El intercambio comercial con Brasil durante agosto dejó un déficit de USD 107 millones para la Argentina, superior a los USD 42 millones de saldo negativo registrado en igual mes del año pasado, de acuerdo a los datos publicados este martes por el Ministerio de Desarrollo, Industria y Comercio Exterior del vecino país.
Las exportaciones argentinas hacia Brasil retrocedieron un 25% interanual en agosto, al sumar USD 619 millones, mientras que las importaciones desde aquel destino cayeron a un ritmo menor, -16,3%, y totalizaron USD 726 millones.
De este modo, el comercio bilateral entre Argentina y Brasil fue de USD 1.345 millones en el octavo mes del año, resultando un 20,5% inferior a los US$ 1.692 millones obtenidos en 2019.
El informe oficial brasileño -difundido por la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC)- destacó que Argentina se ubicó en cuarto lugar entre los mayores proveedores de Brasil, detrás de China, Hong Kong y Macao (US$ 2.482 millones), Unión Europea (US$ 2.413 millones) y Estados Unidos (US$ 1.611 millones).
A su vez, entre los principales compradores de Brasil, Argentina también se ubicó cuarta, detrás de China, Hong Kong y Macao (US$ 6.428 millones), Unión Europea (US$ 2.621 millones) y Estados Unidos (US$ 1.686 millones).
En el período enero–agosto, el flujo de comercio entre ambas economías se retrajo un 27,9% alcanzando US$ 10.058 millones, mientras que el saldo comercial de Argentina revirtió su signo, exhibiendo un déficit de US$ 363 millones frente al superávit de US$ 130 millones en el mismo período de 2019.
Argentina se ubicó en cuarto lugar entre los mayores proveedores de Brasil, detrás de China, Hong Kong y Macao (US$ 2.482 millones), Unión Europea (US$ 2.413 millones) y Estados Unidos (US$ 1.611 millones)
Este desempeño responde al descenso del 31% de las exportaciones argentinas hacia Brasil, que superaron la baja del 24% de las importaciones de Argentina desde Brasil en dicho período.
Las perspectivas
Según la consultora ABECEB, con la irrupción de la pandemia y la imposición de las restricciones asociadas a la emergencia sanitaria, lo que derivó en un fuerte freno de la actividad económica, “se observó un desplome en el comercio de manufacturas en América del Sur, donde el desempeño del intercambio bilateral entre Argentina y Brasil es un claro ejemplo”.
“Con la consolidación de estas tendencias, probablemente China sea el principal socio comercial del país este año, lo que se asocia a un factor coyuntural que tiene que ver con la recuperación más rápida de los países asiáticos (a quienes se les envía productos primarios y manufacturas de origen agropecuario) ya que no existe un desvío de comercio de manufacturas de origen industrial a estos países”, destacó.
En tanto, afirmó que con la nueva información disponible y siguiendo la metodología del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec), mantienen las estimaciones relativamente estables.
En ese sentido, señalaron que las ventas externas caerían un 29% a USD 7.400 millones, lo que representaría la contracción más profunda desde que se tenga registro, incluso superior al -27,3% de 2015 o al -23,6% del 2002. Y agregaron que las compras externas disminuirían, por tercer año consecutivo, un 26% a USD 7.500 millones. “De esta forma, las importaciones argentinas desde Brasil se reducirían a la mitad en tan solo dos año”, detallaron.
Para ABECEB, con estos números, la Argentina finalizaría el 2020 con un moderado déficit bilateral en torno a los USD 100 millones, cuando en 2019 había conseguido un superávit en torno a los USD 230 millones tras 16 años de resultados negativos.
Y concluyó: “El flujo comercial bilateral marcaría un retroceso del 27,5% en el año a USD 14.900 millones, guarismo que representaría la mitad del intercambio alcanzado en 2017 o un 38% del máximo de 2011”.
En tanto, desde la consultora Ecolatina dijeron que para el cierre del año proyectan un equilibrio comercial.
“De esta forma, si bien se podría revertir el déficit acumulado hasta agosto, no se lograría sostener el superávit de USD 750 millones alcanzado en 2019. Esta dinámica obedecería no solo al retroceso de la actividad en ambos países sino también a la pérdida de competitividad argentina, producto del salto del Real brasileño (+30% desde que comenzó 2020) en una economía casi sin inflación”, explicaron.
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