El viernes el Gobierno bajó la persiana y comenzó a contar los bonos con legislación Nueva York, tanto de extranjeros como de tenedores locales que entraron en el canje. Los de legislación argentina, que tendrán el mismo tratamiento que los de ley extranjera, aunque no entraron en esa negociación, cerrarán el martes.
El viernes próximo estarán emitidos los nuevos bonos para los tenedores extranjeros y entre el lunes 7 y el jueves 10 de setiembre se completará la primera parte de los tenedores locales. Entre el 12 y el 14, se tramitarán los de la segunda parte del tramo local y a partir de allí el mercado funcionará a pleno. Hoy habrá anuncio oficial con pompa.
La aceptación, según estimaban en el Gobierno –en Economía mantuvieron un estricto silencio al respecto–, rondó el 90% y por eso la Caja de Valores y Euroclear, el mayor sistema de compensaciones del planeta con sede en Bruselas, estaban trabajando a destajo para contabilizar las operaciones. La Argentina salió del default, pero todavía no se sabe si los mercados celebrarán o lo tomarán con cautela. El precio de cotización de los nuevos bonos es el juez inapelable de cómo verán a la Argentina post default
Los analistas creen que el canje no pone a resguardo al país de nuevos tropiezos ni garantiza que en el futuro pueda cumplir con los pagos porque no está generando la suficiente cantidad de divisas y las últimas medidas están alejando a los inversores del país. La regulación de las telefónicas, empresas de cable e Internet, fue mal vista en Wall Street y el mundo. Por supuesto, los empresarios locales son los más preocupados porque además avanza el impuesto a la riqueza y una reforma tributaria que sumaría presión impositiva y discriminaría nuevas inversiones de las anteriores.
El FMI no vio con buenos ojos estas regulaciones y es el juez que define el futuro porque sin la prolongación de los plazos para pagar su deuda, el esfuerzo por el canje de la deuda no tendrá valor. Además, sus exigencias van acompañadas de ajustes. Tal vez la reforma impositiva que están ideando quieran exhibirla como un adelanto de hasta dónde pueden llegar para firmar un acuerdo.
Pero el problema no es lo que se legisla sino cómo la política complica a la economía. En este marco, los inversores no solo no invierten, sino que reducen su exposición en la Argentina. La falta de certezas provoca aversión al riesgo. No son datos buenos para los nuevos títulos de la deuda.
Aunque la Bolsa el viernes subió 4,84% y su comportamiento fue desde el principio ascendente y el S&P Merval terminó en los precios máximos del día, se sabe que es la euforia que anticipa el desenlace. Los inversores festejan anticipadamente y se van del mercado el día de invitación a la fiesta.
Las acciones que más subieron, en medio de un regular monto de negocios, fueron las que más cayeron en las últimas ruedas, prueba de que fueron compradores de oportunidad. De otra manera, el volumen operado no hubiera sido tan similar a las ruedas anteriores. Por caso, Banco Supervielle subió 12,03% y BBVA, 11,83 por ciento.
En Wall Street los ADR’s argentinos –certificados de tenencia de acciones que cotizan en dólares- también tuvieron su día de reacción. Allá también lo mejor pasó por Supervielle (+10,7%) seguido de Corporación América (10,4%) y BBVA (+8,7%).
Inseguridad jurídica
Pero la fiesta no estuvo completa porque la inseguridad jurídica recibió un nuevo estímulo con la denuncia de la ministra de Seguridad, Sabrina Frederic, contra los que manifestaron contra los usurpadores de tierras del Estado. Los consideró una amenaza e instigadores de violencia. No tuvo el mismo comportamiento con los usurpadores que amenazaron directamente a los manifestantes al tiempo que proclamaron que van a seguir con la toma de tierras. Los que pagan impuestos soportan los desmanes y vandalismo de los usurpadores que se benefician con la impunidad.
Cuando la propiedad privada y los derechos de los contribuyentes no están amparados, no se puede pedirles más impuestos e inversiones.
Por eso, se espera que esta semana sea activa para el dólar que el viernes en el mercado alternativo mostró dos caras. El dólar Bolsa siguió la tendencia descendente de la semana y cedió 57 centavos a $ 121,73. El contado con liquidación aumentó 27 centavos a $ 125,84. Esta plaza tuvo el problema de que no hubo bonos disponibles para operar, pero después de esta semana que se inicia entrarán en vigencia los nuevos bonos y la tendencia puede ser distinta.
En la plaza marginal, el blue, o dólar” libre, como ocurre todos los fines de mes, estuvo vendedor y perdió $2 y cerró en 136 pesos. Pero desde el primer día de setiembre no estará más la oferta de los que tuvieron que vender para hacer frente a las obligaciones de fin de mes; aparecerán los compradores de dólar ahorro y habrá más oferta en el blue, pero la tendencia puede ser al alza porque hay una demanda agazapada que no desea seguir en pesos.
La caída de las reservas del viernes de USD 72 millones a USD 42.915 millones, muestra la vulnerabilidad. Ese día en el mercado mayorista se negociaron apenas USD 194 millones y el Banco Central debió vender USD 60 millones para complacer a los importadores. Los exportadores no liquidaron divisas.
Cuando la propiedad privada y los derechos de los contribuyentes no están amparados, no se puede pedirles más impuestos e inversiones
El Gobierno cree que esta tendencia cambiará después del canje de la deuda. A su favor tiene que agosto puede terminar con un crecimiento promedio de los depósitos en dólares de poco más de USD 250 millones a USD 17.250 millones.
Pero todo queda en el universo de las palabras: faltan apenas dos semanas para ver si el pronóstico del ministro de Economía, Martín Guzmán, se cumple y los inversores eligen los bonos por sobre el dólar billete. En ese momento, los hechos dirán quienes tuvieron razón.
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