Martín Cabrales, de la firma “Café Cabrales” y miembro de la Unión Industrial Argentina (UIA), dijo que el impuesto a la riqueza “a mí me da miedo”. Ademas, sugirió al gobierno, que bautizó “Aporte Extraordinario Solidario” al proyecto de creación del nuevo tributo, que “también se puede ser solidario bajando los sueldos estatales”.
“No hacen falta más impuestos, hacen falta más incentivos”, dijo Cabrales, que también integra la Coordinadora de Productoras Alimenticias (Copal) en declaraciones a la radio AM 750. El empresario marplatense dudó de que el tributo se aplique “por única vez” y también de que vaya a ser aprobado en el Congreso. Salomónico y a la vez pragmático, dijo que si el nuevo impuesto sirve para que las fortunas vuelvan a la Argentina “está bien”, pero si termina siendo un estímulo para que se vayan “está mal”.
En cuanto al concepto de solidaridad, le sugirió al gobierno que “ser solidario con el bolsillo de uno sería bajando el sueldo del Estado”, en lo que parece ser una posición compartida por empresarios privados, economistas y políticos de oposición, que reclaman un ajuste del gasto estatal en remuneraciones.
Cabrales elogió la reacción del gobierno a la pandemia. “En lo sanitario ha actuado con mucha responsabilidad y tomó medidas acertadas como el ATP (programa de “Asistencia al Trabajo y la Producción”, que paga hasta un máximo de dos salarios mínimos a empleados de sectores y empresas en problemas) y el IFE” (Ingreso Familiar de Emergencia, que alcanza unos 9 millones de personas de los sectores más pobres) pero señaló que en adelante, arreglado el tema de la deuda para “reacomodar la economía”, sería el momento de tomar medidas a favor del capital de trabajo, tales como “bajar las tasas de interés para que se puedan tomar préstamos y reactivar la economía”.
El empresario dejó en claro que lo suyo no era un elogio a las políticas económicas del gobierno anterior, pues señaló que el gobierno de Macri “no fue creíble ni generó confianza” y “no logró la reforma tributaria ni la legislación laboral”, pero puso el énfasis en la necesidad de generar condiciones para la reapertura y reactivación de la economía. Por caso, celebró la reapertura de bares en la Ciudad de Buenos Aires, pero la contrastó con otros desarrollos. “Me da tristeza que en el mismo día me entero que se cierran de vuelta los bares en Mar del Plata o Mendoza. Al respecto, señaló que “según donde se viva, se percibe distinto el aislamiento” y se inclinó por un concepto de responsabilidad individual y social. La responsabilidad es nuestra; cada uno tiene que cuidar al otro”, dijo.
Un sector “esencial”
Sobre su sector, el alimenticio, Cabrales reconoció que “desde el primer DNU nosotros fuimos declarados como esenciales y tenemos abierta nuestras fábricas”, pero también recordó tanto la economía en general como su sector ya venían con problemas. “Hemos entrado mal a esta maldita cuarentena. La industria venía mal, con capacidad ociosa”, señaló.
Además, se hizo eco de las modificaciones que el gobierno introducirá al programa ATP, dirigido al sector productivo, “sé que va a continuar en forma de préstamos con tasas muy bajas”, pero insistió en la necesidad de reducir la carga impositiva. “Tenemos mucha presión fiscal, eso hay que reverlo”, enfatizó, y sugirió que una forma de hacerlo sería bajar las cargas patronales “a nivel nacional”.
Aunque crítico del proyecto del impuesto a la riqueza, Cabrales dijo que “nunca pensé en irme de la Argentina”, pero igualmente reconoció que “cuando veo impuestos como de las grandes fortunas, a mí me da miedo”. Fue allí que emitió su recomendación: “No hacen falta más impuestos, hacen falta más incentivos” y señaló que iniciativas como la del gobierno puede hacer “que se vayan las fortunas”.
“No sé si va a salir el impuesto a las grandes fortunas. Imagino que va a ser por única vez. Ahora, que me digan que en Argentina hay que poner otro impuesto …”, dijo, expresando su contrariedad con la iniciativa.
La posición de Cabrales está en sintonía con la Cámara que integra, Copal, una de las más fuertes de la Unión Industrial Argentina. De hecho el titular de la Cámara, Daniel Funes de Rioja, que además es vicepresidente de la UIA, también advirtió que el nuevo tributo “va a achicar aún más la economía” y criticó además el DNU por el que el gobierno declaró “servicio público” y congeló los precios de los servicios de telefonía móvil, internet y TV paga porque, dijo, “altera el clima de negocios”.
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