El proyecto de ley de Aporte Único Solidario o impuesto a la riqueza que ya circula por los despachos del Congreso de la Nación sigue generando controversias. Mientras cada vez más voces señalan que, de aprobarse, tendrá destino de judicialización, otros empiezan a esbozar que la intención de la medida es política y no económica.
Uno de los que entiende que su aplicación será dudosa y que sólo tiene una finalidad política es Martín Litwak, abogado especializado en planificación patrimonial, fondos de Inversión y WealthTech, quien acaba de publicar “Paraísos Fiscales, Infiernos triburarios”, un libro que está segundo en ventas en una de las librerías más conocidas de la Ciudad de Buenos Aires.
— ¿Qué opinión tiene sobre el proyecto de Ley de Aporte Solidario?
— Uno puede resumir que los impuestos se dividen en tres tipos: al consumo, a las ganancias y al ahorro. Los impuestos al patrimonio, como el de la riqueza, no al cash flow, van en contra del ahorro, de la inversión, la productividad y del empleo. Por eso en la mayor parte del mundo no existen. Un ejemplo de esto es el impuesto a los Bienes Personales en donde en todas América latina sólo tres países lo tienen: Argentina, Colombia y Uruguay. Si nos vamos a Europa, sólo cobran España, Francia, Italia y Suiza. Menos del 10% de los países del mundo cobran impuestos a los bienes personales.
Es totalmente inconstitucional, confiscatorio y genera una doble imposición porque te están gravando lo mismo por lo que pagaste bienes personales. Definitivamente es confiscatorio, va a ser inconstitucional
— ¿Y a la riqueza?
— En este caso sólo hay proyecto de ley en Perú, Chile y la Argentina. En el caso de Perú tiene pocas chances de que sea aprobado, para el país trasandino seguramente se apruebe pero ahí la izquierda puso una cifra que alcanza sólo a los súper millonarios; y el de la Argentina, que es un engendro.
— ¿Por qué?
— El proyecto es un engendro, es expropiatorio, el mínimo que gatilla son 200 millones de pesos que, es cierto, es bastante dinero, pero tampoco es una cantidad exorbitante. Además es un impuesto de muy difícil administración para el contribuyente, por eso se eliminó. ¿Cómo calcula el impuesto alguien que tiene todo su capital en acciones? ¿Quién cree que las personas cuentan con miles y miles de pesos para pagar un impuesto? Además, es totalmente inconstitucional, confiscatorio y genera una doble imposición porque te están gravando lo mismo por lo que pagaste bienes personales. Definitivamente es confiscatorio, va a ser inconstitucional.
— ¿Y por qué cree que el Gobierno avanza en algo que desde varios sectores señalan que se judicializará? ¿No cree que está frente a la necesidad de recaudar?
— No creo que sea una medida para recaudar. El IVA en Argentina recaudó 5 billones de pesos en 2019, mientas que el impuesto a los bienes personales, solo sumó 31 millones a las arcas públicas. Si el objetivo del impuesto extraordinario a las grandes fortunas fuera recaudatorio, es claro que deberían hacer otra cosa. Con sólo subir un punto el IVA durante seis meses se recauda más.
— ¿Si no recauda para qué lo hace?
— La verdad es que hoy cualquier departamento en avenida del Libertador más un auto estás en los números y eso no significa que seas millonario. Y subiste Bienes Personales, castigaste al que tiene la plata afuera, ahora aparece esto y lo vuelve a castigar. Claramente cuando salga esta ley se va a judicializar y en la Argentina la justicia en lo contencioso administrativo funciona bien.
— Pero entonces, ¿cuál sería la razón?
— Esto es un impuesto político que busca que la gente se termine de ir. Busca que no seas candidato, ni financias a ningún candidato y hasta que no votes. Los que vivimos afuera –vive en Miami– sólo votamos para presidente, no lo hacemos en las PASO y tampoco en las legislativas.
— ¿Y qué deberían hacer?
— Deberían bajar los impuestos por todos, todas y todes, pero con la condición de que el que no pague vaya preso. El problema es que en la Argentina nadie va preso por los impuestos, pero si lo hacer logras subir la recaudación y bajar el nivel de presión tributaria que tiene la Argentina. Ellos lo saben. El ministro de Economía, Martín Guzmán lo sabe.
— ¿Cómo define a “Paraísos fiscales, infierno tributarios”?
— Es un libro que habla de fiscalidad internacional. Es la continuidad de mi libro anterior en donde explicaba qué hacen las familias de mayores recursos con sus patrimonios para protegerlos. Este llega para complementar porque tiene un enfoque más tributario, en donde se desarrolla el origen de los impuestos, derecho comparado, etc.
— ¿Por qué escribió un libro sobre impuestos?
— Para emparejar un poco el partido. Todos los impuestos presentan algún grado de agresión contra la persona, aunque algunos impuestos son más razonables que otros. Con esto lo que se busca eso, eso, igualar un poco con un Estado que determina los impuestos que hay que pagar, que juzga las controversias si no los pagas, y un Estado que dice qué se aprende en las universidades. Frente a eso el contribuyente no tiene como oponerse y en este libro por lo menos va a encontrar cómo fue que se crearon impuestos como el de la riqueza, los tributos más novedosos como el de las criptomonedas.
— ¿Es literatura técnica o es de fácil acceso?
— Cualquier persona que paga impuestos lo debería leer. Está escrito para que todo el mundo lo entienda. Para los tributaristas seguramente va a ser polémico.
— En este aspecto la Argentina la ha dado bastante literatura...
— Argentina es Disney para alguien que estudia los impuestos. Somos el país con la mayor cantidad de impuestos y con la mayor presión del mundo. Construimos conceptos de patrimonio exótico. Argentina no es el único país al que lo pongo en la lista de los infiernos tributarios. Además, desmitifico a los paraísos fiscales.
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