En todas las salas de reunión hay una pizarra. Es que las personas suelen plasmar mejor sus ideas graficándolas, aunque sea con un garabato. Digitalizar y simplificar ese proceso creativo para que distintos equipos puedan trabajar a distancia es la idea detrás de Mural, una empresa argentina que “explotó” en medio de la pandemia.
Esta plataforma de pizarras y post-it virtuales realizó dos rondas de inversión en menos de seis meses y recaudó USD 141 millones de fondos como Insight Partners, Tiger Global, Slack Fund y World Innovation Lab, entre otros. Tiene clientes como IBM, IDEO, Autodesk, Intuit, GitHub y Atlassian, oficinas en Buenos y EEUU y empleados en 13 países.
Incorporamos más de un millón de usuarios activos mensuales después de la pandemia. De un día al otro, se multiplicó por 17 la cantidad de nuevos usuarios diarios Mural y esa tendencia sigue. Es increíble
“Es muy loco, no es habitual, pero en seis meses hicimos dos rondas de inversión. Tenemos una historia de 9 años y un producto genial, pero se crece de la mano de la demanda y, la verdad, estuvimos muchos años donde esa demanda no existía, o era muy pobre. Casi quebramos y zafamos gracias a un mercado de capitales global que valoró lo que hacemos, que vio nuestro crecimiento y que, apostando a futuro, invirtió”, describe Patricio Jutard (38), director de tecnología (CTO) de Mural y cofundador, junto a Agustín Soler y Mariano Suárez Batán, el CEO de la empresa que se radicó hace unos años en EEUU.
Mural, que primero se llamó Murally, une dos conceptos en una plataforma de software visual y remota. Se definen como un “espacio de trabajo de colaboración visual”. “Las cosas que usamos todos los días alguien las imaginó. Tratamos de ayudar a que esos conceptos, ese intangible que existe en la imaginación, se pueda convertir en información. Esa idea de ‘bajar’ las cosas, escribirlas, hacer un diagrama, ponerlas en un Post-It. La humanidad resuelve problemas cada vez más complejos y necesitamos equipos. Ese tipo de colaboración ocurre mejor cuando colaboramos de forma visual”, aseguró el emprendedor”, asegura Jutard.
Es impresionante el talento argentino. Claro, para hacer negocios acá hay muchas trabas, mucho cambio de reglas que hacen las cosas difíciles
— ¿Cómo funciona la plataforma?
— Reemplazamos el pizarrón de la sala de reuniones por un espacio de colaboración digital online. Todas las empresas están obsesionadas con la innovación e invierten mucho en eso. ¿Por qué? Porque nadie quiere ser el próximo Blockbuster, nadie quiere volverse obsoleto. Hoy la idea de un workshop de innovación es gente con pizarrones y pegando papelitos de colores en las paredes. Son eventos caros y más si tu equipo está distribuido. Hay que pagar tickets de avión, hotel, catering y contratar un facilitador para que arme metodologías y sesiones. Ni te cuento si aparece una pandemia. Pero más allá del contexto actual, esta es una tendencia que viene dándose desde hace años. Básicamente, los millennials saben que no hace falta ir a un lugar para trabajar, el trabajo es algo que hacés, no un lugar al que vas. Mural crea murales virtuales. En general, uno para cada proyecto. Así como hay software para videoconferencias, para project management con asignación de tareas, para compartir archivos y almacenamiento en la nube, Mural es una pieza más de ese tool kit de colaboración digital que sirve para las etapas tempranas del proyecto, cuando se trabaja con las ideas. El famoso design thinking.
— ¿Cuándo se dio el quiebre y comenzaron a despegar como empresa?
— Tuvimos la suerte de que algunas empresas grandes apostaran por nosotros, pero fue recién a fines del 2018, comienzos del 2019. Muchas del mundo del software y las finanzas porque son las que más están invirtiendo en este tipo de cultura de la innovación de forma interna.
— La pandemia los potenció.
— Muchísimo. Incorporamos más de un millón de usuarios activos mensuales después de la pandemia. De un día al otro, se multiplicó por 17 la cantidad de nuevos usuarios diarios Mural y esa tendencia sigue. Es increíble. Tenemos clientes, que generamos de a cientos nuevos por día, y por otro lado están los usuarios de esos clientes, que pueden ser miles, según la empresa. Tenemos un equipo de 250 personas y estamos atendiendo a millones de usuarios. Parte de la nueva inversión irá destinada a expandir el equipo, acá y en el mundo. Hoy, la gran mayoría de la gente está en Buenos Aires: producto, diseño y desarrollo. Somos 170 en Argentina. Lo que llamamos go to market, los equipos de interacción con los clientes, como marketing, ventas y soporte, están en Estados Unidos porque es nuestro mercado principal.
— ¿Cuánto cuesta usar la plataforma?
— Somos un Saas, software as a service, o en la nube. Vendemos una suscripción y puede comenzar siendo individual: 30 días gratis y después pagás con tarjeta de crédito. El precio más barato son 12 dólares por mes para hasta 50 personas. Después están los planes a medida de las empresas, con contratos multianuales. Ahí nos involucramos a nivel de IT, seguridad, compliance. Son clientes que ponen en Mural sus ideas, información es súper confidencial y que cuidamos mucho con sistemas validados con procesos de auditoría.
Todas las empresas, están obsesionadas con la innovación e invierten mucho en eso. ¿Por qué? Porque nadie quiere ser el próximo Blockbuster, nadie quiere volverse obsoleto
Mural no abre los datos de su facturación –aunque triplicaron ingresos en un año–, pero en el sector emprendedor local aseguran que su última inversión le da un valor de mercado que supera los USD 500 millones. Con todo, a sus fundadores no los desvela el sueño de ser el próximo unicornio celeste y blanco (empresas tech que valen más de USD 1.000 millones). “No es algo en lo que esté pensando. Queremos tener cada vez más clientes, más usuarios, más gente que encuentre en Mural un aliado para revolucionar la forma del trabajo de la economía del conocimiento”, dijo Jutard, quien además se dedicó, a título personal, a invertir en más de 30 emprendimientos. Auth0, por ejemplo, la empresa de software que el año pasado se convirtió en el quinto unicornio local.
Esta no es la primera aventura de los socios de Mural, quienes son Emprendedores Endeavor desde 2008. En 2005 fundaron Three Melons, una empresa de videogames para redes sociales (con Indiana Jones LEGO como hit y 10 millones de usuarios en todo el mundo). En marzo de 2010, fue adquirida por Playdom, una compañía de Silicon Valley, que cuatro meses después, a su vez, compró Walt Disney Company por USD 763 millones.
“Pasamos a ser un pequeño equipo dentro de la corporación de entretenimiento más grande del mundo. Lo que antes diseñábamos en nuestra oficina, todos juntos y en persona, ahora pasó a ser un proceso de toma de decisiones global por videoconferencia. Y discutir algo tan abstracto y complejo como un videojuego a través de videoconferencia era complejo, lento y muy caótico. El proceso de creación se rompía. Empezamos a pensar en lograr esta experiencia inmersiva de cocreación en equipo de forma digital y distribuida... y poco tiempo después nos fuimos a desarrollar un sistema que hiciera eso mismo”, detalló Jutard sobre la semilla que gestó Mural.
— ¿Qué consejos le daría a un emprendedor que está comenzando ahora con su negocio, en momentos tan complejos?
— Si es un emprendimiento tecnológico, les diría que no se limiten a Argentina o a la región, la tecnología nos permite ir al mundo. A nosotros, por ejemplo, Endeavor nos ayudó mucho a dar el salto, a decir “empecemos a gastar en pasajes de avión y a vender afuera para llegar al mundo”. El mundo está dispuesto a recibir el talento argentino en forma de productos y de tecnología. Segundo, hay que animarse. Dar el primer paso. Yo me acuerdo de mis dudas cuando tuve que hacer ese salto y renunciar a un trabajo en relación de dependencia, pero hay que hacerlo si estamos seguros y confiamos en nuestra idea. Tercero: si o si vas a tener problemas; en momentos te va a ir mal y vas a querer abandonar, por eso es importante que estés enamorado del problema que querés resolver y dispuesto perseverar por muchos años de tu vida”.
— ¿Cuánto los complica hoy que buena parte del negocio esté en Argentina?
— La mayoría del equipo está acá. Soy un fanático de Argentina y me quiero quedar. Es impresionante el talento argentino y desde ese punto de vista somos un país y una sociedad perfecta. Claro, para hacer negocios hay muchas trabas, mucho cambio de reglas que hacen las cosas difíciles. También es esa dificultad, ese terreno embarrado, lo que nos hace más fuertes.
— ¿Cómo imaginas el futuro de Mural?
— Me cuesta mucho pensar en la compañía como tal, me sale más pensar en cómo va a ser una sesión de trabajo de Mural en el futuro. Y me imagino a nuestra plataforma que en el futuro te atiende y te ayuda a resolver problemas en equipo, que deja registro de todo lo que pasó, que hace la diferencia en base a las discusiones que se dan en una sesión y que puede aportar contenido nuevo e inspirador para el tipo de discusión que se está dando. Me la imagino con realidad virtual o aumentada: que desde cualquier lado, en cualquier momento, se pueda tener una sesión colaborativa y los participantes se sientan como si estuvieras en el mismo lugar, pero con “súper poderes”. ¿Cómo sabe IBM que en Australia uno de sus equipos no está discutiendo el mismo problema que ya resolvió otro en Estados Unidos? Les vamos a dar eso a las nuevas generaciones de trabajadores del conocimiento y la imaginación.
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