el acento en el perfil que le quiere dar el Gobierno a esta nueva etapa y dijo que sobre la otra cuestión trabajan la entidad que preside Miguel Pesce y el ministro de Economía, Martín Guzmán.
“Nuestra política tendrá un muy fuerte capítulo exportador. El gobierno anterior pensó que esto lo resolvía tomando deuda, pero creemos que se logra exportando más y produciendo más en el país, sin olvidar que hay que importar algunos insumos, porque la globalización genera muchos beneficios y eso redunda en más importaciones”, afirmó. La clave, destacó, es que se consolide un saldo comercial positivo de bienes y servicios.
Dado que en situaciones de crisis también hubo superávit comercial, pero más por defecto que por virtud, el ministro expresó que “cuando crece la economía crecen más las importaciones de tecnología y de bienes de capital, entre otros componentes”.
Sin embargo, dijo que “hay sectores, como los autos, donde hay que equilibrar la cantidad de importaciones y exportaciones y que tengan más contenido nacional. La Argentina tiene con qué hacerlo y lo estamos haciendo con empresarios, trabajadores y el sistema científico-tecnológico”.
En este y en otros casos, subrayó, “no vamos a dejar que el sector privado lo haga solo; lo vamos a ayudar para que la recuperación sea sostenible, para crecer sobre bases sólidas y sin generar el germen de la próxima crisis”.
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